El jinete acaricia al caballo cerca de la costa. :: Foto y vídeo: A. Salas
SAN JAVIER

Un caballo de mar, pero de los grandes

Dos socorristas salvan a un equino que nadaba en dirección a la isla Perdiguera después de tirar a su jinete en la playa

ALEXIA SALAS

Domingo, 27 de octubre 2013, 12:08

No es precisamente del tipo de caballitos que se pueden encontrar en el Mar Menor. Se trataba de un ejemplar equino de tres años, de gran tamaño y, al parecer, de fuerte espíritu aventurero, ya que ayer recorrió a nado una distancia de más de 5 kilómetros por la laguna. Los otros protagonistas de la jornada fueron los dos socorristas de la embarcación Albufera, del Servicio de Salvamento Marítimo de San Javier, Juan Carlos Alonso y Pedro Cáceres, que pusieron todo su celo y su paciencia para que el rescate tuviera un final feliz.

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Según parece, el caballo derribó a su jinete en la orilla de la playa del Camping Mar Menor, junto al aeropuerto de San Javier. El caballo se echó a nadar dando la espalda a la costa, animado seguramente por la escasa profundidad y la agradable temperatura del baño matutino. Cuando sonó la alerta en el 112, los dos socorristas de la embarcación 'Albufera' se dirigieron a la playa. «Con el agua plana y la distancia que llevaba ya recorrida, desde la costa no veíamos al caballo», relataba Alonso. Los socorristas tuvieron que hacerse a la mar con el jinete del caballo nadador, para intentar localizar al equino. «Cuando lo vimos parecía el dragón del lago Ness, con la cabeza fuera y dos bultos detrás».

El animal se encontraba ya en una zona con unos cuatro metros de profundidad, «con síntomas de estar despistado, dando bandazos y girando en círculos, como si no supiera dónde ir», explicaba el socorrista.

Junto a su compañero, experto en doma, logró echar mano del arnés del caballo y remolcarlo a velocidad mínima. «Intentábamos mantenerle la cabeza fuera, pero a veces se ponía nervioso, pataleaba y se sumergía». Con la zodiac avanzando al ralentí, sin dejar de hablar al caballo para tranquilizarlo, los socorristas sudaron lo suyo para evitar que el animal se ahogara. «Es muy resistente pero hubo momentos en que creíamos que no lograríamos salvarlo», explicaba Alonso. El equino nadó cerca de dos horas por la laguna, en dirección a la isla Perdiguera. Cuando llegaron a la orilla, los bañistas aplaudieron al caballo que llegó casi sin aliento. «Hemos sacado de todo del Mar Menor, un caballo muerto sin cabeza, delfines, tortugas, pero nunca un caballo nadando».

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