Pedro Manuel Moreno: «La pandemia de la Covid-19 desató una era de crisis en cascada»
«En cambio climático, los países en desarrollo están en primera fila a la hora de los desastres y en última a la hora de las ayudas», asegura el secretario general adjunto de la Conferencia sobre Comercio y Desarrollo de la ONU
Pedro Manuel Moreno (Alcantarilla, 1979) fue nombrado el pasado 4 de noviembre secretario general adjunto de una de las principales agencias de la ONU: la Conferencia sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), cuya sede está en Ginebra (Suiza) y es uno de los principales organismos de Naciones Unidas sobre asuntos económicos. Moreno se licenció en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, cuenta con varios másteres y, pese a su juventud, acumula ya 20 años de experiencia en organizaciones multilaterales e intergubernamentales. Así, el alcantarillero fue secretario general adjunto del Comité de Comunicación para el Desarrollo en la Comisión Española para la Unesco (1999-2004) y para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (2004-2014).
Ha trabajado en Ecuador y en Nueva York. Además, ocupó el cargo de director de gabinete de la Secretaría General Iberoamericana en Madrid, organismo intergubernamental que agrupa a 22 estados de Europa, América Latina y el Caribe. Desde allí, coordinó procesos políticos claves como las cumbres de jefes de Estado en México (2014), Colombia (2016), Guatemala (2018) y Andorra (2020), además de más de una treintena de encuentros ministeriales y proyectos de cooperación. Esta entrevista se realiza, por petición del protagonista, mediante un cuestionario.
-Háblenos un poco de su trayectoria profesional. ¿Cómo llega un ciudadano de Alcantarilla a la secretaría general adjunta de una de las principales agencias de la ONU?
-Pues con la suerte de contar, desde muy joven, con personas de las que he aprendido mucho y que siempre me han empujado a dar un paso más, a lo que le he añadido mucho trabajo y esfuerzo y, sobre todo, ganas de cambiar cosas, de aportar siempre algo más. Toda mi carrera estuve becado y siempre me gustaron especialmente los temas de relaciones internacionales: comencé la carrera en Madrid y de ahí me fui a París, a seguir estudiando y trabajando en la Unesco, desde donde pasé a Ecuador, que fue mi primer destino en la ONU cuando tenía solo 24 años. A partir de ahí, un puesto fue llevando a otro. Y ahora me encuentro en Ginebra, donde, como sabe, he sido recientemente nombrado secretario general adjunto de la Conferencia sobre Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas (Unctad).
-¿Qué cometido tiene la Conferencia sobre Comercio y Desarrollo? ¿Qué acciones promueve para ayudar a los países menos adelantados?
-La Unctad es una conferencia formada por 195 países de todo el mundo, cuyo objetivo principal es apoyar a los países menos desarrollados en su incorporación a la economía global, a través de instrumentos como la inversión, el comercio internacional, el acceso a recursos para el financiamiento, la tecnología o la economía digital. En nuestras reuniones, hemos llegado a acuerdos importantes a lo largo de nuestra historia, que han significado cambios importantes en el sistema de comercio internacional, como el Sistema General de Preferencias, que favorece a los países menos adelantados sobre los países más ricos, o los Derechos Especiales de Giro, que constituyen una de las mejores fuentes de liquidez que existen para el mundo en desarrollo en la actualidad.
-¿Cómo ha quedado el mundo menos adelantado tras la pandemia de la Covid-19? ¿Hasta qué punto se han disparado las desigualdades y qué necesidades son ahora mismo las más apremiantes en el llamado Tercer Mundo?
-La pandemia de la Covid-19 ha desatado una era de crisis en cascada, en la cual hay que sumar también la crisis inflacionaria, el cambio climático, la subida de los tipos de interés y la crisis alimentaria y energética que estamos viviendo en estos momentos. En vez de Tercer Mundo, yo prefiero el termino Sur Global, que es como las regiones en desarrollo se refieren a sí mismas. El Sur Global enfrenta dos grandes problemas: un aumento muy preocupante de la desigualdad en todas las dimensiones (de género, digital, rural-urbano, empleo formal e informal) y el problema del acceso a recursos financieros. Las subidas de tipos de interés están llevando a una salida de capital del Sur Global muy alarmante, y esto en el peor momento posible, cuando los países necesitan más recursos para proteger a los hogares más vulnerables de las subidas del coste de la vida.
-Siempre se dijo que la pandemia no acabaría hasta que todo el mundo estuviera vacunado, en todo el planeta. ¿Hasta qué punto ha avanzado la vacunación en las regiones con peores condiciones de desarrollo?
-Ya, tanto los países avanzados como los países de renta media, han superado el reto de la vacunación contra el coronavirus. Ahora, la última batalla es la de África, donde solo un cuarto de la población ha recibido las dos dosis de vacunas primarias. Los africanos se sienten abandonados en este tema. En el mundo desarrollado, se han administrado más terceras y cuartas vacunas contra la Covid que primeras o segundas dosis se han administrado en África.
Conflicto en Ucrania
-Y, por si fuera poco, una vez que la pandemia parece dar una tregua, llega la guerra de Ucrania. ¿De qué forma está afectando fuera de Europa tanto la guerra como su principal consecuencia económica, que es la crisis energética y de precios?
-La guerra en Ucrania lo que ha hecho es acelerar de manera tremenda unas tendencias que ya veíamos anteriormente en los precios de alimentación y energía. Rusia y Ucrania son de los principales exportadores de granos del mundo, y Rusia, a su vez, es el mayor exportador de gas natural y fertilizantes, y el segundo en petróleo. La guerra ha complicado el comercio de todos estos rubros. En la Unctad, junto al Secretariado en Nueva York y otras agencias de la ONU, hemos desarrollado la Iniciativa de Grano del Mar Negro, que ha logrado sacar más de 12 millones de toneladas de grano de los puertos de Ucrania. Pero esto aún no es suficiente. El hambre y la pobreza en el mundo siguen creciendo, acumulándose sobre los retrocesos que veníamos viendo desde la pandemia.
Las frases
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Ascenso profesional «He contado con personas que me han empujado a dar un paso más, a lo que he añadido esfuerzo y trabajo»
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Desigualdades «La subida de tipos de interés provoca una salida de capital del Sur Global muy alarmante, en el peor momento posible»
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Vacunación «Los africanos se sienten muy abandonados. Solo un cuarto de la población recibió las dos dosis primarias»
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Guerra de Ucrania «El mayor signo de la implicación de la ONU es la Iniciativa de Grano del Mar Negro, que permitió el restablecimiento del comercio de cereales y fertilizantes»
-¿Se está implicando lo suficiente la ONU en la resolución del conflicto de Ucrania? ¿No cree que se echa de menos un papel más activo?
-Sin duda alguna que se está implicando. Desde la ONU vamos a perseguir siempre el diálogo y la paz por encima de todo. Agotaremos lo que esté en nuestras manos para lograrlo, dentro de los espacios adecuados y respetando, obviamente, la soberanía de los países. La ONU está enfocando sus esfuerzos en quienes más sufren las consecuencias de estos conflictos, en los más vulnerables. En este conflicto de Ucrania, el mayor símbolo de nuestra implicación es la Iniciativa de Grano del Mar Negro, que ha representado un verdadero éxito diplomático en medio de unas circunstancias muy difíciles, al permitir un progresivo restablecimiento del comercio de cereales y fertilizantes de Ucrania y Rusia a los mercados globales.
-Otro de los cometidos de la Unctad es el fomento del comercio internacional en los países en vías de desarrollo. La Región de Murcia siempre ha sido una comunidad con vocación exportadora. ¿Qué pueden hacer los empresarios murcianos para ayudar? Por ejemplo, esta es una tierra productora de alimentos en un planeta en el que no todos tienen alimentos...
-Nosotros en la ONU trabajamos con países, quienes representan los intereses de cada territorio. Estoy seguro de que los delegados españoles que nos representan tienen muy en cuenta el enorme potencial de la Región de Murcia en materia exportadora y la excelente calidad de sus productos alimentarios.
Cambio climático
-Los países menos desarrollados tienen escasa culpa del calentamiento global, pero sufren como todos, e incluso más, sus consecuencias negativas. ¿Cómo está afectando el cambio climático en las zonas más desfavorecidas?
-Como bien dice el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, los países en desarrollo están en la primera fila del desastre y en la última fila de la ayuda en el tema del cambio climático. Estamos viendo desertificación, un aumento de los daños ocasionados por los desastres naturales y un incremento importante de los desplazamientos forzosos de personas, tanto a países terceros (emigración) como, sobre todo, a nivel interno de los países.
-¿Qué políticas son necesarias para mitigar los efectos del cambio climático?
-Hace falta inversión en energías renovables, pero que esta inversión no sea solo en los países más avanzados. Hace falta transferencia de tecnologías del norte al sur. Son necesarios muchos más recursos destinados a la adaptación, y no solo a la mitigación, para construir resiliencia ante los impactos negativos del cambio climático. Hace falta fortalecer la cadena de valor global en renovables, que de momento está muy concentrada en muy pocos países. Por poner un ejemplo, el 90% de todas las baterías de litio del mundo se hacen solo en tres países.
-¿Qué balance hace de la reciente cumbre del COP27? ¿Ha sido una oportunidad perdida?
-No, no creo que haya sido una oportunidad perdida. Creo que esta COP ha sido exitosa, porque ha demostrado que el Sur Global está unido en la lucha contra el cambio climático. Esta mala percepción de la COP es algo que se ha visto más en los periódicos de Occidente que en el resto del mundo. Y la razón es que esta COP tuvo un foco mayor en adaptación, en vez de mitigación, y muchos leen eso como un retroceso. Pero para los países en desarrollo, el avance ha sido realmente significativo.
-Han surgido voces en España y en otros países, casi siempre vinculadas a movimientos populistas, que criminalizan la Agenda 2030 y son negacionistas del cambio climático. ¿Qué tiene que decirles?
-La Agenda 2030 es demasiado grande como para caer dentro de cualquier contienda partidista de un país. Conozco estos movimientos, pero lo que es más curioso es que los hay tanto de un lado como de otro. Yo, honestamente, creo que usar la Agenda 2030 como piñata política no beneficia a nadie y, sobre todo, no beneficia al propio populista. Primero, porque es un término relativamente abstracto y, por tanto, difícil de caricaturizar. Y, segundo, porque ponerse en contra de la Agenda 2030 es ponerse en contra de algo en lo que todos los países del mundo se pusieron de acuerdo en 2015.