Al rescate de la gallina murciana
La estirpe estaba extinguiéndose, pero la investigadora está recuperándola: ya hay más de 70 ejemplares en la granja que la Escuela de Ingeniería tiene en La Palma
GINÉS CONESA
Lunes, 16 de diciembre 2013, 12:43
Ingeniera de Producción Animal y profesora de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT)
Despacho ordenadito y con detalles propios de la sensibilidad femenina, un sitio con buena luz, ornado con figuritas y fotos incrustadas en los huecos que dejan libros y carpetas. En las paredes, tres orlas recuerdo de otras tantas promociones de Ingenieros Agrónomos, un cuadro con fotografías de la denominación de la cabra majorera, 30 especies, y un mapa de las razas de gallinas españolas, entre las que figura la murciana, en cuya recuperación se halla atareada Eva Armero, la profesora que sin apenas recursos, prácticamente sola, ha conseguido que exista y funcione el Área de Producción Animal, en la Escuela de Ingeniería Superior Agronómica de la Universidad de Cartagena, lo cual le supone un esfuerzo continuado, y no siempre reconocido, pero que le motiva extraordinariamente: «En la faceta de docente, el tratar con los jóvenes siempre es aire fresco y me gusta enseñar (mi hijo me dice que soy una pesada porque siempre tengo que decir el 'por qué') y la faceta investigadora es muy creativa. Seguramente me absorbería si no fuese por mis hijos».
-¿Qué le llevó a interesarse por la gallina murciana?
-El azar y saber que estaba en peligro de extinción. En la granja experimental que la Escuela de Ingeniería tiene en La Palma había gallinas castellanas, no autóctonas, pero a través de Global Nature obtuvimos dos gallos y tres gallinas murcianas, con las que empezamos a experimentar en busca de su recuperación.
-¿Y se recuperan?
-Ahora tenemos unas 60 gallinas y 16 gallos, pero todos son perfectos. Vamos seleccionando cuatro o cinco gallinas con un gallo hasta dar con el conjunto de caracteres externos (fenotipo) que define la particularidad de la gallina murciana.
-¿En qué se diferencia de otras, aparte de la apariencia?
-La gallina murciana tiene la característica de ser poco productiva: 120 huevos al año, mientras que la castellana pone unos 200. Probablemente esa fue la primera causa por la que se preferían las gallinas castellanas. Ahora se preocupan más por mantener la gallina autóctona, porque al fin y al cabo en una casa tampoco se necesita tener tantos huevos. Los que pone la gallina murciana tienen la clara más densa. También se distingue por la consistencia de su carne, que precisa cocinarla más tiempo, pero es más sabrosa y buenísima para sopas.
-Aparte los gastronómicos ¿qué beneficios aporta la conservación de la gallina murciana?
-¿Por qué conservar una raza? Pues a veces es difícil de justificar. Yo tengo un compañero que dice que él tiene la solución para las razas en peligro de extinción&hellip.
-Extinguirlas&hellip.
- [Risas] Sí, extinguirlas y se acabó el problema. Bromas aparte, se conservan razas porque conviene tener una diversidad genética. No sabes lo que puede suceder en el futuro, pero sí sabes que no puedes quedarte con un solo tipo de animal y de genes porque luego puede aparecer una enfermedad que arrase con la especie, mientras que conservando varias razas, alguna puede ser resistente a esa enfermedad.
-¿Cuántas razas hay que mantener? porque eso tiene un coste.
-Efectivamente, todas las razas no caben en el arca y cada región va a la luchar por las suyas, porque nos identifican con lo propio y porque las razas locales se adaptan muy bien a su medio y ayudan a mantenerlo. Se pueden conservar aquellas que tengan financiación y en el caso de las aves es sencillo porque consumen poco y ocupan poco espacio, sin embargo conservar otras especies, como la vaca, sí necesita financiación.
-¿Y la tienen?
-Ahora no. Inicialmente la Universidad nos ayudó y en la actualidad nos están ayudando las fábricas de piensos que nos los facilitan gratuitamente.
[El hecho de plantear la entrevista como una conversación, las citas y derivaciones que sugiere la misma últimamente propician que el periodista (¿será vejez?) se enrolle más que el entrevistado. En el caso de Eva Armero sirvió para que poco a poco se alejase de la introversión que se autoatribuye y que no parece tal. No parece introvertida una persona a la que le gusta conocer a otras personas y que habló de sentimientos y experiencias -por cierto su vida no ha sido nada fácil- que le han golpeado en lo más íntimo. Sensible y solidaria, Eva echa en la falta una mayor conciencia social. «Velamos por nuestros propios intereses sin darnos cuenta de que para que nos vaya bien a cada uno de nosotros la sociedad debe funcionar», afirma la profesora quien, entre otras, también investiga la calidad de la carne de consumo humano.]
-Con esto de las 'vacas locas', los pollos con dioxinas, los transgénicos, a veces el consumidor no sabe a qué atenerse.
-De momento no se consume carne de animales transgénicos, pero sí que hay animales que comen soja transgénica lo cual, en mi opinión, no entraña ningún riesgo porque el gen que está modificado en la soja, no pasa al genotipo de los animales ni, menos aún, al genotipo humano que consuma esa carne. El riesgo es nulo.
-A veces aparecen alarmas que&hellip.
-Se tiende a exagerar&hellip.
-Pero retraen al consumidor&hellip.
-Sí, sí, pero creo que a veces se crean alarmas&hellip.
-¿Alarmas propagadas por interés?
-Puede que haya algún interés pero en el caso de la carne, sin fundamento. Es que no hay en el mercado carne procedente de animales transgénicos, no se ha modificado al animal para después consumir su carne. Sí que hay salmones transgénicos que crecen más rápido y se hacen muchísimo más grandes, pero en España está prohibida su comercialización. En España los animales modificados genéticamente solo se utilizan para obtener fármacos.