Una olla a presión naranja
Las buenas perspectivas de Ciudadanos no evitan la marejada interna en el partido, cuya dirección nacional busca candidatos alternativos a Miguel Sánchez. La dimisión de José Luis Ros debilita al portavoz de la Asamblea dentro de la ejecutiva regional, donde era uno de sus apoyos
Es uno de los partidos mimados por las encuestas, con previsiones unánimes de crecimiento en la Región de Murcia para las elecciones municipales y autonómicas del 26 de mayo, y será, con mucha probabilidad, el juez que elija quién se siente en el trono de San Esteban la próxima legislatura, y el que comparta el poder en la Comunidad Autónoma. Sin embargo, nada de eso es suficiente para tranquilizar las estructuras de Ciudadanos y disipar los nubarrones que se ciernen sobre el refulgir naranja.
Los problemas no son nuevos, pero se amplifican ante la proximidad de las elecciones: la formación carece de un líder asentado e incontestable, existen serias dudas sobre sus candidatos y la dirección regional dista mucho de ser una piña. Y todo ello con la aquiescencia y hasta la colaboración de la ejecutiva nacional que preside Albert Rivera, que nunca ha prestado mucha atención a la organización de Murcia, a pesar de presumir de ella cuando necesita remarcar su intolerancia ante la corrupción y su firmeza para desbancar a cargos populares mancillados por ella.
Esa misma dirección nacional es la que ahora muestra sus dudas a que el político que ha abanderado su proyecto durante los últimos cuatro años en la Región, su portavoz en la Asamblea Regional, Miguel Sánchez, sea quien deba repetir al frente de la candidatura en las elecciones autonómicas.
Mario Gómez lo tiene más fácil en Murcia, ya que controla la agrupación y será difícil ganarle las primarias
Mientras que a candidatos de otras latitudes se les anima y bendice desde Madrid, a Sánchez, que ya ha anunciado que se presentará a las primarias, se le buscan alternativas, incluso fuera del propio partido, aunque hasta ahora, al parecer, sin éxito. Uno de los cotilleos internos es comentar quiénes han rechazado la oferta. Se habla de un magistrado, de una empresaria y hasta de una periodista de televisión. Este 'casting' externo da a entender que tampoco el diputado regional Juan José Molina, que ha dejado caer su intención de presentarse a las primarias, goza del favor de la dirección nacional.
Valle Miguélez y Francisco Álvarez han ganado poder dentro del Comité Autonómico en perjuicio de otros dirigentes
El loable fin es elegir a los mejores candidatos posibles para unos comicios en los que Ciudadanos se juega por primera vez, a pesar de su juventud, ser una potente fuerza de gobierno en regiones y ayuntamientos de toda España. Da igual que puedan ser independientes, si encajan en el perfil adecuado. El partido ya ha dado el visto bueno a varios de ellos, caso de Manuel Valls para la alcaldía de Barcelona, y del periodista Daniel Pérez y del ex rector de la Universidad de Oviedo Juan Vázquez para las presidencias autonómicas de Aragón y Asturias.
Primarias en un plis plas
Hay quien apunta que la única explicación del retraso en la convocatoria de las primarias municipales y regionales -se prevén para finales de febrero o principios de marzo- es que Rivera y su mano derecha, José Manuel Villegas, aún no han cerrado el proceso de selección de cabezas de lista en diversas regiones.
Las elecciones andaluzas y la posterior negociación con el PP para formar gobierno han obligado a aplazarlo todo, a pesar del riesgo que implica dejar a menos de tres de meses de los comicios un proceso potencialmente incendiario. Para contrarrestar dicho riesgo, la dirección nacional quiere resolverlo en poco más de una semana con unas primarias exprés, lo que apenas dará opciones a los aspirantes menos conocidos, como los tres que ya han anunciado en Murcia su intención de competir por encabezar la candidatura: Leonardo Pérez, Óscar Pozzati y Francisco Morales.
A pesar de todo, Miguel Sánchez no está del todo descartado, si la dirección sigue recibiendo calabazas en su búsqueda de un mirlo blanco, y gana al final las primarias vertiginosas.
En el municipio de Murcia la situación es distinta. El Consejo General de Ciudadanos aprobó el viernes que la capital de la Región sea una de las cuatro ciudades en que se celebren primarias, junto a Madrid, Zaragoza y Valencia, al ser la únicas que cumplen el requisito de poseer más de 400 militantes con una antigüedad superior a los seis meses.
El portavoz municipal en Murcia, Mario Gómez, quiere repetir al frente de la lista y, en este caso, la dirección nacional tiene escaso margen de réplica, ya que Gómez controla la organización en el municipio y será muy difícil ganarle las primarias.
Además de las discrepancias e incertidumbres sobre las candidaturas, en el partido subyace un problema orgánico a causa de la falta de sintonía dentro del Comité Autonómico, en cuyas últimas reuniones han arreciado las discusiones.
Hace un par de semanas visitó Murcia el todopoderoso secretario de Organización de la dirección nacional, Fran Hervías, y se reunió con la secretaria de Organización regional, Valle Miguélez, y el secretario de Acción Institucional, Francisco Álvarez, pero no con Miguel Sánchez, con el que, según fuentes del partido, mantuvo hace un par de meses serias discrepancias por cuestiones internas.
Reparto de poder
Miguélez y Álvarez han incrementado su poder en el Comité Autonómico en los últimos meses en perjuicio de otros dirigentes, como Mario Gómez y Miguel Sánchez, cuya posición interna se ha debilitado con la reciente dimisión de José Luis Ros como secretario de Comunicación, que era uno de sus aliados internos.
Álvarez lidera el 'lobby' de Alcantarilla dentro de la dirección regional, que completan María Dolores Jiménez, secretaria de Relaciones Institucionales, e Isabel Franco, la nueva secretaria de Comunicación, y Miguélez se ha erigido en la principal interlocutora del partido en Murcia con el Comité Ejecutivo nacional, en el que no hay ningún representante de la Región.
Esta es la tesitura en la que afronta las elecciones un partido grande en expectativas, pero no tanto en su funcionamiento interno, y al que lo uno podría frenar lo otro, si no lo corrige a tiempo.