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Concha Albaladejo, con su gráfico. Vicente Vicéns / AGM

«Un requisito para alcanzar la felicidad es tener voluntad para cambiar»

La educadora social Concha Albaladejo prsesnta su 'Camino hacia la felicidad personal'

minerva piñero

Lunes, 8 de octubre 2018, 07:45

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Intensa y comunicativa, como se define, Concha Albaladejo (Cartagena, 1965) creó, hace dos meses, el 'Camino hacia la felicidad personal', un gráfico en el que muestra, según su criterio, las acciones para alcanzar ese objetivo. «Pensaba estudiar Derecho, pero me hablaron de la diplomatura de educadora social y opté por ella sin saber la trascendencia que iba a tener en mi vida», comenta la profesional. Diplomada por la UNED de Cartagena, trabaja en Correos desde 1992. La profesional ha inscrito su gráfico en el Registro Territorial de la Propiedad Intelectual.

-¿Es la seguridad sinónimo de felicidad?

-Los cimientos sobre los que se fundamenta la felicidad personal son el crecimiento hacia dentro y el crecimiento hacia fuera. Crecer hacia dentro nos daría una seguridad propia e intransferible que nadie podrá quitarnos.

-¿Considera que la felicidad es un estado o una sensación efímera?

-Según mi gráfico, la felicidad es un estado que puede ser duradero, que dependerá de cómo cada persona construya su ser, es decir, de su crecimiento interior y exterior.

-¿Qué papel juega el dinero en su gráfico?

-El dinero es necesario, te da seguridad y te permite conseguir bienes y servicios adquiriendo calidad de vida. Considero que debe ir de la mano junto con nuestro crecimiento personal. Aristóteles nos ayudó a ver que los bienes materiales no dan la felicidad. Él decía que lo que hacemos, la acción de hacer algo, y no la adquisición material, es lo que nos aporta nuestra dicha o la ausencia de ella. La ciencia nos explica que nuestro cerebro recompensa sobre todo la acción, no solo el hecho de satisfacer la necesidad material, liberando serotonina con una sensación de satisfacción. En el gráfico, el bienestar material es un elemento esencial, ya que forma parte de la ecuación como crecimiento hacia fuera, que es una parte del camino hacia la felicidad personal.

-¿Es necesario conocer la tristeza para aprender a apreciar la felicidad?

-La tristeza, igual que otras emociones, es necesaria. Pero no para apreciar la felicidad; puedes estar feliz y sentirte triste por algún otro motivo. Como otras emociones viscerales, como el miedo y la ira, hay que dejarlas fluir y poder librarse de ellas lo antes posible, intentando practicar actitudes positivas y valentía para enfrentar los obstáculos y adversidades de la vida, y para tener la capacidad de transformar un no me gusta en un me gusta. Así se genera más dopamina, más serotonina y menos cortisol. La felicidad es la interpretación de lo que nos pasa mirando con las gafas correctas.

-¿Qué requisitos son entonces necesarios para alcanzarla?

-Tener un proyecto claro de vida y voluntad para cambiar.

-¿Hasta qué punto depende la felicidad de uno mismo? ¿Cómo nos afecta el entorno, aquello que nos rodea?

-Dependerá de la interpretación que le des. Un filósofo decía que la clave para conseguirla consiste en que tus intereses sean lo más amplios posibles y que tus reacciones a las cosas y personas que te interesen sean, en la medida de lo posible, amistosas y no hostiles.

-¿Qué funciones cumple la figura del educador social?

-Detecta, orienta, atiende, analiza, facilita, previene, coordina, estimula y evalúa las necesidades socioeducativas de grupos o personas desfavorecidas, elaborando proyectos adecuados.

-¿Cree en la figura del 'coach'?

-Sí, siempre que actúe como un buen profesional.

-¿Cuáles son los tres pilares sobre los que se asienta la felicidad?

-Crecer hacia dentro, crecer hacia fuera, de forma armoniosa, y crecer en sano equilibrio como antídoto a los excesos. Esto va mucho de entrenar y cultivarnos.

-¿A qué excesos se refiere?

-Me refiero a evitar los extremos.

-¿Trabaja en otros proyectos?

-He comenzado a dar charlas de motivación psicológica. Quiero dedicarme a ello y aportar mi granito de arena a todas las personas que deseen escucharme.

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