Pedro Sánchez y Fernando López Miras, dos supervivientes políticos con emergencias presupuestarias

Ni ellos ni sus circunstancias son las mismas: persisten viejos problemas, algunos se han agravado y emergen nuevas urgencias. Pero, si bien no todo es dinero, detrás de todo aparecen factores económicos: los Presupuestos, la fiscalidad, la deuda, la reforma del sistema de financiación autonómico... fundamentales para mantener el Estado de bienestar y que los servicios públicos sigan funcionando.

Porque cuando López Miras habla de déficit de inversiones, de déficit infraestructuras, de déficit de médicos y profesores y hasta de déficit hídrico, su principal mensaje es que la infrafinanciación es el gran lastre de la Región. Y para que Pedro Sánchez tenga en su mano ofrecer compromisos o acuerdos concretos, necesitará también de unos Presupuestos que fue incapaz de aprobar para 2024 y que se le resisten para 2025.

La financiación territorial es precisamente el motivo por el que Sánchez inició esta ronda de encuentros. Eso, tras pactar con ERC un cupo singular para Cataluña y con el compromiso de reformar el sistema o incluso planteando una quita de la deuda. El jefe del Ejecutivo arrancó el curso prometiendo más fondos para las comunidades, con una reforma «que reduzca las diferencias territoriales, que atienda a las singularidades y garantice la suficiencia del gasto público y exija corresponsabilidad de los gobiernos autonómicos».

Pero el líder socialista también cargó contra las autonomías del PP, a las que criticó por pedir más fondos al tiempo que aprueban «regalos fiscales para los más ricos». Mientras, esta misma semana, López Miras presumía de que la Región es «una de las comunidades con menor presión fiscal frente a las 69 subidas de impuestos del Gobierno central».

El Ejecutivo regional, como el resto de comunidades del PP, reclama un acuerdo «multilateral», más allá de estos encuentros a dos bandas. Por eso, exigen la convocatoria de la Conferencia de Presidentes y el Consejo de Política Fiscal y Financiera.

La primera de ellas tendrá lugar finalmente en diciembre, según explicó este viernes el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres. Aunque aún se le busca fecha, comunidades como Murcia urgen desde el verano a abordar también las políticas de inmigración en esa Conferencia. El PSOE reclama a los populares que apoyen la reforma legislativa que agilizaría el traslado a la Península de los inmigrantes llegados a Canarias y la acogida de los menores extranjeros no acompañados. Este fue precisamente el epicentro de la ruptura del acuerdo de gobierno entre PP y Vox en la Región y puede condicionar la aprobación de los Presupuestos del año que viene.

Tres de otras cuestiones que han sido frentes abiertos entre Madrid y Murcia son el agua y el Trasvase Tajo-Segura, la recuperación del Mar Menor y el carpetazo ambiental al proyecto de la dársena de contenedores de El Gorguel, en Cartagena. Son asuntos que han pasado por las manos de la vicepresidenta Teresa Ribera, al frente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. A la espera de su inminente salida para ocupar una de las vicepresidencias de la Comisión Europea, la Región no quita ojo a quién puede ser su sucesor o sucesora.

Si en lo que se refiere a la recuperación de la laguna ambas administraciones han ido estrechando posturas, esto no ha ocurrido con el Trasvase tras los cambios en la planificación del Tajo. El compromiso del Gobierno es incrementar la capacidad de desalación hasta los 140 hectómetros. «El Levante no puede prescindir del Trasvase», es el mensaje que el presidente murciano quiere trasladarle a Sánchez, además de un mensaje de auxilio para los agricultores de secano.

La mortandad masiva de peces de 2019 en el Mar Menor trajo un choque frontal para ambas administraciones. Sin dejar de evidenciar sus diferencias (por ejemplo, cómo acabar con los vertidos a través de la rambla del Albujón) y algún cruce de reproches, la puesta en marcha de la Comisión Interadministrativa del Mar Menor, en la que se integran la administración central y la regional junto a los ayuntamientos, ha servido para limar asperezas. La firma en enero del acuerdo para puesta en marcha por Teresa Ribera y López Miras fue visto como una 'tregua'.

López Miras quiere pedir también el apoyo de Sánchez para los proyectos de hidrógeno verde en Escombreras. De hecho, Cartagena fue incluida por el Miteco en uno de los ejes que articularán el H2MED, el primer corredor de hidrógeno verde de la UE.