Los libros de los lectores
Vargas Llosa, Saramago, Arrabal y Ana María Matute son algunos de los 'guías' de este índice de lecturas personales El profesor Victorino Polo reúne a amigos y visitadores para crear una 'biblioteca sentimental'
GONTZAL DÍEZ
Viernes, 22 de abril 2011, 05:04
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Lectores que recomiendan libros, los libros que les marcaron y cambiaron la vida, les influyeron, les abrieron horizontes, les subyugaron, les convirtieron en ávidos lectores. Los libros de la memoria. Libros de lectores, escritores, profesores, catedráticos, periodistas y alumnos Erasmus de la Universidad de Murcia. Libros eternos, misteriosos; esos libros que nunca se acaban de leer y a los que se vuelve para recuperar un trozo de vida, de sorpresa y de experiencia.
Victorino Polo, infatigable profesor emérito de la Universidad de Murcia, ha convocado a sus aliados y visitadores para crear un mapa de libros 'bautismales', una biblioteca sentimental; y así les ha animado a «saltar al vacío sin red» y que se retraten hablando de libros. 'Cinco libros en mi vida' se convierte así en un libro de libros, que más que recomendar o guiar pretende abrir una puerta al interior de cada lector escogido, a ese mundo que nos forma a través de historias ajenas que convertimos en propias; se trata de «autobiografías lectoras». Un libro que une experiencia y vida. Lo dice el argentino Abel Posse: «Leer o no ser». Un libro -lujoso y voluminoso- sobre la necesidad y el placer de la lectura. «Pocos, pero buenos libros», señala Victorino Polo. «Un libro lo es casi todo en la vida humana y cabal, porque viene a estimular el interior de la persona para que proyecte solidaria sobre todo lo demás», añade.
67 afanosos lectores que hablan de sus lecturas y de cómo las letras se alojaron en su forma de entender e interpretar el ancho mundo y sus ajenas pedanías. 68 lectores, entre ellos dos premios Nobel, José Saramago y Mario Vargas Llosa, que hablan de esos cinco textos deslumbrantes que alumbraron sus noches lectoras. En esa nómina de 'hojeadores' también se encuentran algunos premios Cervantes como Jorge Edwards y Ana María Matute y otros prestigiosos escritores-lectores como Fernando Arrabal, Antonio Colinas, Bárbara Jacobs, Abel Pose, Fernando Sánchez-Dragó o Luis Antonio de Villena. Los escritores al hablar de otros escritores hablan también de ellos mismos y sus intimidades. Dicen que Borges dijo que se sentía más orgulloso de los libros que había leído que de los que había escrito. Quienes participan en estos 'Cinco libros en mi vida' sí se muestran ufanos de lo leído y como asegura Camilo José Cela Conde, «cinco libros son muchísimos y no son nada». Hugo Ditiranto afirma que «leer es una forma de entender la vida» y José Esteban añade que «leer es vivir y sin leer no hay placer». «Los lectores sólo leemos a lo largo de nuestra vida las páginas de un libro único que amamos mucho», advierte Pedro García Montalbo. Ignacio Gómez-Palacio recuerda que los Reyes Magos le dejaron siete libros de Salgari y «no tenían dibujitos» y Andrés Sorel afirma que «todos somos Sherezade».
La nómina de lectores es amplia y variada. Allí están Carlos Valcárcel y Ramón Luis Valcárcel, el crítico de cine Oti Rodríguez Marchante, Mario Paoletti, Ángel Luis-Pujante, Santos Sanz Villanueva, Francisca Aguirre, Carlos Clementson, José Muñoz Clares o Lola López Mondéjar.
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Muchos libros se asoman a estos 'Cinco libros de mi vida'. Aquí están 'El Aleph' de Borges, 'El Quijote' de Cervantes, 'Los tres mosqueteros' de Alejandro Dumas, 'Alicia en el país de las maravillas' de Carroll, 'Travesuras de Guillermo' de Richmal Crompton, 'Robinson Crusoe' de Defoe o la obra completa de César Vallejo, el poeta que nació un día que Dios estaba enfermo.
Mario Vargas Llosa.
El último premio Nobel de Literatura, doctor honoris Causa por la Universidad de Murcia, pez lector de muchas aguas, escoge para comenzar su particular red de libros las aventuras «de esos tres mosqueteros que en realidad eran cuatro» y evoca «el apetito que desde entonces he tenido por las ficciones que son capaces de crear una vida alternativa a lo real, más coherente, más bella, más perfecta, a la que un gran fabulador es capaz de trasladarnos sólo con su fantasía y su destreza para manejar las palabras». 'Luz de agosto' es el segundo volumen que abre para el lector el escritor de Arequipa porque «gracias a Faulkner descubrí la importancia de la forma, como el lenguaje debía ser funcional para dar relieve, matices y misterio a aquello que se contaba». 'La guerra y la paz' de Tolstoi, 'El Quijote' de Cervantes y 'Madame Bovary' de Flaubert completan la elección del autor de 'El sueño del celta'. «La literatura es una forma circunstancial y vicaria de tratar de llenar ese abismo (el terrible divorcio entre la vida tal cual es y la vida que somos capaces de inventar y soñar) pero nunca llega a cerrarlo del todo», añade Vargas Llosa.
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José Saramago
El poeta de Azinhaga, el que fue pesimista activo, el Nobel portugués que dijo en Murcia que le gustaría ser recordado como un hombre bueno, escoge en primer lugar -su texto está en portugués- a Luís de Camoes «porque todos los caminos portugueses van a dar a él». Camino por el que también transitan Cervantes, Montaigne, Voltaire, Raul Brandao y Fernando Pessoa «porque la puerta por la que a él se llega es la puerta a Portugal». En el recuerdo lector del autor de 'Ensayo sobre la ceguera' también están Kafka -«porque demostró que el hombre es un coleóptero y es a quien considero el escritor más influyente del siglo XX»-, Borges -«porque inventó la literatura virtual»-, Eça de Queiroz -«porque enseño la ironía a los portugueses»- y Gogol; y también Hermann Melville.
Jorge Edwards
El Cervantes chileno, escritor de la memoria «acompañada siempre de la emoción», reconoce que «los cinco libros de mi vida no han sido siempre los mismos». El autor de 'Persona non grata' habla de Verne, Salgari, Unamuno, Dostoievsky, Stendhal, Faulkner, Machado de Assis y, claro, de Pablo Neruda y su poesía 'revolucionaria', no de la que «dejó de ser revolucionaria para convertirse en la poesía de una revolución que está en otra parte, fuera del ámbito de las palabras, lo cual es otra cosa y me interesa menos». Proust, Thomas Mann y Borges también se alojan en sus sucesivos recuerdos lectores.
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Ana María Matute
Esta dama niña autodidacta, esta señora que es blanca por fuera (sin tintes ni medias tintas), y roja por dentro, más roja que Caperucita, último premio Cervantes, escoge como primera referencia del mundo de la imaginación 'Alicia en el país de las Maravillas'. «No debemos olvidar que lo que el espejo nos ofrece no es otra cosa que la imagen más fiel y al mismo tiempo más extraña de nuestra propia realidad», explica la autora de 'Olvidado Rey Gudú'. La Matute no se olvida de los cuentos de los hermanos Grimm, Perrault y Andersen, sobre todo los de este último «porque era un escritor»; no olvida 'Huckleberry Finn' «con el que me asomé al mundo de los adultos», ni tampoco las obras de Chejov, Kafka -«una lección del literatura»-, Emily Bronte -«cada vez que he leído 'Cumbres borrascosas' he sentido que estaba dentro del libro»- y Cortázar -«la Maga es uno de los personajes femeninos más maravillosos de toda la historia de la literatura»-.
Fernando Arrabal
Arrabal, el hombre jaculatorio y una forma de audacia, el fundador del Movimiento Pánico asegura que seleccionar cinco libros es una ardua tarea, porque dice él, «no olvido que gracias al código de barras incluso pueden votar las cebras presas». Aún así su elección es precisa: 'El Criticón' de Gracián, 'El Banquete' de Platón -«se habla de Amor como los ángeles»-, 'Los trabajos de Persiles y Segismunda' de Cervantes, 'Mis 60 mejores partidas' de Bobby Fischer, y 'The entropy formula for the Ricci flow and its geometric applications', la tesis de Perelman. Estos dos últimos, explica, «para poder contestar, cuando me halle solitario en una isla, a los internautas que me pregunten sobre 'mi ceremonia de la confusión y su eterna sombra de precisión'». Eso sí, Fernando Arrabal escoge uno más: su 'Diccionario pánico'.
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Bárbara Jacobs
La escritora, poetisa, ensayista mexicana, esposa de Augusto Monterroso, comienza por la experiencia de leer 'La vida de Lazarillo de Tormes y sus fortunas y adversidades', que devoró «incluso de pie» y recuerda el miedo que le daba, hasta entonces «leer de verdad, por iniciativa propia y no como asignatura del colegio, a 'los clásicos'». Siempre, reconoce «he deseado que su espíritu y su estilo me iluminen». La autora de 'Las hojas muertas' habla también de 'El guardián entre el centeno' de J. D. Salinger, un libro sin el cual «me habría sentido inadecuada en el para mí demasiado respetable mundo de los libros en el que vivo». 'Rayuela' de Cortázar, 'Flush, a biography' de Virginia Woolf, y 'Antología del cuento triste', que armó junto a Augusto Monterroso, son otros de los libros de su vida.
Abel Posse
El narrador argentino, que asegura que «leer es capturar mejor la realidad», rememora «el famosísimo» 'Corazón' de Edmundo d'Amicis, las peripecias londinenses del detective Mr. Reeder, 'La vuelta al mundo de dos pilletes', y en sus recuerdos lectores están Proust, el laberinto de Joyce, Broch, Rilke, Jorge Guillén, Homero, Robert Graves, los textos búdicos «Siempre los libros. Porque el lenguaje es la Casa del Ser», afirma el autor de 'Los perros del paraíso'.
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Fernando Sánchez-Dragó
«Aprendí a leer a los tres años», afirma el precoz y procaz autor de 'Gárgoris y Habidis. Una historia mágica de España', al que con seis años le operaron de vegetaciones y descubrió -«momento estelar de mi existencia»- las 'Travesuras de Guillermo' (editorial Molino) de Richmal Crompton. Dos años después se casó su madre en segundas nupcias y le regaló los cuatro volúmenes de las aventuras de Tom Sawyer y Huckleberry Finn. 'Arte de Amar' de Ovidio -«la primera bronca de mi vida»- y muchos libros leídos en un nogal en Soria como «monaguillo, aprendiz, remedo o caricatura del Barón Rampante de Italo Calvino».
Ramón Luis Valcárcel
El presidente de la Comunidad Autónoma se decanta por una novela «que tiene todos los ingredientes para encandilar a un niño»: 'La isla del tesoro'. Y «como descendiente de una saga de ilustres militares vinculados a la Marina Española» escoge también 'Trafalgar' de Benito Pérez Galdós. 'Cien años de soledad' le atrapó «en los agitados años 70». Tampoco olvida a los poetas, desde Jorge Manrique a Miguel Hernández; ni a uno «de los más destacados integrantes de esa extensa nómina de grandes escritores que ha dado la Región de Murcia»: el académico cartagenero Arturo Pérez-Reverte.
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Antonio Colinas
El autor de 'Libro de la mansedumbre' elige 'Robinson Crusoe' de Defoe, los 'Cantos' de Giacomo Leopardi, los versos de Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez y Pablo Neruda, 'La Odisea', de Homero; las obras de Montaigne y María Zambrano y de «dos historiadores del pensamiento y dos psicólogos del alma humana» como fueron Carl Gustav Jung y Mircea Eliade.
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