La Policía investiga cartas a colegios de La Rioja alertando sobre un pederasta murciano
Un profesor de El Palmar condenado en 2016 por abusar de nueve menores reside en la actualidad en Logroño, donde están escolarizados sus hijos
C. N.
Logroño
Jueves, 11 de noviembre 2021, 00:53
En un contexto marcado por la especial sensibilidad ciudadana sobre los delitos sexuales tras sucesos como el crimen de Lardero, agentes de la Policía ... Nacional de Logroño, en La Rioja, han iniciado una investigación para determinar la procedencia de varias cartas anónimas, que están llegando a diversos centros educativos de esa ciudad, en las que se alerta de la presencia de un pederasta en la zona. El señalado es un antiguo profesor de Religión de un colegio de El Palmar, en Murcia, quien en 2016 fue condenado a nueve años de prisión por abusos sexuales a nueve menores a los que daba clase, y que en los últimos tiempos había trasladado su domicilio a La Rioja.
Uno de los centros educativos avisó a la Policía Local de la presencia de uno de estos sobres en su buzón el pasado 5 de noviembre, ocho días después del caso de Lardero, que desencadenó una ola de solidaridad y de profunda conmoción en La Rioja.
Desde aquel 5 de noviembre, las misivas han ido apareciendo en más colegios, entre ellos el centro Vuelo Madrid Manila. Escondido en el correo, el pasado martes, había otros tres sobres de las mismas características dirigidos a El Parque, Escuelas Pías y el centro de educación Infantil y Primaria Bretón de los Herreros. En las inmediaciones de varios de estos centros también se han colgado además carteles con la misma alerta y la imagen de este exprofesor murciano de Religión, condenado hace un lustro por abusar sexualmente de nueve alumnos de siete años.
«Pederasta en Logroño, en Gran Vía. ¿Tienes hijos? Cuídalos», se puede leer en los avisos anónimos que se han difundido
El individuo al que hacen referencia los carteles, que según ha constatado este diario reside en la capital riojana, donde también están escolarizados sus hijos, llegó a un acuerdo de conformidad con las acusaciones y, tras asumir los cargos, pactó un año de prisión por cada niño victimizado. La Fiscalía le reconoció entonces, durante el juicio, las atenuantes de reparación del daño y dilaciones indebidas.
Pese a la condena de nueve años de cárcel no entró en prisión. La última reforma del Código Penal le libró de la cárcel. La norma establece que las condenas que individualmente no superen los dos años podrán ser suspendidas siempre que el reo no tenga antecedentes penales, como era el caso.
El profesor, que fue inhabilitado para ejercer como tal, además consignó mil euros por cada una de las denuncias para indemnizar a los pequeños, por lo que se le aplicaron las atenuantes de reparación del daño por adelantado, así como la de dilaciones indebidas. La acusación particular, ejercida por los padres, reclamaba inicialmente 32 años de cárcel; la Fiscalía solicitaba cinco años y la defensa su absolución.
Cese fulminante
Según informó entonces LA VERDAD, cuando los padres de los pequeños tuvieron conocimiento de los hechos se pusieron en contacto con la dirección del colegio, que no dudó en destituir al profesor pese a que se encontraba en pleno curso 2010-2011.
El cese fue fulminante y se produjo a través de una breve conversación telefónica, que recogía la investigación policial: «El lunes no te presentes en el colegio; ya te llamaremos y te informaremos de las medidas que vamos a tomar contigo, que son graves o muy graves. Unos padres me han contado algo que no me ha gustado nada». El profesor se limitó a responder «vale», aunque tras ser detenido negó los hechos.
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