Satse pide enfermeras escolares en los centros educativos ante la vuelta a la presencialidad en las aulas de la Región de Murcia

El Sindicato de Enfermería Satse Murcia considera que la incorporación de los escolares a las aulas, tras el anuncio del inicio de la presencialidad en Infantil y Primaria en próximas fechas, «debe ir acompañada de la incorporación total de la enfermera escolar en cada centro educativo».

«Se ha anunciado la incorporación de esta figura sanitaria clave en las aulas, pero aún falta un desarrollo total de esta medida y la incorporación inmediata de las enfermeras a los centros educativos», ha indicado el secretario general autonómico de Satse en Murcia, José Antonio Blaya.

El Sindicato de Enfermería sostiene que la enfermera escolar tiene un papel «fundamental» en la atención de los menores, tanto en atención asistencial e inmediata ante cualquier tipo de accidente que pudiera surgir o el seguimiento de los niños que tienen enfermedades crónicas y agudas. También es una figura clave «para la prevención y difusión de medidas higiénicas anti Covid».

Además de la vigilancia epidemiológica, «importante en estos momentos en los casos de detección y seguimiento de los niños que puedan estar en contacto o que pueden padecer la Covid-19», defiende el secretario general autonómico de Satse en Murcia.

Satse Murcia subraya que «contar con una enfermera en un centro educativo favorece la tranquilidad y seguridad de los padres, que saben que sus hijos están en manos de profesionales cualificados que pueden atenderles ante cualquier imprevisto».

Así, comunica que cualquier progenitor interesado puede encontrar en la web 'enfermeraescolarya.es' un modelo de carta para trasladar su preocupación a los consejeros de Sanidad y Educación correspondientes por «la falta de estos profesionales sanitarios en los centros educativos de su Comunidad para atender, cuidar y proteger a sus hijos».

Satse Murcia recuerda, asimismo, que tanto la Constitución Española como la Convención sobre los Derechos del Niño «reconocen el derecho a la protección de la salud de la infancia y establecen que se debe asegurar la plena aplicación del derecho del niño al disfrute del más alto nivel posible de salud, desarrollando, además, una atención sanitaria preventiva».