Los regantes aplazan a enero protestas «continuas y con mucha visibilidad» por el 'trasvase cero'

El Círculo del Agua, que reúne a las organizaciones patronales, agrarias y sindicales relacionadas con ella de Alicante, Murcia y Almería, decidió este jueves aplazar a 2020 sus protestas para pedir agua para regar y convocó una cumbre de presidentes autonómicos por la negativa del Gobierno a trasvasarla del Tajo al Segura.

Tras un segundo mes consecutivo sin agua de ese acueducto, UPA, COAG, UGT, universidades, Fecoam, Proexport, Apoexpa, Ucomur, Ucoerm, Ailimpo, CCOO y Scrats decidieron por unanimidad este jueves en Murcia dejar pasar estas fiestas antes de comenzar con las movilizaciones «continuas y con mucha visibilidad».

Se trata de lograr en enero un trasvase para el campo y otro en febrero con el objetivo de alcanzar una solución definitiva, según el presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats) y del Círculo, Lucas Jiménez.

Ucoerm, que reúne a las cooperativas de enseñanza de la Región de Murcia, canalizará una campaña de sensibilización y concienciación social desde los colegios y desde el Círculo se tratará de informar a toda la sociedad civil «sobre qué tipo de agricultura se está haciendo en Levante».

Se van a dirigir por escrito al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, para expresarles su «malestar y preocupación» por lo que a los agricultores que dependen del trasvase «les espera en el futuro si no cambian las tornas en el Ministerio» para la Transición Ecológica.

El departamento de Teresa Ribera obvió en noviembre y este mes el criterio favorable al trasvase de agua para el campo de la Comisión Central de Explotación del Acueducto y optó por negarlo dada la escasez de reservas en los embalses de cabecera y las proyecciones inmediatas, que podrían llevar a no autorizar agua para consumo humano si esos pantanos bajan de los 400 hectómetros cúbicos.

En la cumbre política que pretenden convocar en la sede del Scrats en Murcia, que es también la sede del Círculo, «no se trataría de debatir ni sacar pecho sobre agua, sino de alcanzar entre las tres comunidades una misma dirección en esta materia que desde hace muchísimos años viene reclamando la sociedad« de la que siempre han »sentido el apoyo«, de ahí esta tregua navideña en las protestas, que llegarán también a Madrid.

«Creemos ser artífices de una agricultura altamente sostenible y por suerte la sociedad reclama alimento» y «no nos han convencido los tristes argumentos que nos han dado» en la Delegación del Gobierno central en la Región de Murcia, Francisco Jiménez, con quien se han reunido este mediodía.

«Antes bien, nos han preocupado y generado temor» porque no tiene interlocución con el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, «al que lleva llamando desde este miércoles sin obtener respuesta, y no sé qué cosas más urgentes puede tener que hacer que atender al maremoto que se está produciendo en estas regiones».

Respecto a la inédita argumentación ministerial de este mes sobre que un trasvase para regadío contribuiría a seguir contaminando el Mar Menor con los nitratos procedentes de los fertilizantes agrícolas, Jiménez se ha apoyado para rebatirla en declaraciones del portavoz del comité científico asesor del Gobierno murciano para la laguna, Ángel Pérez Ruzafa.

«Dijo que era ridículo y hasta cierto punto contraproducente. Y por múltiples motivos, porque paralizar el riego en el Campo de Cartagena, más allá del drama social y la ruina que va a provocar a muchas empresas y familias, no es bueno para el Mar Menor», dijo Jiménez.

«Si se paraliza el riego, esta vieja medida que viene reivindicando la Confederación Hidrográfica del Segura de que para que riegue esa comarca hay que verter en el canal las aguas provenientes de la rambla del Albujón, esto no se va a hacer», añadió.

«Pero es que vertir todas las aguas depuradas de todos los ayuntamientos a ese canal para que, diluida con otras fuentes, se usen para regar, tampoco se va a poder hacer, ni sacar agua del acuífero, que todos los técnicos, incluidos los del Ministerio, dicen que es fundamental usarla en riego para que su presión sobre el Mar Menor sea menor», ha remachado.

«Son múltiples contradicciones y no hay ningún informe científico que hoy sostenga que por no regar un mes vaya a mejorar el estado de la laguna», concluyó.

El presidente del Sindicato Central de Regantes del Trasvase Tajo-Segura (Scrats), Lucas Jiménez, criticó la «cierta prepotencia» que llega desde Madrid hacia una preocupación que «no es fingida, sino que afecta a miles de familias que no saben de qué agua dispondrán en los próximos meses».

Con este 'trasvase cero' del Ministerio «toda la agricultura en el Mediterráneo quiebra», alertó Jiménez tras la reunión de la Junta General del Sindicato Central de Regantes y con el delegado del Gobierno, Francisco Jiménez. Posteriormente, también se manifestaron ante la Delegación del Gobierno para protestar por la decisión del Ministerio. «Teníamos unas previsiones ajustadas a las reglas de explotación del trasvase, detalladas, para que no faltara agua y los técnicos dicen que se trasvase pero el Ministerio hace lo contrario», reprochó el presidente del Scrats, quien volvió a asegurar que recurrirán el acuerdo del Ministerio, «una orden descaradamente falsa».

Además, en la reunión acordaron que investigarán con todos los profesionales que puedan encontrar en el país «fórmulas de impago de lo que es un atraco a mano armada, no facilitar agua por justificaciones que son falsas y, al mismo tiempo, pretender que sigamos pagando el 'tasazo', cuya suma total anual para regadío asciende a cerca de 13 millones de euros, de los que la mitad irían a parar al bote de vaselina del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page». Aseguró que no abandonarán al «Campo de Cartagena, como pretende el Ministerio». «Todas las hectáreas del trasvase son hectáreas declaradas de interés nacional por el Estado hace muchos años», señaló.

En la reunión con el delegado del Gobierno, Francisco Jiménez, los regantes le pidieron que dé trasladado de estas cuestiones al Ministerio de Transición Ecológica y al secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán. Por todo ello, se preguntó si el Estado «tiene algún tipo de interés porque persista la agricultura de este país».

Jiménez reconoció que el delegado del Gobierno sí que apoya al sector y es consciente de que «es responsable de puestos de trabajo y una producción que es envidia de Europa, pero él no decide». Con esta decisión, lamentó, «todas las previsiones quedan rotas, porque se argumenta que nuestro regadío perjudica al Mar Menor, si no se puede regar en el Mar Menor o Cartagena, tampoco existe la desalación, porque está en el entorno del Mar Menor».

A su juicio, «es indigno que a esta preocupación, la Delegación de Gobierno la traslade al secretario de Estado de Medio Ambiente, que está en algún rincón durmiendo el sueño del arpa».

Por su parte, Manuel Martínez, presidente de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena, expresó su rechazo al 'trasvase cero', «porque no beneficiará en nada al Mar Menor».

«El argumento de la contaminación difusa al Mar Menor es peregrino y un diagnóstico erróneo y nos utiliza de chivo expiatorio frente a todas las comunidades de regantes del Levante español, que nada tienen que ver con el Mar Menor, ni siquiera están próximos», destacó.

Para concluir, Martínez puntualizó que lo que el Campo de Cartagena precisa es de «agua de calidad, al igual que todos los regadíos del país». «Esta decisión es totalmente errónea y contraria a los intereses de la Comarca del Campo de Cartagena, los regantes y el Mar Menor», concluyó.