Una treintena de centros de salud siguen sin implantar la limitación de agendas de los médicos

«Las agendas 30+5 han tenido poco impacto real en la carga asistencial. Es una medida homogénea cuando la realidad de los centros de salud no lo es, y sigue habiendo sobrecarga porque no se ha articulado qué ocurre cuando se sobrepasan esas cinco citas imprevistas o urgentes, solicitadas en mostrador o por teléfono. No se ha determinado qué se hace con esa demanda, ni cómo se reparten las funciones asistenciales en el equipo», señala Jesús Abenza, presidente de la Sociedad Murciana de Medicina Familiar y Comunitaria (Smumfyc). El SMS presentó un borrador con varios modelos, que pasaban por establecer 'triajes' de Enfermería o por dar más peso al personal administrativo. Pero esta gestión compartida de la demanda sigue sin estar bien definida, explica Abenza. «Todo está en fase piloto a lo largo de 2024. Habrá que ver cómo se desarrolla e implementa», aclara.

El centro de salud Cieza Este es uno de los que han optado por no aplicar la agenda 30+5. Cada profesional tiene autonomía para gestionar su propia agenda, explica el coordinador del centro, José Gómez. «Creemos en la capacidad de autogestión de los médicos. Algunos se aproximan bastante a ese 30+5, y otros prefieren citarse más pacientes porque para ellos su prioridad es que la demora sea cero. Lo importante es que todos los profesionales se sientan cómodos, siempre y cuando se cumplan unos criterios de accesibilidad», detalla. Todo esto es posible, aclara, porque los cupos en Cieza Este «son razonables», con entre 1.200 o 1.240 pacientes por médico de familia.

«Cada centro ha elegido su forma de gestionar la demanda. La agenda 30+5 es algo rígida. Hay que tener en cuenta que la demanda de un médico de Primaria no es solo asistencial. Además de atender a los pacientes en la consulta hay que acudir a domicilios, cubrir cuidados paliativos o realizar una actividad comunitaria», apunta, por su parte, Juana Fernández, coordinadora del centro de salud de Moratalla.

El SMS recuerda que la limitación de las agendas se aplica «de manera voluntaria». «En la actualidad todos los centros tienen la libertad de implantar estas agendas, como se indicó hace casi un año, y según las características de cada centro», añaden desde este departamento. De esta forma, en cada caso se puede organizar la agenda «para dar la mejor respuesta a la demanda de su población».

La pandemia sacó a la luz una «crisis sistémica» en la Atención Primaria que puso en evidencia la necesidad de cambios, reflexiona el presidente de Smumfyc. El malestar se concretó en una movilización de los coordinadores de los centros de salud que posteriormente derivó en un amago de huelga por parte del Sindicato Médico. Finalmente, se llegó a un acuerdo con la Administración que pasaba, además de por la limitación de agendas, por reforzar las plantillas con la creación de 111 plazas de Medicina de Familia y 12 de Pediatría. Pero más de un año después, 74 de estas nuevas plazas de Medicina de Familia y 11 de Pediatría siguen sin estar cubiertas. El SMS recuerda la «falta de especialistas» y exige «medidas» al Gobierno central. Mientras, el Sindicato Médico lamenta que parte de estas plazas no se estén sacando a bolsa de trabajo y emplaza a la Consejería a que las oferte «mediante una convocatoria con publicidad nacional, para atraer a profesionales de otras comunidades».

En todo caso, el acuerdo iba más allá de un refuerzo de profesionales que se ve obstaculizado por el déficit de médicos de familia. Se plantearon cambios organizativos más profundos, y se llegó al compromiso de otorgar más peso a la Atención Primaria. Sobre la necesidad de esos cambios se debatió este miércoles en la XXII Jornada Regional de la Smumfyc.

El SMS ha equiparado a los coordinadores médicos de los centros de salud con los jefes de servicio hospitalarios. Pero esto solo es un primer paso para reforzar la capacidad de «liderazgo» y gestión de estos coordinadores. «Lo que esperamos es que en los próximos meses aterrice un nuevo reglamento de Atención Primaria que nos dote de herramientas de gestión y de los recursos y tiempo necesarios para poder trabajar por la calidad de la asistencia», explica Juana Fernández, coordinadora del centro de salud de Moratalla.

La elección de los coordinadores mediante un concurso de méritos, como exige la reforma de la Ley del Personal Estatutario para todas las jefaturas de servicio, permitiría a los candidatos optar al puesto con un proyecto de gestión y unos objetivos concretos y «medibles» para la mejora de la salud de la población de la zona básica de salud, explica Jesús Abenza, el presidente de Smumfyc.

Una vez seleccionados para el puesto, estos coordinadores deben tener «competencias y funciones» para que puedan ejercer el liderazgo, «organizando agendas, estructurando y fomentando las prácticas de valor», abunda Abenza. José Gómez, coordinador de Cieza Este, coincide en que es necesario que a esta figura se le dote de «capacidad de autogestión».

El Servicio Murciano de Salud confirma que «se está trabajando en la adaptación» de un reglamento para Atención Primaria, «a través de grupos de trabajo compuestos por profesionales sanitarios y jurídicos». Este reglamento «reforzará la figura del coordinador de los centros de salud».