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La Reina Isabel II (c), a su llegada a un acto religioso en Norfolk.

Un cartucho para la Reina

Buckingham hace pública la lista de regalos recibidos por Isabel II en su noventa cumpleaños, que incluye desde un caballo a poemas

ÁLVARO SOTO

Viernes, 20 de enero 2017, 01:34

¿Qué se le regala por su cumpleaños a un niño que no necesita nada? ¿Y a una reina que lleva casi un siglo recibiendo presentes? Las cancillerías y las embajadas de todo el mundo tuvieron que darle vueltas a la cabeza para encontrar algo original, y apropiado, que regalar en el 90 aniversario de Isabel II, que se celebró el año pasado. 'The Guardian' se ha hecho con la lista de los obsequios recibidos por Buckingham Palace y, aunque no se han encontrado grandes extravagancias, el recuento tampoco corresponde al del cumpleaños de una abuela normal.

Entre los accesorios de uso personal, destaca un bolso púrpura elaborado con sal (eso dicen en palacio) y regalado por el Gobierno de las Islas Vírgenes Británicas. Si se decide a usarlo y lo tiene que colgar en algún sitio durante una larga recepción, la Reina siempre podrá hacerlo en el gancho para bolsos enviado por el Cuerpo Real de Mujeres del Ejército Australiano, y si quiere llenarlo, tiene la opción de meter dentro un broche entregado por el Jockey Club de Epsom o, en los días de calor, un abanico dodecagonal entregado por el embajador chino y decorado con una imagen de la propia Reina.

Y es que los retratos de Isabel II fueron un 'must' en el cumpleaños. El embajador tunecino le obsequió con un mosaico en el que aparecía un dibujo de la Reina en su juventud bajo la leyenda: 'Para la monarca más mayor y querida del mundo'. El Gobierno de Indonesia, por su parte, regaló una pintura en la que están Isabel II y su marido, el duque de Edimburgo, de pie y sonriéndose en un arrozal de Bali. Igual de artístico, pero esta vez en el campo de las letras, fue el poema que con el título 'Esta casa' envió el Parlamento de Gales. Más patriótica fue la acolchada 'Union Jack', la bandera británica, regalada por la Parroquia de Withyham, en Sussex Este y quizá más del gusto de Isabel II la estatua de bronce que representaba una carroza y cuarenta caballos cortesía de la Real Caballería de Omán.

Siguiendo con el catálogo, la Reina también recibió una buena ración de seres vivos. Entre las plantas, un arce de la St George Society de Toronto, varias especies sin identificar de la Royal Forestry Society y un «árbol pequeño» de la Church Army. Entre los animales destacó un caballo llamado 'Sir John', cortesía de la Policía Montada de Canadá. Finalmente, para que los perros de la Reina no pasaran frío, la Royal Borough of Windsor and Maidenhead le hizo llegar cuatro chaquetas de canes.

En el último apartado quedan los obsequios curiosos. Por ejemplo, nueve libros con buenos deseos firmados por pasajeros que llegaban al aeropuerto londinense de Heathrow. También, el primer cartucho que se disparó en la Torre de Londres el día que nació Isabel II o el piñón de la tuneladora que está excavando la nueva línea de metro de Londres, llamada, como no podía ser de otra forma, Isabel.

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