Borrar
La víctima tendida sobre la acera con un disparo en el abdomen, en Puerto de Mazarrón.
«Desde el suelo oí a 'Cara Cortada' decir: 'Ya está muerto, vámonos'»: así identificó la víctima de un tiroteo a su agresor

«Desde el suelo oí a 'Cara Cortada' decir: 'Ya está muerto, vámonos'»: así identificó la víctima de un tiroteo a su agresor

La Guardia Civil detiene a un hombre por disparar por viejas rencillas en Puerto de Mazarrón a un compatriota marroquí, que logró sobrevivir

Lunes, 5 de mayo 2025, 01:15

«Ya está muerto, vámonos rápido». Esas fueron las últimas palabras que escuchó M. J. tras recibir un balazo en un costado. Tendido en la acera de la calle Martin Luther King, en Puerto de Mazarrón, en la noche del pasado 12 de marzo, la víctima reconoció al pistolero, Z. S., alias 'Cara Cortada', un tipo con el que llevaba años manteniendo una enemistad que cada vez iba a más, con riñas, amenazas y agresiones físicas entre ambos, que finalmente terminó, presuntamente, con el tiroteo.

Un vecino llamó a las 23 horas al 112 y alertó de una pelea entre dos individuos, uno de los cuales portaba un arma de fuego. «Uno de ellos se encuentra herido en la espalda», indicó el testigo. Minutos después, la Guardia Civil encontró a M. J., marroquí de 26 años, tendido en la acera con el costado agujereado por una bala que se había quedado alojada dentro.

M. J. estaba consciente al momento de la llegada de los agentes, y no dudó en identificar a su agresor. Según su testimonio recogido por agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil, su compatriota Z. S., de 32 años, llegó en una motocicleta, le disparó sin mediar palabra y huyó. La víctima aseguró reconocerlo sin lugar a dudas a pesar del casco que llevaba puesto, «tenía buena visibilidad del rostro», dijo. Además, relató que, tras recibir el disparo, escuchó decir a 'Cara Cortada' la sentencia: «Ya está muerto, vámonos rápido». El informe médico del hospital Santa Lucía de Cartagena confirmó que la bala se alojó en el músculo cuadrado lumbar izquierdo de M.J., sin perforar órganos vitales ni provocar un sangrado activo. «No se identifican puntos de extravasación de contraste que sean sugestivos de sangrado activo intra-abdominal», se lee en el informe. Su estado de salud era estable y no requirió intervención quirúrgica. «El paciente se encuentra estable hemodinámicamente, sin dolor ni sangrado activo», concluyó el parte médico.

La motocicleta de Z. S.fue encontrada cerca del local y presentaba indicios de haber sido utilizada recientemente

Mientras los servicios de emergencia trasladaban a M. J. al hospital Santa Lucía de Cartagena, la Policía Local y la Guardia Civil iniciaron un operativo de búsqueda. Los agentes localizaron a Z. S. en un bar de la plaza de las Comunidades Autónomas de Mazarrón. Su arresto no fue sencillo, ya que opuso resistencia y obligó a los agentes a emplearse a fondo, con «la fuerza mínima necesaria» para su detención. «¡No he hecho nada! ¡Estoy aquí toda la noche! —gritaba mientras le colocaban las esposas. En un bolsillo llevaban las llaves de una motocicleta que intervinieron estacionada en las inmediaciones del local.

El orificio de bala que alcanzó a M. J., que quedó alojada en un músculo.

«Este vehículo es utilizado normalmente por el presunto agresor, siendo denunciado en otras ocasiones por conducir sin permiso», expusieron los guardias civiles en el atestado.

Las cámaras lo graban

Los indicios contra él comenzaron a acumularse sobre la mesa de los agentes. Aunque el arma utilizada en el ataque no fue hallada, la motocicleta vinculada a Z. S. fue encontrada cerca del local y aún tenía el escape caliente.

Las imágenes de seguridad del establecimiento mostraron que el sospechoso salió del local coincidiendo con el horario del ataque. Según las diligencias policiales, «en el vídeo se observa a Z. S. salir con el casco blanco en la cabeza a las 22.34 horas y regresar exactamente a las 23.39 horas con el mismo casco puesto sin haber permanecido en el establecimiento durante el intervalo en el que se produce el ataque».

En su declaración, Z. S. insistió en su inocencia y argumentó que había permanecido en el bar toda la noche. «Yo no hice nada, he estado en el bar toda la noche», afirmó. Sin embargo, para los agentes su testimonio presentaba contradicciones. Afirmó haber estado en un local comprando bocadillos a la hora del disparo, pero este móvil no se confirmó.

Además, negó ser el propietario de la motocicleta utilizada en el crimen, aunque las llaves fueron encontradas entre sus pertenencias en el momento de su detención. «Las llaves las tenía una amiga», insistió, pero esta persona lo negó.

La víctima aseguró reconocerlo a pesar del casco, «tenía buena visibilidad del rostro», dijo

Por otro lado, la víctima, M. J., reiteró en su declaración que no tenía dudas sobre la identidad del agresor. «Lo reconocí por su voz y por su cara, aunque llevara el casco», aseveró. Según los registros policiales, los marroquíes M. J. y Z. S. ya habían tenido conflictos anteriores, con agresiones y amenazas mutuas. M. J. declaró que «Z. S. ya me ha pegado en otras ocasiones. Hace un año, me golpeó junto con un grupo de personas y otro día me tiró aguafuerte en una mano».

Esta enemistad llevó incluso a la imposición de una orden de alejamiento entre ellos en el pasado, aunque seguían encontrándose en diferentes lugares de la localidad mazarronera.

El historial delictivo de Z. S. incluye delitos de agresión, amenazas y ocupación ilegal de inmuebles, algo que apuntaló la hipótesis de que el ataque fue premeditado y motivado por rencillas pasadas. El detenido ingresó en prisión provisional como presunto autor de un delito de tentativa de homicidio, pero recobró la libertad hace dos semanas a la espera de la celebración del juicio.

  1. Imagen principal - «Mi cliente estuvo usando el móvil cuando ocurrió el tiroteo»

    «Mi cliente estuvo usando el móvil cuando ocurrió el tiroteo»

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Totana decretó el pasado 16 de abril la libertad provisional de Z. S., alias 'Cara Cortada', investigado por un delito de homicidio en grado de tentativa tras el tiroteo en la pedanía mazarronera de Puerto de Mazarrón el pasado marzo.

El joven marroquí llevaba un mes en prisión preventiva desde el 15 de marzo, cuando fue detenido como presunto autor del disparo que hirió a su compatriota M. J. Los abogados de la defensa, Jorge Novella y José Antonio Vicente García, expusieron algunas contradicciones en el testimonio de la víctima.

«Declaró a los agentes haber reconocido sin duda a nuestro cliente por la cara y la voz, pero ante el juez afirmó que no vio el rostro porque el agresor llevaba casco cerrado», explica Novella. Además, las grabaciones aportadas por la defensa ponen de manifiesto que 'Cara Cortada' llevaba un casco abierto, tal y como se ve en las cámaras de seguridad.

La defensa también presentó una prueba pericial del teléfono móvil de Z. S., que reveló estuvo utilizando el dispositivo durante la franja horaria de los hechos, algo que, según los abogados, «difícilmente se compatibiliza con haber salido en moto a disparar a nadie». A esto se sumaron varios testimonios, incluida la novia del acusado, que sitúan al acusado en otro lugar en el momento del ataque.

Pese a los antecedentes penales del investigado, la jueza ha considerado que no hay motivos suficientes para mantener «la medida más gravosa» y sustituye la prisión por medidas cautelares como la retirada de pasaporte, la prohibición de salir del país y el alejamiento de la víctima. Por su parte, la defensa ya anuncia que solicitará el archivo de la causa.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad «Desde el suelo oí a 'Cara Cortada' decir: 'Ya está muerto, vámonos'»: así identificó la víctima de un tiroteo a su agresor