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El empoderamiento femenino es clave para luchar contra la pobreza que atenaza a la población del asentamiento de Santa Rosa, en El Callao (Perú).
La solidaridad no sabe de fronteras

La solidaridad no sabe de fronteras

Las iniciativas de siete ONG verán la luz este año gracias a ayudas de la Comunidad

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Sábado, 5 de enero 2019, 12:28

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Hicieron posible operar de cataratas a 350 habitantes de la región de Thiès, cerca de la costa senegalesa, y también mejoraron las opciones de futuro de un pequeño grupo de mujeres que malviven en el asentamiento peruano de Santa Rosa, en El Callao. Acercaron el agua a los vecinos del distrito de Tsihombe, en Madagascar, acostumbrados a castigar las piernas durante kilómetros y kilómetros para acceder a este preciado elemento; y mejoraron la gestión del agua potable en el valle azucarero de la región de Lambayeque, al noroeste de Perú.

Los fondos que la Comunidad destina a la cooperación internacional posibilitan que, cada año, los proyectos de varias ONG levanten el vuelo y se acerquen un poco más a su objetivo de construir un mundo mejor. El Ejecutivo regional ha destinado este ejercicio 200.000 euros a este objetivo -de los 412.000 euros reservados a la partida de cooperación al desarrollo y ayuda humanitaria-, el doble que solo un año antes, según informaron fuentes de la Consejería de Presidencia. Un montante que, a lo largo de 2019, permitirá a siete organizaciones desarrollar sus iniciativas, con cerca de 30.000 euros cada una, en países como Perú, Senegal, Bolivia, India y Costa de Marfil.

El Ejecutivo regional seleccionó recientemente los siete proyectos que se desarrollarán en 2019 con cargo a los presupuestos del año anterior. Es el caso, por ejemplo, de una iniciativa que Manos Unidas está desarrollando en Bolivia para tratar de fortalecer las comunidades guaraníes de Kereimbarenda, Ingre y Guakareta, en el departamento de Chuquisaca. El objetivo es consolidar los territorios indígenas de esta zona y trabajar por un aprovechamiento sostenible de los recursos naturales en el Chaco boliviano.

El Ejecutivo destina 200.000 euros a impulsar proyectos de cooperación en Perú, Senegal, Bolivia, India y Costa de Marfil

Además, la Comunidad financiará, un año más, la labor que la ONG Respuestas Solidarias desarrolla en Perú para mejorar la calidad de vida de las mujeres artesanas. El pasado año la organización trabajó con féminas de la zona de Santa Rosa, en El Callao, y en 2019 lo hará en la región de Piura. Las beneficiarias de esta iniciativa viven en extrema pobreza y no consiguen hacer de su trabajo un medio de vida porque no cuentan con las herramientas ni los conocimientos adecuados.

Derechos de la mujer

El trabajo que Cruz Roja realiza en Senegal de cara a la protección de los derechos de las mujeres también contará el próximo año con una subvención del Ejecutivo regional. Concretamente, este proyecto se enfoca a crear un contexto jurídico favorable a la divulgación y protección de los derechos femeninos en una veintena de municipios de las regiones de Thiès, Louga y Diourbel. Para ello, la ONG trabaja en la mejora de la formación de los juristas y autoridades locales en materias como la violencia de género, los derechos humanos o el acceso a las tierras. Un proyecto que se prolongará, gracias a esta ayuda, hasta septiembre del próximo año.

La Fundación Vicente Ferrer, otra de las ONG seleccionadas, se afana actualmente en asegurar el derecho a la vivienda y a un saneamiento adecuado para mujeres de colectivos desfavorecidos y sus familias de la población rural de Komatikuntla del estado de Andhra Pradesh, en India. También el trabajo de la Fundación Cepaim va orientado, en esta ocasión, al colectivo femenino. Concretamente, la ONG trabajará por la mejora de la economía productiva y la seguridad alimentaria en cuatro agrupaciones de mujeres del municipio senegalés de Niomré.

Infancia vulnerable

Los fondos de cooperación internacional tampoco se olvidan en 2019 de los más pequeños, concretamente de las niñas más vulnerables de las regiones de Folon, Kabadougu y Bafing, en Costa de Marfil. Unicef lleva tiempo trabajando en esta zona para pelear por el derecho de estas menores a tener una educación de calidad en un entorno de calidad, que sea inclusivo y que permita su empoderamiento en la comunidad. La elección del lugar no es casual. Estas regiones registran tasas de acceso y finalización de los estudios de Primaria y Secundaria más bajos que la media nacional. Unas tasas que, en el caso de las niñas, son diez puntos inferiores a las de sus compañeros varones. Con este proyecto, 3.200 niñas y 300 adolescentes podrán regresar a las aulas en una veintena de escuelas.

El último proyecto que alzará el vuelo en 2019 gracias a estos fondos es el que la Fundación Fade pretende desarrollar en centros educativos de la Fundación Palliri, en la región boliviana de El Alto.

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