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El recorte de horarios adelanta pero no frustra la 'tardebuena' en las terrazas de la Región
Jóvenes y no tan jóvenes abarrotaron desde mediodía los establecimientos de las principales zonas de ocio
El parón de la hostelería decretado por la Comunidad para estas fiestas, que obliga a cerrar los bares, cafeterías y restaurantes de 18 a 21 horas los días 24, 25 y 31 de diciembre y el 1 de enero, no pareció haber hecho mella en la clientela durante la tarde de este jueves de Nochebuena. Las ganas de festejar fueron mayores que las restricciones y cientos de murcianos se amoldaron de buen grado a la limitación horaria para disfrutar de las terrazas.
Se impuso el deseo de disfrutar de un oasis de normalidad en medio de las Navidades más atípicas de las últimas décadas, marcadas inevitablemente por la pandemia. Jóvenes y no tan jóvenes abarrotaron desde mediodía los establecimientos de las principales zonas de ocio de la capital, como la plaza de las Flores, el Zig-Zag, la plaza de la Merced o Pérez Casas, ansiosos por aliviar las penas con litros de cerveza, marineras y buena compañía.
A pesar de la gran afluencia de clientes, la tarde transcurrió con normalidad, respetando en todo momento las medidas de prevención dictadas por la Consejería de Salud. Las mascarillas y la limitación de aforo fueron un recordatorio de que, a pesar de las risas y el buen ánimo, no se trataba de un 'tardeo' festivo normal.
Tal y como estaba establecido por orden de la Consejería de Salud, los bares y cafeterías de la ciudad de Murcia echaron la persiana a las 18 horas sin mayores incidencias. Tras una 'tardebuena' en la que la actividad lúdica y de consumo se mantuvo dentro de unas terrazas llenas, y en la que se observó un alto cumplimiento de las medidas de seguridad, los clientes comenzaron a volver a casa a la hora señalada. A ello contribuyó la importante presencia policial en las calles a partir de ese momento.
Buen ambiente en el casco antiguo de Cartagena
En Cartagena, el casco antiguo volvió a congregar a centenares de vecinos la víspera de Navidad. Aunque no hubo tantos clientes como otros años, bares y restaurantes tuvieron muy buena afluencia desde mediodía, cuando por las calles del Carmen, Puerta de Murcia y Mayor se comenzó a ver a cartageneros en las terrazas. El pico de mayor actividad se observó a la hora de la comida.
Sobre las dos de la tarde, y previa reserva en la mayoría de los casos, los establecimientos hosteleros tuvieron la mayoría de sus mesas ocupadas. Las plazas Juan XXIII y San Francisco estaban abarrotadas e incluso después de las comidas registraron una afluencia importante.
Esto también se vio en las calles Jara y Honda, en las puertas de los locales de copas, donde los empresarios hicieron buenas cajas. Agentes de la Policía Local recorrieron esas zonas del centro histórico comprobando que se cumplían las medida sanitarias contra la Covid.
Pidieron documentación y licencias de terrazas y llamaron la atención a clientes y viandantes por no llevar mascarilla. Sobre las seis de la tarde bares y restaurantes cerraron el servicio sin incidentes de consideración.
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