El número de abortos descendió un 6,9% durante el año de la pandemia
La Región fue una de las únicas cuatro comunidades en las que no se realizó ninguna de estas intervenciones en el sistema público
El número de abortos descendió un 6,9% el año pasado en la Región de Murcia. En concreto, se llevaron a cabo 3.232 interrupciones voluntarias del embarazo, 241 menos que en 2019. La tendencia fue similar en el resto de España, con una reducción del 10,9% en todo el país. Según el Ministerio de Sanidad, «esta disminución podría deberse a la situación excepcional causada por la pandemia». La caída se produce «en todas y cada una las comunidades». Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) ya reflejaron una clara disminución de los embarazos durante la crisis sanitaria.
La Región es, tradicionalmente, uno de los territorios donde más abortos se producen, y la tendencia se mantiene. En concreto, en 2020 se registraron 11,25 abortos por cada mil mujeres de entre 15 y 44 años. Solo Cataluña, Asturias y Baleares superaron esta tasa.
Pese a estas elevadas cifras, la sanidad pública regional siguió sin practicar abortos el año pasado. Tampoco se realizaron este tipo de intervenciones en los centros públicos de Madrid, Castilla-La Mancha y Extremadura. Si se cumplen los anuncios de la Consejería, La Arrixaca pasará a partir de ahora a asumir las interrupciones que se realicen desde la semana 22. Se trata, en todo caso, de situaciones muy excepcionales: en 2020 apenas se registraron tres abortos en Murcia a partir de la semana 23. El 95% de las intervenciones se llevaron a cabo en las primeras 14 semanas de gestación.
Precisamente este martes, el Ministerio de Igualdad adelantó que la reforma de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) incluirá un registro de profesionales objetores «para garantizar el acceso al aborto en todos los casos», según explicaron fuentes de este departamento a la agencia Europa Press. Este registro será similar al que ya se estableció en la Ley de Eutanasia, y permitirá «identificar las necesidades en cada área sanitaria». Para el Ministerio, en España existe «una mala práctica» en relación a la «objeción de conciencia». En la Región de Murcia, por ejemplo, no se practican abortos en ningún centro público, sin que esto signifique que todos los profesionales se han declarado objetores.
Críticas del Obispo
Pero la nueva regulación no gusta ni al Comité de Bioética de España, que propone un registro de «no objetores», ni a la jerarquía eclesiástica. El obispo de la Diócesis, José Manuel Lorca Planes, aseguró este martes que no le «gusta nada» la idea porque «cada uno tiene derecho a su intimidad y a sus creencias».
