El conflicto por las obras de arte de las clarisas llega al TSJ
La Comunidad reclama la devolución de las piezas, mientras que la congregación religiosa mantiene que no forman parte del BIC
Comienzan los primeros trámites judiciales por el traslado de obras de arte desde el monasterio de la Encarnación de Mula al convento que las clarisas tienen en Elche (Alicante). El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Región acogió una vista oral entre la Comunidad Autónoma y la congregación religiosa con el objetivo de dirimir si las obras forman o no parte del Bien de Interés Cultural (BIC) del monasterio, ya que las monjas consideran que no pertenecen a esa catalogación.
«Los expertos y letrados de la Comunidad Autónoma y del Ayuntamiento consideran que el bien de interés es indivisible y entra tanto el contenido como el continente», aseveró el concejal de Cultura, Diego Jesús Boluda. «Fue un traslado polémico», recordó el edil, «porque las hermanas no respetaron la Ley Regional de Patrimonio Cultural y no comunicaron que iban a realizar el traslado, ni al Ayuntamiento de Mula ni a la propia Consejería de los bienes artísticos que se ubicaban en el monasterio». Existe un inventario de todas las obras que se llevaron las religiosas, catalogadas por el Ministerio de Cultura. «Incluso las propias religiosas detallaron las obras que se encontraban dentro del convento en la década de los 80 del siglo pasado, para conseguir la declaración de Bien de Interés Cultural», apuntó Boluda. El concejal indicó que las hermanas clarisas «desoyeron en numerosas ocasiones las indicaciones que se les dio».
Multa de 100.000 euros
Por su parte, la Comunidad Autónoma sancionó con 100.000 euros a la abadesa de las clarisas de Elche por la comisión de una infracción administrativa grave, cuyos hechos resultaron probados a lo largo de todo el proceso sancionador que se ha prolongado durante los últimos dos años.
La orden resolutoria informa de todos los pasos que se han dado desde que en junio de 2019 la Dirección General de Patrimonio Cultural fue alertada del posible cierre del Real Monasterio de la Encarnación de Mula y que su comunidad religiosa se iba a fusionar con el convento de Elche.
Derivado de ello, se advirtió de que se estaba realizando un supuesto traslado de las piezas histórico-artísticas y obras de arte desde Mula hasta la citada localidad alicantina «sin la debida comunicación», tal y como contempla la normativa regional. Este hecho fue confirmado por la propia comunidad religiosa después de una visita que tuvo lugar en julio de ese año.
