Reino Unido exime a los exportadores de los controles fitosanitarios hasta enero de 2022

Los exportadores de frutas y hortalizas de la Región respiraron ayer con alivio tras conocer que el 1 de abril, marcado en rojo en sus calendarios como una de las fechas más temidas, no significará ya el arranque de la exigencia por parte de Reino Unido, derivada del 'Brexit', de presentar certificados fitosanitarios sobre las cargas de productos frescos.

La patronal del limón Ailimpo, integrada en la asociación europea de frutas y hortalizas, informó ayer de que los requisitos de notificación previa y los controles documentales, incluidos los certificados fitosanitarios, solo serán necesarios, para las plantas y productos vegetales de bajo riesgo, a partir del 1 de enero de 2022, merced a la nueva prórroga otorgada por las autoridades británicas.

Igualmente, en esa fecha se comenzarán a realizar controles físicos de los vegetales denominados de alto riesgo, que se llevarán a cabo en los puestos de control fronterizo y no en el lugar de destino, como ocurre ahora. La patronal aclaró que no hay frutas y verduras en esa lista de vegetales de alto riesgo. No será hasta marzo de 2022 cuando comenzarán a realizarse controles en los puestos fronterizos de revisión de animales vivos y plantas y productos vegetales de bajo riesgo, siempre según la información aportada ayer por fuentes de Ailimpo.

Por lo que respecta a los requisitos de notificación previa para los alimentos de alto riesgo que no sean de origen animal, estos no serán necesarios hasta el 1 de octubre de 2021. Para ese mismo grupo, los controles físicos sanitarios y fitosanitarios no serán un requisito obligado hasta el 1 de enero de 2022. En ese momento deberán realizarse en los puestos de control fronterizo.

Las declaraciones aduaneras de importación seguirán siendo necesarias, pero se ha ampliado hasta el 1 de enero de 2022 la opción de utilizar el sistema de declaración diferida, que incluye la presentación de declaraciones suplementarias hasta seis meses después de la importación de las mercancías.

Por último, las declaraciones de seguridad y protección para las importaciones no serán necesarias hasta el 1 de enero de 2022. Esta prórroga supone un importante alivio para el sector, que ya había advertido de que la nuevas exigencias podrían provocar un colapso en el servicio de Aduanas de la Región, que consideraban claramente insuficiente para afrontar esa segunda etapa del 'Brexit'.

De esta forma, los exportadores y la Consejería de Agricultura habían reclamado al Gobierno central que reforzara esas instalaciones con personal y medios, al estimarse que el incremento de los controles superaría el 50%.