Redes contra los vertidos en Los Alcázares
La falta de alcantarillado aislado del saneamiento lleva al Ayuntamiento a instalar mallas para 'pescar' los residuos del excedente de las lluvias
La insuficiente red subterránea para canalizar las aguas urbanas y de lluvia –problema común en todo el litoral– ha llevado al Ayuntamiento de Los Alcázares a instalar un curioso sistema de 'pesca' de desperdicios en el alcantarillado para que no terminen en el Mar Menor. «Le copiamos la idea a la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), que lo utiliza para extraer residuos de los ríos», explica el alcalde de Los Alcázares, Mario Pérez Cervera.
Cada vez que en el Ayuntamiento reciben una alerta inminente de tormenta, los servicios municipales instalan grandes bolsas de malla en los tramos de alcantarillado más próximos al Mar Menor, para filtrar el caudal que llega a la laguna en caso de que se desborden las redes subterráneas con las lluvias torrenciales. Al carecer de mallas separativas para el alcantarillado y el saneamiento de las viviendas, toda esa carga que, en condiciones normales, se dirige a la depuradora, rebosa hasta levantar las tapas del alcantarillado y aflora a la superficie.
Ese sistema antiguo, de un alcantarillado precario y compartido con el saneamiento urbano ha generado con cada lluvia torrencial un excedente que ha ido a parar durante décadas a la laguna. «El sistema de redes, por lo menos, evita que vayan al Mar Menor todo tipo de residuos, como toallitas, papeles y demás. Hemos encontrado incluso mascarillas», asegura el primer edil.
«El sistema evita que toallitas, papeles y otros objetos acaben en el Mar Menor», dice el alcalde
Los operarios recogen las redes después de las tormentas, las limpian y las guardan hasta que se produce la siguiente alerta por lluvias. Se suelen instalar en las cabezas del alcantarillado de cota cero, que tienen menos profundidad bajo tierra, por lo que se desbordan con más facilidad. «Son las que están junto al club náutico y todas las próximas al paseo marítimo», explica Pérez Cervera.
Para prescindir de este método rudimentario, habría que instalar una red separativa de alcantarillado y saneamiento, cuyo coste global, calcula el regidor, ronda los 20 millones de euros. «Vamos haciendo mejoras e incorporando redes independientes por tramos, como en la calle Manuel Acedo, en la urbanización La Dorada y en la calle Andalucía», señala Pérez Cervera.
También en otros municipios
Para avanzar en la creación de un sistema de aprovechamiento del agua y el freno a los vertidos al Mar Menor, el Ayuntamiento espera que llegue una parte de los presupuestos que el Estado ha destinado a la preservación de la albufera. En los otros municipios costeros, la situación es parecida. En San Javier, apenas del 15% de la red es separativa, según confirma la concejala de Servicios Públicos, María Dolores Ruiz. «Desde hace seis años, vamos haciendo inversiones por zonas, que se suman a las que incorporan otros proyectos mayores, como la canalización del tanque de tormentas en La Ribera», afirma la responsable. El problema se repite en torno al Mar Menor. «Si con las lluvias rebosan los alcantarillados, al final va todo para abajo», afirma la edil.
En San Pedro del Pinatar, «solo hay redes independientes de alcantarillado y saneamiento en algunas zonas y en los nuevos desarrollos urbanísticos», explica la concejala de Servicios Públicos, Silvia Egea. Donde solo funciona una tubería conjunta, «con las aguas torrenciales, se desborda», confirma Egea. Con las riadas, terminan llegando al mar desde varios puntos de la costa esos aportes incontrolados de aguas negras y toneladas de barro, que terminan por enturbiar las aguas.