Sara Aagesen hereda el Mar Menor, el Trasvase y Portmán sin opción a retrasar las soluciones

Aagesen tiene en el medio ambiente y el agua los retos más grandes que afrontar en la Comunidad. La ministra saliente Teresa Ribera, que se marcha a Bruselas como nueva comisaria y vicepresidenta de la Comisión Europea, deja en su cargo a una ingeniera química especializada en el cambio climático y transformación ecológica. De ahí que pueda surgir la oportunidad de acelerar medidas contra inundaciones pendientes en la cuenca del Segura o la ampliación de la desaladoras del Levante y su interconexión. La nueva titular de Transición Ecológica deberá aclarar ahora si mantiene una agenda tan cercana con el Mar Menor como la tuvo Ribera, pero también si empujará para que el próximo plan de la red de transporte de electricidad tenga a la Región en su punto de mira.

La nueva ministra deberá despejar las dudas en torno a cómo se configurarán las nuevas reglas de explotación del Trasvase Tajo-Segura, que acumulan retrasos y elevan la preocupación entre los agricultores. Lucas Jiménez, presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, avisa de que «por desgracia no tendrá cien días de cortesía porque le quedan muchos retos inminentes que afrontar». Que su perfil sea más técnico permitiría que «lleváramos mucho adelantado», pero Aagesen no ha entrado nunca en la política del agua y sí que tendrá que ponerse al día. Otra cuestión es la renovación de su equipos, pues si se marchan el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, o la directora general del Agua, María Dolores Pascual, entonces sí que habrá aplazamientos de estas cuestiones importantes.

«Le pediría que, antes de que haga un análisis basado en opiniones de otros, que visite el regadío levantino, que supiera el esfuerzo que se ha hecho en favor de la sostenibilidad. Han sido retos muy duros e importantes», explica Jiménez. El líder de los regantes recuerda otros temas candentes a los que dar una solución, como la ampliación de producción de las desaladoras de Murcia y Alicante y la conexión entre ellas, un proyecto que va al ralentí. También el fin de la sobreexplotación de los acuíferos en 2027, que puede quitar concesiones o reducirlas a muchos regantes de la cuenca del Segura. «Este sí es un frente importante, que duplica incluso el recorte del Trasvase», 212 hectómetros cúbicos frente a cien del acueducto. «Va a tener que decidir qué hacer.

La DANA de Valencia ha reactivado los mayores temores entre expertos y ecologistas sobre la planificación del riesgo de inundaciones en cuencas como la del Segura. Por un lado, faltan obras por hacer, atascadas desde hace décadas, algunas de ellas sin noticias como los diques en las ramblas de Lorca y Puerto Lumbreras, y otras por la lentitud en su tramitación, como la presa de Tabala en Murcia. Más partidaria de las soluciones naturales que de las infraestructuras 'grises', Ribera ha dejado a su sucesora una cuestión relevante que resolver en la Región. Pedro García, director de ANSE, cree que los planes de riesgo de inundaciones «es un reto enorme para las confederaciones hidrográficas». Habrá que «reflexionar y rectificar» respecto a cómo se ha edificado hasta ahora, opina el conservacionista, que pide a la ministra esquivar las «presiones de los ayuntamientos más grandes y del sector de la construcción» y apretar para que en la Comunidad «se retomen en serio las planificaciones territoriales».

Sara Aagesen, que participó el año pasado en un foro sobre energía fotovoltaica organizado por LA VERDAD y el Ayuntamiento de Molina de Segura, tiene por delante el reto de la descarbonización y la electrificación de la economía regional. «Y no es un reto menor», advierte Eduardo de San Nicolás, presidente de la Asociación Sectorial del Hidrógeno Verde de la Región de Murcia (Ahmur). El mercado energético marcha hacia un «escenario descontinuista» y eso deberá corregirse. La concentración de renovables en el sistema energético provoca que determinados días o épocas del año los precios se vayan «a cero». Esto «pone en riesgo la continuidad de proyectos renovables» en la Región, apunta el también miembro de la junta directiva de la Unión Española Fotovoltaica.

San Nicolás ve la Comunidad como un posible referente mundial para la producción de biocombustible, pero para eso se «requiere de inversiones millonarias» y «una planificación para que toda esa energía de las renovables llegue a plantas de hidrógeno verde». El presidente de la Croem, Miguel López Abad, ha mostrado su preocupación también por la insuficiente red de transporte energético en la Región, algo que junto con la saturación del mercado puede derivar en la caída de inversiones en energía solar en nuestro territorio. Esta situación, ha remarcado, afecta incluso a los polígonos industriales, y puede poner en riesgo el desarrollo del Valle de Escombreras.

El consejero de Medio Ambiente, Juan María Vázquez, con competencias en Energía e Industria, se reunió precisamente con Aagesen el pasado 17 de octubre para demandarle una futura inversión de 250 millones de euros para la Región dentro del Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica hasta 2030. La inversión autonómica del ente Red Eléctrica de España han dejado que desear los últimos tres años, y se pide desde el Gobierno regional la construcción de tres corredores que acaben con el 'desierto energético' en las comarcas del Noroeste y del Valle del Guadalentín, entre otras actuaciones.

El murciano Miguel Ángel Martínez-Aroca, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (Anpier), ve un «nombramiento positivo» el de Aagesen como ministra «por su formación técnica adecuada y porque conoce bien el sector, su normativa y la problemática particular de las familias productoras fotovoltaicas en España». 65.000 familias que siguen «sufriendo la inseguridad jurídica por los recortes retroactivos» a las fotovoltaicas. Martínez-Aroca ve un reto importante el desarrollo de nuevas líneas de alta tensión en la Región porque «no tenemos infraestructuras eléctricas que nos permitan seguir atrayendo inversiones». López Abad, por su parte, ve que existen dos vertientes: «Una que es positiva porque ella es técnica y conocedora, y eso a la hora de hablar e intercambiar impresiones es bueno; pero luego habrá que ver qué enfoque le da a estos asuntos y qué sesgo tienen».

El Mar Menor y la regeneración de la bahía de Portmán son los dos grandes proyectos ambientales en manos del Ministerio para la Transición Ecológica. El primero tiene comprometido 675 millones de euros y la mayoría se deberán invertir antes de alcanzar el 2027, pero su nivel de ejecución sigue siendo bajo debido a la farragosa tramitación de unos trabajos que abarcan cientos de hectáreas en torno a la laguna. El otro, el interminable problema de los desechos mineros acumulados frente a Portmán, es una actuación paralizada y a la espera de una alternativa que permita arrancar las obras.

Ramón Pagán, portavoz de Pacto por el Mar Menor, al igual que el director de ANSE, pide continuidad en el programa de actuaciones del Estado en el Mar Menor. Aagesen conoce el plan estatal y no debería resultar complicado que todo marche como hasta ahora, sin retrasos, pues es la Oficina Técnica del Mar Menor en Murcia la que capitanea las intervenciones. «Queremos que sea tan valiente como lo fue Teresa Ribera», pide Pagán, «tan valiente, objetiva e imparcial para seguir trabajando en el mismo sentido».

Cuenca arriba, en la Sierra Minera de Cartagena y La Unión, las obras de restauración de los depósitos y suelos contaminados ha comenzado, con la meta de intervenir en 700 hectáreas de terreno degradado por la actividad minera. «Es un proyecto de gran envergadura y fundamental», apunta Pedro Martos, presidente de la Fundación Sierra Minera, «hay que darle continuidad a una apuesta que tuvo Teresa Ribera con esta tierra». Al otro lado de la ladera, la bahía rellena de estériles mineros permanece intacta desde que se paralizaron las obras en 2019. Daniel Portero, portavoz de La Liga de Vecinos de Portmán, pide acabar con esos retrasos: «Hay que ponerse ya, automáticamente, a que se cumpla el convenio que firmamos las tres administraciones», y que hablaba de retranquear la línea de costa, sacar los residuos y construir el puerto deportivo. «Hay intranquilidad entre los vecinos cada vez que se cambia un alto cargo», reconoce. Y llevan ya unos cuantos ministros.

La Autoridad Portuaria de Cartagena confía en que el nuevo nombramiento en el seno del Gobierno central «suponga una oportunidad para impulsar los proyectos estratégicos de ampliaciones del Puerto, como la nueva Terminal Polivalente de Barlomar y El Gorguel». Confían en ello en unos momentos dicen necesitar «más espacio para atender las nuevas empresas que quieren implantarse». El equipo de Ribera echó para atrás en la declaración de impacto ambiental la dársena de El Gorguel y puso reparos casi insalvables para el proyecto de ampliación en Escombreras.