Mabel Lozano: «La trata afecta a todos; las manadas son nuestros hijos»
La directora de 'Biografía del cadáver de una mujer', sobre el asesinato de Yamiled por su proxeneta, participa el jueves en el encuentro digital 'Talento y liderazgo femenino'
A Yamiled la mataron a tiros en un pueblo de Pamplona, delante de su hijo menor de edad, por denunciar a quien fue su proxeneta. Desde la cárcel, el explotador sexual sacó 10.000 euros y acabó con la vida de la mujer, que había rehecho su vida lejos de la prostitución. Lo cuenta la cineasta Mabel Lozano, comprometida con la lucha contra la trata y la explotación sexual, en su corto 'Biografía del cadáver de una mujer', nominado al Goya (puede verse en Filmin, y los dos euros de la descarga se destinan a una asociación que ayuda a las víctimas). Lozano, quien participa en el encuentro digital 'Talento y liderazgo femenino' organizado por LA VERDAD, el próximo jueves a las 17 horas (gratuito, inscripciones en eventos.laverdad.es), alerta del peligro de la extensión de la trata entre las mujeres y niñas españolas por el cierre de las fronteras y la precariedad.
–Su último corto documental, 'Biografía del cadáver de una mujer', sobre la víctima de trata Yamiled Giraldo y su asesinato, ha sido nominado al premio Goya. ¿Se ve con opciones?
–Yo ya he hecho lo que tenía que hacer. Lo que yo tenía que hacer ha sido un documental que es único, inédito. Ahora sigo trabajando por el 'goya' que me parece necesario, el que es importante, que es la legislación. Cuando hablamos de 'Biografía del cadáver de una mujer' hablamos de una mujer que es asesinada a tiros en un pueblo de España delante de su hijo siendo testigo protegida. Yamiled es una víctima de trata que llega a España desde Colombia, que deja a sus hijos, y que lo hace por la misma razón que lo haríamos tú y yo: para darle una vida mejor. Es explotada, se escapa de los clubes y con el tiempo rehace su vida. Se casa con un hombre español, monta una empresa porque es una mujer emprendedora y maravillosa, y ya no necesita denunciar a su proxeneta. Ella tiene su marido, tiene sus hijos, está feliz... Lo hace por las demás. Denuncia al proxeneta, le meten en la cárcel de Pamplona y el tipo desde la cárcel saca 10.000 euros de un puticlub que nunca se cerró, y la asesina a tiros delante de su hijo en un pueblo de Pamplona. Era testigo protegida. Es tan bestia lo que estamos contando, es un escenario tan nuevo, único e inédito, que el trabajo cinematográfico ya está hecho.
«Con las fronteras cerradas y la precariedad, vamos a encontrar a mujeres y niñas españolas víctimas de trata»
–Pero será consciente de que si gana el Goya, muchos más españoles conocerán la historia de Yamiled y de la situación en la que se encuentran otras mujeres como ella.
–La nominación del Goya la hemos aprovechado para hacer lo que teníamos que hacer, dar voz a las mujeres y a las niñas víctimas de trata. Para hablar de la falta de legislación. Nos queda pendiente la ceremonia del Goya cinematográfico; y el 'goya' más importante, que es la evolución de la legislación. Para que en lugar de seguir escuchando fuegos de artificio, realmente se legisle.
–El Gobierno se ha limitado hasta la fecha a la aprobación de planes. Usted reclama leyes.
–El PSOE y el PP hicieron planes integrales contra la trata, pero eso es todo. Hasta ahora lo que hemos escuchado son muchos fuegos de artificio, pero de momento no hay nada. Se necesita una ley integral contra la trata, que no existe, y condenar y tipificar todas las caras del proxenetismo, para que nadie pueda lucrarse de la prostitución de otra persona. Parece que va a haber buena voluntad para hacerlo, pero no solo es hablar y tirar cohetes, hay que hacerlo. Es necesaria una ley integral contra la trata, con perspectiva de género, que aborde la prevención y la reinserción. Y, por supuesto, la condena de todas las caras del proxenetismo. Que nadie se pueda lucrar de la prostitución de otra persona.
–Pero el proxenetismo consentido no es un delito.
–No, no es un delito. Por eso hay que condenarlo, y todas sus caras.
–Quizá no exista una legislación porque muchos ciudadanos lo sienten como un problema que, creen, no les afecta de una forma directa.
–No lo sentimos como un problema porque no somos nosotras. Son mayoritariamente, o eran, mujeres extranjeras. Pero en las últimas desarticulaciones de redes están rescatando a mujeres y a niñas españolas. No olvidemos que las fronteras están cerradas, y que la necesidad y la precariedad de esta situación tan excepcional nos va a afectar a todos y a todas, sobre todo a las más vulnerables, mujeres y niñas. Vamos a ver a mujeres españolas, menores... Lo estamos viendo, la situación de la Covid hace que la gente sea más vulnerable y nos vamos a encontrar en la trata y en la explotación sexual a mujeres y niñas españolas. A lo mejor ahora que somos nosotras, nos ponemos más las pilas. Pero al margen de eso, ¿quién compra a esas niñas y esas mujeres? No sé qué prefiero yo, que mi hija sea una prostituta o que mi hijo sea un putero. ¿No nos afecta cuando son nuestros hijos los que salen a violar por ahí como las manadas? ¿Qué son las manadas? Son pornografía, sexo grupal, chavales que normalizan el abuso y la violencia. Esos son nuestros hijos. ¿Cómo que no nos afecta?
«Los chavales se están educando en la pornografía, que reproduce roles de violencia y sumisión»
–La pandemia ha agudizado la vulnerabilidad de miles de mujeres españolas. ¿Percibe los efectos en la prostitución y la trata?
–Ya lo estamos viendo, las colas del hambre, la gente lo está pasando mal. Se dan dos condicionantes: las fronteras están cerradas y el mercado prostitucional necesita siempre carne fresca. Y la precariedad. La situación es perfecta para captar a través de las TIC. Y chavalitas muy jovencitas, sobre todo para la explotación 2.0. A través de TikTok, de Instagram, les piden fotos, luego más sexis, les dan dinero, y terminan siendo víctimas de redes.
–Los centros de menores han sido también escenario de tramas de explotación sexual de menores...
–Estamos viendo que a nuestras hijas se las está captando a través de las TIC para la pornografía en vivo. Lo estoy contando en mi último libro, 'PornoXplotación'. Estamos contando la migración de la prostitución a los formatos digitales, la prostitución 2.0, la pornografía en vivo.
–Los jóvenes y adolescentes consumen cada vez más porno...
–La pornografía está a golpe de clic. Nunca ha sido tan agresiva ni tan accesible. Todos tienen curiosidad, lo encuentran de manera casual, y de repente lo buscan. El problema es que nadie les habla de sexualidad para formarles un pensamiento crítico, para decirles que eso no es la sexualidad. La sexualidad no son las manadas, el sexo grupal. Los chavales no tienen una educación sexual para nada. Se están educando en la pornografía, y la pornografía reproduce roles de violencia y de sumisión contra las mujeres. Ya lo estamos viendo, se ritualiza en la calle. Son las manadas, el sexo grupal; eso es pornografía, y se está reproduciendo. Los chavales llegan al sexo de pago y creen que la mujer está ahí porque quiere, y si está es porque tienen que mandar diez dólares a sus hijos; y si pudieran elegir no estarían en la vida con ellos. No hay libertad, la libertad la tienen ellos, que van a comprar a las mujeres como si fueran un saco de carne.
–Pueden llegar a pensar que lo que ven en internet es lo normal en una relación sexual...
–En muchos casos cuando tienen 19 o 20 años acuden al sexo de pago, a la prostitución, y detrás está la trata, la explotación sexual, y nadie se lo ha contado a esos chicos. Creen que las mujeres están ahí por gusto y que ganan mucho dinero. Nadie les ha contado la historia de Yamiled, de miles de Yamiled Giraldo que vienen buscando una oportunidad y que cuando son explotadas y escapan, y son valientes y denuncian a su explotador, son asesinadas. Y cuando las asesinan, es para decir al resto: 'mira lo que te va a pasar si denuncias'.
«A esas que hablan de libertad, habría que preguntarles por qué no han elegido ser putas»
–Yamiled era una testigo protegida. Les decimos que denuncien, pero luego no somos capaces de protegerlas.
–La ley no funciona. Son mujeres vulnerables contra mafias. El abogado de la parte contraria puede leer el nombre de esas mujeres.
–El punto de partida para su investigación sobre la trata fue el testimonio que escuchó de Irina...
–Su historia fue el dispositivo que me empujó a contarlo detrás de la cámara, y a partir de ahí he contado la trata poniendo el foco en todos los actores que intervienen en este fenónemo delictivo.
–Las mafias dedicadas a la trata necesitan de muchos cómplices en todos los sectores de la sociedad, empezando por los clientes...
–En mi libro 'El proxeneta' he contado lo que esconden las luces de neón desde el testimonio de un proxeneta condenado y sentenciado, que cuenta cómo necesitan muchas complicidades, abogados, médicos, notarios, banqueros... el dinero lava muchas conciencias. En todas las profesiones hay delincuentes, y como los proxenetas tienen mucho dinero, pues encuentran las complicidades, también para que les laven los activos.
–A Yamiled la asesinaron en Pamplona delante de su hijo menor de edad, Christopher, apenas un adolescente, a quien su madre llevaba en coche a jugar un partido de fútbol. Ese niño ni siquiera es considerado víctima de violencia de género...
–Las mujeres asesinadas en situación de prostitución ni siquiera aparecen en esas listas oficiales, sus nombres no aparecen en ningún lado, ni los de ellas, ni los de sus hijos. El testimonio del hijo de Yamiled es impresionante, es el testimonio que humaniza la historia. A él le asesinaron a su madre, no a una víctima de trata. La indefensión en la que se encuentran tiene nombre y cara.
–Ese chaval debe pensar que vive en un país que es cualquier cosa menos un estado de Derecho.
–Desde su punto de vista y desde el mío también. Han asesinado a tiros a una mujer en un pueblo de Pamplona, al lado de su hijo, un tipo desde la cárcel, y eso ha ocurrido en nuestro país. Y no es una vez ni es dos, hay muchas otras mujeres que han sufrido lo mismo. La de la Yamiled Giraldo no es una historia puntual, eso sucede. Muchas mujeres han sido asesinadas por sus proxenetas cuando iban a denunciar. Cuando hablamos de trata decimos que no hay muchas mujeres... no hay muchas mujeres que denuncien, porque las coacciones y amenazas son reales. Las matan.
–¿Cómo operan las tramas en España?
–Captando a los más vulnerables. Ahora, con la pandemia, captarán a las mujeres que no tienen trabajo, a las niñas en situación de vulnerabilidad. ¿Qué hace más vulnerable a un ser humano? No tener para comer, no tener para darle de comer a tus hijos. Te captan con la promesa de que vas a ganar dinero, con la promesa de un trabajo en una fábrica textil que le hicieron a Yamiled. Siempre es la promesa de una salida, de una oportunidad, de un sueño migratorio. Pero luego todo es mentira.
–Hablamos de esclavitud...
–El término trata es un eufemismo puro y duro. Los medios de comunicación nunca ponen los nombres de las mujeres asesinadas, ponen 'prostituta asesinada a tiros'. Estamos hablando de seres humanos de segunda, ni siquiera se molesta nadie en poner su nombre. Cuando asesinaron a tiros a Yamiled, no ocupó la portada de ningún periódico. No solo los políticos tienen que aplicarse el cuento, también los medios de comunicación. Cuentan esas historias desde el amarillismo, desde el morbo que da poner un tanga y un tacón en la portada. Pero no se ocupan de pensar en el delito del que es víctima en nuestro país. Desde el año 2000 yo he encontrado 46 mujeres asesinadas, que seguro que son muchas más, y 27 han sido asesinadas por los hombres que compraron a esas mujeres como un trozo de carne. Y esos hombres son españoles.
–Un sector del feminismo defiende el derecho de la mujer a elegir la prostitución como medio de vida...
–Eso no es feminismo. Eso es gente muy mal informada de la realidad que hay detrás de la prostitución, la trata y la explotación sexual. Utilizan una palabra que es muy progre y queda muy bien: 'libertad'. Claro, pero si hablas con las mujeres en situación de prostitución te das cuenta de que no ha existido libertad, ha existido precariedad. ¿Dónde está la libertad cuando no tienes otra opción? Vienen de países precarios, sin derechos, con corrupción... No existen los derechos sexuales en muchos de esos países. Esas chicas con 17 años son carne de cañón. ¿Qué alternativas tienen? A esas que hablan de libertad, habría que preguntarles por qué con esa misma libertad, en lugar de tener sus profesiones, no son también prostitutas. Esas voces tienen una realidad muy sesgada. Yo he oído a académicas decir que creen en esa libertad, pero claro, por eso has elegido ser catedrática, y no ser puta. Lo que no queremos para nosotras y nuestras hijas, no lo queramos para nuestras hermanas.