Control de cultivos. Joaquín Navarro, a la izquierda, explica el funcionamiento de la fertirrigación controlada con lisímetros, junto al tanque de drenaje, en el Cifea de Torre Pacheco. j.m. rodríguez / agm

Así se forman los nuevos vigilantes del Mar Menor

Más de 240 operadores agroambientales ya han sido formados con la misión de asesorar a las empresas del Campo de Cartagena para que cumplan todas las medidas de la ley de protección de la laguna; una figura de control que refuerza a las ya existentes

Domingo, 10 de julio 2022, 07:22

Joaquín Navarro Sánchez imparte la última clase a treinta profesionales que obtendrán el carné de operador agroambiental. Es la cuarta promoción de unos vigilantes y ... auditores que se encargarán de asesorar a las explotaciones del Campo de Cartagena para que cumplan la larga lista de medidas de control -principalmente la limitación de nitratos- impuestas a la actividad agrícola y ganadera, tanto por la ley regional de Protección del Mar Menor, así como por la Confederación Hidrográfica del Segura para proteger los acuíferos. Ya se han formado 243 profesionales -la mayoría ingenieros y técnicos agrónomos-, y debido a la alta demanda sobrepasarán los 400 al final del programa. Habrá hasta nueve cursos de 40 horas, a los que seguirán otros de mayor duración para distintas titulaciones.

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La agricultura del Campo de Cartagena se ha convertido en una de las más controladas y fiscalizadas, y la figura de los operadores agroambientales es un eslabón en este proceso. Para regenerar el Mar Menor y practicar una actividad socioeconómica sostenible y compatible con el ecosistema se requieren miles de ojos, y estos operadores constituirán el colectivo más numeroso encargado de que los productores cumplan las medidas. Antes de fin de año, los titulares y arrendatarios deberán contar con estos asesores. Otra figura recogida en la ley, y pendiente de constituirse, son las entidades colaboradoras, que realizarán controles independientes, precisamente a la labor de los operadores.

María Manchado, directora técnica de Widhoc, explica la instalación de una sonda de succión a los futuros operadores. j.m. rodríguez / agm

La Consejería de Agricultura destina, aparte, a 248 personas al Mar Menor, dedicadas a la monitorización, inspección, formación, asesoramiento, vigilancia ambiental y limpieza. La CHS también tiene gran parte de sus funcionarios y personal laboral volcado en el Mar Menor, y necesita cubrir más de 200 puestos. A todo ese despliegue humano hay que sumar a la comunidad científica comprometida con la salvaguarda del ecosistema. Todo cuanto gira alrededor de las medidas del Mar Menor se ha convertido en un importante nicho de empleo en la Región.

LA VERDAD asiste a una clase

El Centro Integrado de Formación y Experiencias Agrarias (Cifea) de Torre Pacheco se ha convertido en el centro de referencia, en el banco de pruebas, para ensayar y aplicar las medidas de recuperación y protección del Mar Menor. Forma a los operadores agroambientales y a la vez transfiere conocimiento y técnica a las empresas agrícolas. Es miércoles por la tarde y LA VERDAD asiste al último curso que imparte Joaquín Navarro a treinta futuros operadores, antes de que se realicen las pruebas finales de evaluación. La mayoría son ingenieros y técnicos agrónomos que cuentan con más de tres años de experiencia, por lo que el nivel profesional es muy elevado y el grado de detalle solo para iniciados. La clase es muy interactiva, las preguntas son continuas y los ejemplos prácticos también.

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Proyectos del Cifea para el Mar Menor

  • - Parcela demostrativa de equipos de sensorización para una agricultura sostenible en el Campo de Cartagena.

  • - Mantenimiento de EVC (Estructuras Vegetales de Conservación) y de superficies para la retención de nutrientes.

  • - Manejo de cubiertas vegetales naturales en riego localizado subterráneo, para parcelas de cítricos en el Campo de Cartagena.

  • - Manejo sostenible de la fertirrigación en cultivos hortícolas en el Campo de Cartagena.

  • - Demostración de la técnica de Acuaponía (producción de peces y vegetales), con plantas producidas en tres sistemas de hidroponía y jornada degustación de productos.

  • - Comportamiento de variedades autóctonas de tomate en fibra de coco bajo invernadero, publicación de folleto y jornada de degustación.

  • - Fertirrigación controlada mediante el uso de lisímetros al aire libre para una agricultura sostenible de precisión.

  • - Reconducción de drenajes de cultivos hidropónicos hacia cultivos más resistentes a la salinidad y que capturen nitrógeno.

  • - Parcela artificial de demostración de escorrentía bajo distintas condiciones de laboreo y cubiertas vegetales.

  • - Implantación de variedades de algarrobo para una agricultura sostenible en la Zona 1.

  • - Proyecto demostrativo de cabezal de riego de última tecnología en el Cifea.

Gira en torno a la calculadora de nitrógeno, con una explicación exhaustiva de esta herramienta gratuita que se puede encontrar en el portal de la Comunidad Autónoma o de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena. Pero hay que saber afinar los datos, sobre todo cuando las lluvias intensas, cada vez más frecuentes, ponen patas arriba los sistemas de riego.

Con la calculadora de nitrógeno, en la clase de formación se trabaja esa tarde sobre un cultivo de lechuga y melón, para realizar el balance de nitratos de esa parcela. Se analiza el mineral inicial del suelo y los niveles de fertilidad (las concentraciones de fósforo, potasio, calcio, magnesio, nitrógeno, nitrato y materia orgánica). En otra ficha se explican los factores que hay que tener en cuenta cuando se utiliza estiércol; y también se analiza el agua de riego, que es una mezcla de recursos del Trasvase, desaladoras, depuradoras y del bombeo del Albujón. Un 'tutti frutti' hídrico del que se obtiene un agua media con determinadas características.

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Resolver dudas

Estos parámetros, y otros más, se introducen en la aplicación para obtener el balance de nitratos. Es decir, el nitrógeno que se puede utilizar para el cultivo de lechuga o melón. Los alumnos ya están familiarizados con dicha herramienta, y se trata de resolver dudas y afinar el manejo de la misma para aplicar las limitaciones de usos de fertilizantes, las rotaciones de los cultivos y las condiciones del suelo, todo enmarcado en la normativa del Mar Menor.

Los participantes en el curso, ante una parcela demostrativa para el control de riego, en Torre Pacheco. j.m. rodríguez / agm

El profesor recuerda que la ley solo permite 170 kilos de nitratos por hectárea, que después se rebajó a 130 kilos en varios puntos del Campo de Cartagena. Unido a esto, la norma establece un máximo legal de 50 microgramos por litro de nitrato en las masas de agua, un parámetro que se sobrepasa en muchos puntos de la subcuenca vertiente del Mar Menor. Asimismo, las medidas cautelares de la CHS tienen como finalidad evitar los lixiviados al acuífero cuaternario.

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El debate en la clase también gira sobre la producción total que se puede obtener en las parcelas, o los meses en los que conviene plantar, en función de cada caso. ¿Qué ocurre cuando hay lluvias intensas; cómo se realiza un riego eficiente en esos casos; de qué forma se rotan los cultivos? Otro ingeniero pregunta qué sucede con los cítricos que no han tenido una producción comercializable durante un largo tiempo, pero que sí 'han comido' del suelo. Todo requiere una explicación agronómica que debe quedar reflejada en el informe de asesoramiento que presten estos operadores.

La ley permite que las empresas agrícolas tengan sus propios asesores en plantilla, aparte de los externos, cuyos informes serán luego supervisados

Clase práctica con una sonda

Después de la calculadora de nitrógeno, le llega el turno a la fertirrigación controlada por lisímetros al aire libre para llevar a cabo una agricultura de precisión. Las instalaciones del Cifea disponen de una gran parcela con sondas de registran la humedad del suelo y marcan en qué momento hay que regar. Ha construido un sistema de lisímetros de drenaje, el más grande de España, para realizar ensayos. Los futuros operadores también están familiarizados con las sondas, que van poblando el Campo de Cartagena para que no se cuelen más nitratos al acuífero y acaben en el Mar Menor.

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La jornada finaliza con una clase práctica para la instalación de una sonda de succión, que extrae muestras del suelo para saber cuánto fertilizante hay que aplicar. Lo explica sobre el terreno María Manchado, doctora ingeniero agrónomo y directora técnica de la empresa Widhoc Smart Solutions S.L., que enseña los diferentes tipo de sondas y la interpretación de las medidas. Es una herramienta que se aplica desde hace años y que se considera fundamental. «Su valor añadido es que durante las 24 horas al día ofrece toda la información del cultivo y ayuda a tomar decisiones en tiempo real sobre el riego, a través del móvil o del ordenador», comenta. Las sondas están muy extendidas en el Campo de Cartagena, con más de 550 puntos monitorizados por la Consejería y la Comunidad de Regantes, además de los que tienen instalados los agricultores a nivel particular.

lOS FUTUROS OPERADORES

  • Julia Cerezo Máster en Ingeniería Agrónoma, empleada en una compañía: «Hay leyes nuevas y rápidas, y estos cursos son importantes» Es máster en Ingeniería Agrónoma y trabaja para una compañía agroalimentaria con plantaciones distribuidas en el Campo de Cartagena y en Mazarrón. Considera que cada día las leyes «se van haciendo más restrictivas y de forma rápida, por lo que estas actividades formativas son muy interesantes e importantes. A menudo no hay tiempo para estar pendiente de cada nueva normativa y de cómo interpretarla, y el hecho de que te lo condensen y expliquen en estos cursos del Cifea es lo más importante». Sostiene que se ha avanzado mucho en el Campo de Cartagena y en la Región de Murcia en el riego de precisión y en tecnificación agrícola. A su juicio, las Administraciones deben dar más ayuda y formación como esta, para que «los técnicos sepan qué hacer, y tengan medios para ello»

  • Luis García Grimalde, experto en riego tecnificado y directivo de una firma de ingeniería: «Sorprende que las administraciones no se pongan de acuerdo» Se dedica al riego tecnificado desde hace catorce años, primero en una empresa y ahora en una ingeniería. «La problemática es brutal y debemos estar encima para enterarnos de todo. La agricultura ha estado muy callada, y es hora de que pongamos nuestra opinión sobre la mesa. Y si existen culpables, hay bastantes más que el agricultor», señala. «Cuando sale una ley, y aún no has terminado de leerla, ya están sacando un reajuste o un cambio. Luego el Estado saca otra ley distinta a la de la Comunidad; o la CHS lanza otra normativa apretando más las tuercas. Sorprende que las Administraciones no se pongan de acuerdo. No tiene ningún sentido». Defiende que la agricultura del Campo de Cartagena «es de las más avanzadas y tecnificadas del mundo; de las más respetuosas».

  • Domingo Pérez, director de producción de una empresa agrícola de Cartagena: «No está justificado técnicamente limitar la producción» Valora la iniciativa para seguir formándose y poniéndose al día a través de esta figura del operador agroambiental. Como sus compañeros, considera que hay una parte de la normativa que no acaba de comprender. «No entendemos que no se unan las Administraciones y saquen una ley única. Nos están mareando mucho y cada dos por tres cambian la normativa. Creemos que algunas no están justificadas técnicamente, y la ponemos en duda». Señala que hay instrumentos y actuaciones que se vienen aplicando desde hace años. «Hay medidas sin justificación, como limitar la producción, con criterios que no se sabe de dónde salen. Por ejemplo, Confederación te pide que uses la misma tierra y pongas la mitad de planta; y en lugar de producir 90 toneladas, tienes que hacer 40».

«Llevamos nueve años en el mercado, y hay mucha gente que utiliza sondas; es la aplicación de la tecnología a la agricultura, y una herramienta para optimizar los recursos. Tenemos equipos en otras zonas de España, en Portugal, Marruecos... Se emplean donde hay agricultura», explica. En el Campo de Cartagena, Manchando recuerda que existe la obligación legal de instalarlas «para no contaminar aún más el acuífero».

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Enviados por sus empresas

Muchos profesionales que realizan el curso de operador agroambiental han sido enviados por sus propias empresas para obtener el carné y disponer de un asesor en plantilla, algo que permite la ley. Otros son operadores externos, que pueden ser contratados a través de una lista de asesores habilitados por la Consejería. En estos casos, los honorarios profesionales están liberados, por lo que no hay unos baremos preestablecidos. Será un acuerdo entre el agricultor y el propio asesor.

La figura del operador ha atraído a muchos agrónomos, algunos de los cuales han dejado otras ocupaciones para dedicarse de lleno a esta tarea. La Consejería explica que un operador puede asesorar a su propia empresa. «Es una figura innovadora. El año que viene, el Ministerio de Agricultura establecerá la obligación, a nivel nacional, de la figura del asesor de fertilización para todas las explotaciones agrarias», señaló un portavoz. Recordó que en la Región están exentas aquellas explotaciones agrícolas que tengan una dimensión inferior a media hectáreas de regadío o 5 hectáreas de secano.

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Las instalaciones ganaderas tienen también la obligación de disponer de un operador, para que se cumplan adecuadamente las medidas de gestión de estiércoles y purines, y su aplicación al suelo con valor fertilizante.

El Gobierno regional aún debe constituir las entidades colaboradoras, otra figura de control que está pendiente de los informes jurídicos

Control reforzado

Los operadores y las entidades colaboradoras (ECARM) previstas en la ley del Mar Menor son figuras independientes, puntualiza la Consejería. El operador se encuentra junto al agricultor asesorándole en el cumplimiento de la normativa, y velará para que ejecute su asesoramiento. Como señala la ley, el único responsable de los posibles incumplimientos es el titular de la explotación. Las entidades de colaboración, por su parte, realizarán los controles de forma independiente, para que las empresas cumplan las medidas. «El operador asesora, y la ECARM controla que esas actuaciones se hayan realizado conforme a la ley. La Comunidad Autónoma ejerce a su vez sus controles e inspecciones», resume la Consejería. «No habrá lugar más controlado. Somos pioneros en este sistema».

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El Gobierno regional anuncia que prevé aprobar las ECARM próximamente, una vez que pase por los Servicios Jurídicos de la Comunidad y por el Consejo Jurídico de la Región. Los regantes del Campo de Cartagena han denunciado el retraso de esta figura.

En la actualidad, están inscritos en el Registro de Operadores Agroambientales los primeros 12 técnicos, indica la Comunidad. Es un proceso relativamente nuevo, ya que a principios de junio el Gobierno regional entregó los certificados a los 85 primeros operadores formados en el Cifea, por donde ya han pasado 243. Una vez superado el curso, los alumnos deben solicitar a la Dirección General del Agua el carné que le habilita para prestar el servicio, y además pedir la inscripción en el registro.

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Última clase del cuarto curso impartido en el Cifea, el pasado miércoles. j.m. rodríguez / agm

Una larga lista de deberes: desde reducir los nitratos a montar barreras vegetales

Los operadores agroambientales tienen un amplio catálogo de funciones: asesorar para que se cumplan las medidas sobre gestión de estiércoles y purines. Asimismo, tienen que elaborar la documentación que el titular de la explotación debe presentar ante la Consejería para el control de la contaminación por nitratos. Deben constatar igualmente que las explotaciones agrícolas disponen de derechos de aprovechamiento de aguas; y que las estructuras vegetales de conservación se han implantado.

Tienen que comprobar también que se destina al menos el 5% de la superficie a sistemas de retención de nutrientes; constatar el cumplimiento de la limitación de los ciclos de cultivo, y que no se apliquen urea ni fertilizantes ureicos en el último tercio del ciclo de cultivo hortícola. También deben asegurarse de que los invernaderos con cubierta plástica impermeable disponen de estructuras de recogida de aguas de lluvia; que no se aplican lodos de depuración; que los restos de cultivo se manejan correctamente, y que existe un plan de gestión de residuos plásticos.

El director del Cifea de Torre Pacheco, Plácido Varo, explica que la labor de los operadores se asemeja a una «auditoría de calidad», ya que se encargan de la trazabilidad de la explotación agrícola. Como centro de referencia para aplicar las medidas de la ley del Mar Menor, ha llevado a cabo once proyectos y ensayos de transferencia de conocimiento en fertirrigación, agricultura de precisión, sensorización, estructuras y cubiertas vegetales, reducción de drenajes y nuevas variedades.

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