El sector náutico del Mar Menor pide consenso a la Comunidad para ubicar los nuevos fondeos
Un alto cargo del Ministerio de Transportes negociará en la Región de Murcia la reforma del Real Decreto que prohíbe el atraque de barcos en la laguna
El sector náutico hizo sudar este viernes a los responsables de la Consejería de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor. Durante la presentación del ... proyecto regional para crear 61 puntos de atraque en la albufera para evitar el fondeo indiscriminado y proteger las escasas colonias de nacras, los representantes de empresas náuticas y de barcos turísticos les reprocharon que «no se nos consulta nada ni se nos presentan informes que prueben la responsabilidad de la navegación», les dijo el presidente de la Federación de Motonáutica, José Miguel Martínez Castejón, uno de los principales concesionarios de motos náuticas de España.
«Nos estáis restringiendo la actividad y no la de los agricultores, que está demostrado que son la causa principal», les dijo en una reunión tensa.
«Había más de un millón de nacras en el Mar Menor y no murieron por los barcos», les dijo el propietario de un barco turístico. Sobre los detalles del proyecto para crear los polígonos de fondeo, criticaron que «al sector náutico no le soluciona nada y es una chapuza por la ubicación, por las dimensiones y por la aglomeración que creará en las zonas elegidas», criticó el dueño del barco turístico de pasajeros 'Solaz'.
El proyecto, presentado por la exportavoz del Gobierno regional con la coalición del PP y Ciudadanos, Ana María Martínez Vidal, actualmente técnica de la Consejería de Juan María Vázquez, propone distribuir los 61 amarres entre la isla Perdiguera -21 al suroeste y 7 al este- y otros 33 al oeste de la isla del Barón-.
Con el proyecto, que financiarán con fondos europeos si el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) da el visto bueno, tratan de evitar los efectos derivados del fondeo incontrolado, que mantiene a la gira más de dos mil barcos en el Mar Menor.
«Erosionan los fondos por el efecto mecánico de las anclas, perjudican la vegetación y la fauna marina, aumentan la turbidez del agua y generan un descontrol en los vertidos contaminantes», señaló Martínez Vidal. Para el subdirector general de Planificación, Biodiversidad, Caza y Pesca Fluvial, Faustino Martínez, «no nos podemos permitir que muera ni una nacra más, cada individuo vale su peso en oro, y somos los murcianos los depositarios de la especie». Una especie que tiene sus últimos reservorios en el delta del Ebro y en el Mar Menor, tras la mortandad de nacras en el Mediterráneo.
«Imposible de cumplir»
Martínez aseguró que se trata de la ubicación adecuada según la inspección de los fondos realizada por los técnicos, lo que sumó otro punto de desacuerdo desde el sector náutico. Por otra parte, en el perímetro de las islas y los tramos interiores de La Manga en Matasgordas, Pedruchillo y el Galán está prohibido el fondeo por la protección de la nacra.
Las restricciones a la navegación y el fondeo de embarcaciones, impuestos por el Real Decreto que aprobó el Gobierno el pasado enero han aumentado la confusión en el sector. «No se pueden aprobar leyes imposibles de cumplir», dijo el capitán marítimo de Cartagena, Óscar Villar, en alusión a la limitación a 5 nudos en las zonas de menos de 4 metros de profundidad, a 3 nudos en los pasillos de embarcaciones, zonas de fondeo y puertos, y 20 nudos en el resto de la laguna.
Capitanía plantea el pago de una tasa
Sobre los fondeos que propone la Comunidad, el capitán marítimo duda de su eficacia «si no hay encargado de mantener los atraques, vigilarlos e incluso cobrar una tasa por su uso». De momento, la Consejería no tiene intención de establecer el pago. Fuentes del Gobierno central indicaron que el secretario general de Transporte Aéreo y Marítimo, Benito Núñez vendrá en breve a Murcia para negociar con la Comunidad los posibles cambios en el Real Decreto, que clarifiquen cuáles serán las zonas permitidas al fondeo, ya que dicha norma prohíbe echar el ancla sobre las praderas de fanerógamas, sobre los sustratos rocosos, sobre las colonias de nacras y, en general, en las zonas declaradas Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA, que en realidad es toda la albufera.
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