Hugh Herr, un pionero biónico
El investigador logra el premio Princesa de Asturias de Innovación por sus prótesis
PPLL
Jueves, 2 de junio 2016, 01:27
Hugh Herr (Lancaster, Estados Unidos, 1964) fue contagiado en su más tierna infancia. Ese virus incomprensible que provoca que los hombres intenten tocar el cielo con los dedos desde las cimas más altas del planeta. ¿Por qué? «Porque está ahí», dijo George Leigh Mallory hace casi un siglo, cuando le preguntaron por los motivos que le empujaban a llegar hasta la parte más alta del Everest. Esa respuesta tan sencilla y tan lógica ha sido como un mantra para los miles de montañeros 'envenenados' por lo imposible. Herr solo tenía ocho años cuando realizó su primera hazaña: escalar el monte Temple, de 3.544 metros.
La segunda hazaña fue sobrevivir tres noches a la intemperie a 20 grados bajo cero en el monte Washington. Tenía 17 años e iba acompañado por Jeff Batzer. Los servicios de rescate los sacaron de allí con heridas muy graves. A Herr le tuvieron que amputar las dos piernas. Era 1982. Pero en vez de autocompadecerse, el joven estadounidense decidió que volvería a andar. Así que se licenció en Física en 1990 por la Universidad de Millersville (Pensilvania) y luego realizó un máster en Ingeniería Mecánica en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Remató su formación en 1998 al obtener el doctorado en Biofísica en la Universidad de Harvard hasta convertirse en un pionero en el campo de las prótesis biónicas. Un trabajo que le valió ayer el Premio Princesa de Asturias de Innovación Científica y Técnica. «Estas contribuciones están acelerando la integración hombre-máquina, lo que permitirá mejorar la calidad de vida de millones de personas», destaca el acta del jurado.
«Ojalá este reconocimiento arrojase luz sobre la misión global para acabar con la discapacidad humana en el siglo XXI a través de los continuos avances en la biónica», señaló el premiado. En la actualidad dirige el Biomechatronic Group en el Media Lab del MIT, donde ha desarrollado las que han sido calificadas como «las prótesis más sofisticadas del mundo». Herr ha abierto nuevas líneas de investigación, dando lugar a una clase de biohíbridos, de prótesis 'inteligentes' que han acelerado la fusión del cuerpo y la máquina y han aumentado su fuerza y resistencia. «Sus métodos abarcan un conjunto de disciplinas científicas y tecnológicas, desde la ciencia biomecánica y del control de los movimientos biológicos hasta el diseño de dispositivos biomédicos», señala el jurado.
Zapatos elásticos
Los logros de Herr han tenido un impacto en personas con discapacidad a través de las prótesis de rodilla adaptables para amputados femorales o las ortoprótesis de tobillo y pie, para pie equino y para patologías causadas por la parálisis cerebral o la esclerosis múltiple. El investigador, que ha sido profesor asistente en el Harvard-MIT Division of Health Sciences and Technology, ha usado un modelos de puente cruzado del músculo esquelético para el diseño y optimización de una nueva clase de mecanismos de propulsión humana que aumentan la resistencia para actividades anaeróbicas. También ha construido zapatos elásticos que aumentan la resistencia aeróbica al caminar y correr. Además es el fundador de la compañía BiONx Medical Technologies, encargada de comercializar BiOM Ankle, una prótesis de miembros inferiores que proporciona energía emulando la función muscular e imitando el movimiento del tobillo y que aporta una estabilidad que se ajusta a cualquier superficie.
Titular o cotitular de más de 70 patentes, Herr ha impartido numerosas conferencias en congresos y foros internacionales, es editor asociado del 'Journal of NeuroEngineering and Rehabilitation' y miembro del consejo editorial de otras publicaciones científicas. La vida de Herr ha sido llevada también al cine por National Geographic. Además, fue uno de los siete expertos que analizaron las piernas ortopédicas de Oscar Pistorius cuando el atleta sudafricano planteó la posibilidad de competir en los Juegos de Londres.