Las playas imprescindibles para disfrutar de la Costa Cálida este verano, según National Geographic

Cuando organizamos nuestras vacaciones, muchos viajeros ponen sus ojos en destinos internacionales. Sin embargo, nuestro país, y en concreto la Región de Murcia, alberga playas y enclaves espectaculares capaces de encandilar a cualquiera. Por eso, no es necesario cruzar fronteras para bañarse en aguas cristalinas o tomar el sol rodeado de un paisaje de ensueño.

Y es que como resaltan desde revista National Geographic, aunque el litoral murciano «pueda parecer pequeño», sus 250 kilómetros «están muy bien aprovechados». En ellos se encuentran «algunas de las playas más populares de España», y con una particularidad muy especial: su costa está bañada por dos mares, el Mediterráneo y el Mar Menor.

Eso sí, si solo se cuenta con unos pocos días de descanso, visitar todas sus playas puede ser complicado. Por ello, National Geographic ha elaborado una guía con algunas de las mejores playas de la Costa Cálida para disfrutar este verano:

Forma parte del paraje natural de «Cuatro Calas», situado junto al límite con Almería. Es considerada «el último refugio virgen del Mediterráneo en la Región de Murcia» y ha sido elegida por National Geographic como una de «las mejores playas de España».

«Una de las playas más vírgenes que existen en la Región», según destacaN. Su estado de conservación se debe a que forma parte del Parque Natural de la Sierra de la Almenara, Las Moreras y Cabo Cope. Gracias a su sostenibilidad y excelencia turística, ha sido reconocida con el premio Ecoplayas.

Sin duda, uno de los enclaves costeros más bellos de la Región. En esta zona, la intervención humana es casi imperceptible, lo que la convierte en «una de las playas mejor conservadas del Mediterráneo». Su arena fina y dorada, junto a sus aguas azules y cristalinas, la hacen inconfundible.

Más allá de su arena o sus aguas, lo que realmente llama la atención aquí son sus impresionantes formaciones geológicas. El mar y el paso del tiempo han modelado un paraje de tonos amarillos que recuerda a las dunas de un desierto, aunque se encuentre a orillas del mar.

«Una de las más bellas de la Región», arropada entre dos formaciones rocosas. Su arena gris y fina, junto a su pequeña dimensión, le otorgan un encanto muy particular.

Ubicada en el límite del municipio, esta playa urbana destaca por su peculiar aire minero. Abierta al oleaje del Levante, está protegida por la pequeña Isla del Fraile. «Su pasado industrial se refleja en una antigua plataforma de hormigón y piedra que funcionaba como embarcadero de mineral procedente de la Sierra de los Filabres»..

Situada en uno de los enclaves turísticos más conocidos de la Región, esta playa semiurbana se extiende casi un kilómetro. Su ocupación en verano suele ser alta, pero su belleza la convierten en una opción muy popular.

Con apenas 200 metros de largo y 18 de ancho, esta cala en forma de herradura es una de las más pequeñas, pero también de las más encantadoras. Aunque pertenece al término municipal de Cartagena, está aislada de los núcleos urbanos y se encuentra en una zona protegida.

Justo antes de adentrarse en el Parque Natural de Calblanque y tras dejar atrás el Cabo de Palos, aparece esta cala rodeada de acantilados y montañas de pizarra. Esa geografía tiñe de negro la arena del lugar, famoso por sus aguas transparentes y los saltos desde las rocas que atraen a los más aventureros, destacan.

Sin duda, se trata de una lista imprescindible para quienes quieran descubrir los tesoros naturales de la Costa Cálida.

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