Page quiere blindar el Tajo con la Red Natura para estrangular el Trasvase

El presidente del Scrats, Lucas Jiménez, comentó ayer que no es una persona proclive a pensar en conspiraciones, pero mostró sus recelos porque esta iniciativa se produce en un contexto en el que todos los elementos juegan en contra del acueducto, como las sentencias que emitió el Tribunal Supremo en primavera, que obligan a fijar los caudales ambientales en el Tajo. A partir de ahí, la interpretación que hacen el Ministerio para la Transición Ecológica, el Ejecutivo castellano-manchego, los ecologistas y colectivos sociales, es que hay que incrementar esos caudales, lo que iría en menoscabo de los trasvases al Levante. El Ministerio dio un paso más y apuntó que habría que cambiar el Memorándum y las reglas de explotación.

Asimismo, esta propuesta de Castilla-La Mancha se lanza cuando están pendientes los nuevos planes de cuenca, que llevan un retraso importante respecto de las previsiones que tenía el Ministerio, que pensó en publicar en julio los Esquemas de Temas Importantes (ETI), donde quedarían reflejadas las propuestas de los nuevos caudales del Tajo.

Sin embargo, este procedimiento quedó aparcado. Algunos lo atribuyeron a las elecciones generales, para no generar tensiones territoriales, pero otras fuentes próximas al Gobierno murciano consideraron ayer que puede existir una maniobra conjunta del Gobierno de García-Page y del Ministerio para anteponer la Red Natura 2000, condicionar el nuevo plan de cuenca del Tajo e incrementar los caudales ecológicos hasta hacer el Trasvase inviable, al menos para los regadíos del Levante. Existe el convencimiento de que cualquier norma medioambiental prevalecerá sobre las demás cuando haya que revisar o ajustar los caudales.

El borrador del Plan Director de la Red Natura 2000 señala cuáles serían las aportaciones hídricas necesarias en el tramo medio del río Tajo «para contribuir a alcanzar el grado de conservación favorable de las especies y hábitats de interés comunitario ligados al agua». De aplicarse el volumen mínimo anual propuesto, el Trasvase Tajo-Segura quedaría prácticamente invalidado, a tenor de las aportaciones de los últimos años.

La ley del Memorándum marca actualmente unos caudales mínimos de 6 metros cúbicos por segundo en Aranjuez, y de 10 en Toledo y Talavera de la Reina. Con el nuevo plan, esos caudales se multiplicarían por cinco en varias zonas. Así, en el tramo del río comprendido entre Zorita (cerca de los embalses de cabecera) y Aranjuez, propone caudales que oscilan entre los 13,69 y 20,41 metros cúbicos por segundo, según las zonas y meses del año; un volumen tres veces superior al actual. Ahí están localizadas las zonas de especial conservación (ZEC) de la Sierra de Altomira y Yesares del Valle del Tajo.

Entre Aranjuez y Toledo el incremento oscilaría entre 26,42 y 49,62; mientras que en Talavera la horquilla sería de 27,72 a 57,77 metros cúbicos por segundo. Ahora son 10. A lo largo de este tramo hay otras cinco zonas protegidas. Esta propuesta está elaborada por Domingo Baeza Sanz, que participó en un proyecto sobre caudales ecológicos de la organización Nueva Cultura del Agua.

El plan director indica que hay que «adecuar las concesiones antiguas y nuevas a los caudales circulantes actuales y bajo distintos escenarios de cambio climático». Señala, asimismo, que todas las demarcaciones hidrográficas relevantes de Castilla-La Mancha (Tajo, Guadiana, Júcar, Segura, Guadalquivir y Ebro) «mantienen espacios de la Red Natura 2000 con poblaciones significativas de especies y/o hábitats ligados al agua, para los que es indispensable la existencia de un régimen de aportaciones de recursos hídricos que garantice en el tiempo las necesidades y funciones ecológicas de las que dependen».

El consejero murciano de Agricultura, Agua y Medio Ambiente, Antonio Luengo, indicó ayer que «hay aspectos del plan que preocupan en relación al futuro del Trasvase Tajo-Segura. Nuestros servicios técnicos y jurídicos los están analizando para interponer los recursos o alegaciones que se estimen oportunos antes de que expire el plazo, y defender así los intereses de la Región de Murcia. Uno de los puntos que más preocupa es el estudio del caudal ecológico, que toma como referencia caudales más elevados incluso de los que discurrirían en régimen natural por el Tajo».