El Ministerio rechaza el proyecto del hotel de 18 plantas de San Javier frente al Mar Menor por el impacto visual

«La edificación propuesta generaría una pantalla arquitectónica conforme a lo establecido en la normativa de Costas», afirma el Ministerio que dirige Teresa Ribera en un informe remitido a la Dirección General de Medio Ambiente de la Comunidad Autónoma, dentro de la fase de consultas sobre esta iniciativa del Ayuntamiento. Y advierte de que, si bien el hotel no ocuparía el Dominio Público Marítimo Terrestre (DPMT), sí que afecta a «terrenos de la zona de influencia».

A la vista de la documentación incluida en el expediente administrativo, que plantea aumentar el máximo actual de cinco alturas permitido en las Normas Subsidiarias de San Javier, el Ministerio concluye que «la ordenación propuesta» para la parcela no resulta conforme a lo regulado en el artículo 59 del Reglamento General de Costas». Ello, porque «el entorno de la zona costera de Santiago de la Ribera destaca por una solución general de baja altura que varía entre una y tres plantas». Tres tiene el complejo actual, en cuya fachada luce el escudo de la Comunidad y que no tiene uso, salvo en una zona exterior por parte de un club de piragüismo.

«Este aspecto deberá subsanarse», indica el Ministerio en su informe, que lleva fecha de 27 de noviembre de 2023 y que no había trascendido hasta ahora. Y apunta que «deberá garantizarse que la ordenación propuesta evita la formación de pantallas arquitectónicas o acumulación de volúmenes». Según el Ministerio, «la disposición y altura de las edificaciones propuesta se realice de forma armónica con el entorno, sin limitar el campo visual ni desfigurar la perspectiva del borde litoral». Por ello, señala el Miteco, «deberá presentarse de manera clara cuál es la altura permitida», de cara a «valorar su compatibilidad en la zona de influencia».

El informe es vinculante, según la Consejería de Medio Ambiente. El Consistorio ha presentado un «documento de subsanación y justificación en relación al área de influencia recogida en la Ley de Costas», confirmó a LA VERDAD el concejal de Urbanismo de San Javier, Antonio Martínez, del PP. El edil destacó que, además de detallar cuestiones técnicas, el Ayuntamiento argumenta que, con la ordenación planteada, «no se limita el campo visual» y «no se rompe la armonía del paisaje costero». La construcción de «uno o dos cuerpos de edificación en altura, separados entre sí con un máximo de 18 plantas y 63 metros de altura y un mínimo de 15 plantas, incluidas siempre las tres» actuales, estaría acorde con el entorno.

«La mejor solución es realizar una o dos torres separadas, estrechas, de no más de 24 metros de anchura en el frente del mar y perpendicular a este, para que sean esbeltas como la mayoría de las restantes edificaciones existentes y no provoquen, precisamente, un efecto pantalla. El cuerpo inferior de tres plantas será incluso de menor anchura que la edificación existente, al reducirse en los retranqueos y dejar de formar una pantalla, estando ahora adosado a la edificación vecina», asegura el Consistorio.

La corporación añade que «decir que el entorno de la zona costera de Santiago de la Ribera destaca por una solución general de baja altura que varía entre una y tres plantas es una opinión bastante subjetiva». «Si algo destaca en el entorno costero de Santiago de la Ribera y lo diferencia del resto del entorno costero de los restantes núcleos de la costa del Mar Menor, es la presencia de numerosas torres, la mayoría esbeltas, que sobresalen por encima de la silueta general de edificaciones de entre una y tres plantas», señala el Consistorio. Y agrega que esos bloques «se realizaron en su día al amparo de lo permitido por las normas vigentes, que una modificación más reciente limitó y que el nuevo Plan General en aprobación provisional ha recuperado».

El Ayuntamiento detalla que «el entorno de la zona costera de Santiago de la Ribera destaca por una solución general de baja altura que varía entre una y tres plantas, en el que sobresalen una serie de torres aisladas: dos de 11 plantas, una de 14 plantas, cuatro de 16 plantas y una de 19 plantas». Y asegura: «No cabe duda de que resulta una silueta armoniosa tal como se encuentra en la actualidad y que las vistas del entorno que ha de proporcionar encontrarse en las plantas altas serán envidiables. La pena es que esas vistas solo sean disfrutadas por los propietarios de esas viviendas privilegiadas». La Consejería de Medio Ambiente, que dirige Juan María Vázquez, indicó ayer que el expediente sigue en tramitación.

El Ayuntamiento de San Javier afirma que el hotel permitiría «un disfrute mucho más extenso», ya que «solo hay en el entorno dos hoteles en primera línea de la playa: el Lido, de seis plantas, y el Ribera, de ocho». Y el alcalde, José Miguel Luengo, dijo ayer a este diario que se busca «garantizar la rentabilidad» del futuro hotel, pues hay empresas interesadas en invertir, previa subasta del solar por la Comunidad. «A nosotros nos da igual dieciocho plantas que ocho o que cinco, pero se trata de hacer viable un proyecto de interés turístico regional, en la mejor parcela del Mar Menor para este uso», dijo. «Necesitamos que nos digan ya a qué atenernos», pidió. Y ha solicitado a la consejera de Turismo, Carmen Conesa, y al consejero de Fomento, Jorge García, «que se interesen por este asunto, porque es urgente tener un hotel de cierta categoría en el Mar Menor». Y defendió el 'teletransporte' urbanístico, para adscribir a esta parcela, de 3.598 metros cuadrados, la edificabilidad no usada en otra de La Manga, adaptada desde 2023 como parking disuasorio con 279 plazas frente al antiguo Hotel Doblemar.