Las supuestas amenazas de Nacho Jacob: «Él te quiere, pero tiene gente peligrosa y hará lo que tenga que hacer»
Los mensajes del entorno del conde de Pozos Dulces a un menor desencadenaron la segunda detención del presunto pederasta
Que si se negaba a colaborar, iban a subir fotos suyas desnudo a las redes sociales. Fue la primera amenaza. Que «Nacho le quería mucho, ... pero tenía mucha gente peligrosa y mucho dinero, y haría lo que tuviera que hacer». Y esta, la segunda advertencia y la que hizo que el pánico atravesara el cuerpo del menor.
El miedo le empujó hasta la comisaría de Policía Nacional el 10 de noviembre del año pasado, el día antes de la citación para declarar, junto con otras tres menores de edad como presuntas víctimas de agresión sexual, ante los agentes del Grupo de Menores de la Brigada Provincial (Grume) de la Policía Nacional de Murcia.
Lo que Miguel (nombre ficticio) le contó a los investigadores iba a tener consecuencias graves para el supuesto conde de Pozos Dulces, asesor de imagen y fundador de la agencia de contratación de artistas, de comunicación y organización de eventos Jacob Fitzgerald, Nacho Jacob, de 51 años.
Jacob había sido detenido en julio acusado de agredir sexualmente de al menos cinco menores de edad. Fue puesto a disposición judicial, y el juez del juzgado de Instrucción número 7 de Murcia lo puso en libertad provisional el 5 de agosto tras abonar 40.000 euros en concepto de fianza. Además, le impuso, entre otras medidas cautelares, la prohibición de ir a Murcia y de acercarse o comunicarse por cualquier medio a las cinco presuntas víctimas.
Pero, en apariencia, no lo cumplió y fue arrestado por obstrucción a la justicia y quebrantamiento de condena poco antes de las nueve de la mañana del 23 de diciembre en la calle Tacona, en Madrid. Así lo refleja las diligencias policiales de la brigada operativa UFAM central de Madrid, a las que LA VERDAD ha tenido acceso, en la que fue la segunda detención del supuesto conde.
Los otros tres detenidos supuestamente se dedicaron a contactar con las víctimas para, mediante supuestas coacciones, obligarles a cambiar la declaración
Con él cayeron también otros tres varones: A. M. P., de 21 años, acusado de agresión sexual, obstrucción a la justicia y prostitución de menores, y los menores Tomás y Sergio (nombres ficticios) por obstrucción a la justicia.
Los tres supuestamente se dedicaron tras la detención de Jacob a contactar con las víctimas para, mediante supuestas coacciones, obligarles a cambiar la declaración que debían prestar en sede judicial. «Todo ello con el fin de desvirtuar la declaración que se prestó en sede policial y exculpar de los delitos imputados al investigado», señalan los investigadores en el atestado. Para ello, debían memorizar un guion elaborado por el segundo abogado que asumió la defendía a Jacob (el anterior renunció meses atrás) con las respuestas que debían dar al juez.

«Hermano, esto lo vamos a arreglar»
Miguel recibió una llamada el 20 de octubre de 2022 de su amigo Fran (nombre ficticio) y le citó para quedar en un bar de Molina de Segura, donde también le esperaría A. M. P., amigo de Nacho: «Vamos a hablar, que si arreglamos las cosas con Nacho, sacamos a tu primo de la cárcel, como mucho en dos o tres días está fuera», le propuso. El joven llegó al local indicado sobre las 22.30 horas.
En el interior del establecimiento se encontraban dos menores, A. M. P. y un abogado del conde. El amigo del conde se dirigió al menor y le preguntó que «cómo le había hecho eso a Nacho. Él no es como decís. ¿Por qué habéis dicho eso si sabéis que es mentira? Mira, llevo aquí unos papeles; vamos a arreglar las cosas».
«A esto [el documento] no le puedes hacer fotos ni te lo puedo dar. Te lo tienes que aprender de memoria»
En ese momento, se marcharon a casa de uno de ellos. Al llegar se dirigió a Miguel y le dijo: «Mira hermano, esto lo vamos a arreglar, porque yo te voy a dar 50 euros cada día que nos veamos», al tiempo que le mostraba un papel, un guion que se tenía que aprender de cara al juicio contra Nacho: «A esto [el documento] no le puedes hacer fotos ni te lo puedo dar. Te lo tienes que aprender de memoria».

«¿Por qué mintió?»
«Es posible que no le pregunte el juez, sino que lo metan en una sala con una psicóloga y no vea a nadie de los que están en el Juzgado (por lo que mucho cuidado con lo que se le dice a la psicóloga). En todo caso, tiene que decir que no ratifica, que no sostiene lo que declaró ante la policía, es decir, que no está de acuerdo porque mintió en todo». Este es el encabezado del guion que Miguel debía memorizar para exculpar a Nacho. El documento prosigue con preguntas que podían hacerle en sede judicial y las respuestas que debía dar:
– ¿Por qué mintió?
– Porque el día 19-7-22, mi hermano llegó por la tarde a casa presumiendo de que había mantenido sexo con Nacho. Entonces me cabreé muchísimo porque era mi hermano pequeño (tenía 14 años y no me parecía bien) y decidí inventarme todo para hacerle a Nacho el máximo daño posible. También se mezclaron mis celos, porque Nacho nunca quiso nada conmigo y me prometió llevarme a Madrid y no lo hizo.
– Pero, ¿su hermano le dijo a Nacho que tenía 14?
– No, nunca. En las veces que estuvo con nosotros mi hermano decía que tenía 16 y yo siempre he dicho que tenía más edad, de hecho Nacho pensaba que iba a cumplir 19.
– Y, ¿por qué ahora cambia de versión?
– Porque una vez que nos enteramos por las noticias que Nacho estaba en prisión, mi hermano me vino llorando diciendo que lo que declaró era mentira, que no había tenido ninguna relación sexual, que tenían intención de tenerla, pero no la habían llegado a tener. Le pregunté entonces por ese día último en el Nelva y me dijo que solo estuvieron en la cama un rato y se abrazaron, pero nada más.
«Me estaban preparando mi declaración para el juicio, para que no condenara a Nacho», aseguró Miguel a los agentes.

El 'conseguidor' de víctimas
Esta declaración desencadenó la segunda detención del supuesto conde. La primera tuvo lugar en el hotel Nelva de Murcia, el 19 de julio, tras un dispositivo de vigilancia. Los agentes le sorprendieron bajando en ascensor desde su habitación en compañía de un menor, David (nombre ficticio), de 14 años y hermano de Miguel.
En su declaración, David relató que Nacho consiguió ganarse su confianza con regalos, camisetas y zapatillas deportivas a cambio de mantener relaciones sexuales. Poco después, los investigadores localizaron a la segunda víctima, Miguel. Les contó que tenía 15 años la primera vez que mantuvo relaciones sexuales con Nacho. En esos encuentros le invitaba a bebidas alcohólicas y le ofrecía marihuana, tanto a él como a sus amigos.
En una de esas reuniones, tras consumir alcohol, les puso un video porno, mantuvo relaciones sexuales con ellos y les dio 50 euros a cada uno
En una de esas reuniones, tras consumir alcohol, les puso un video porno, mantuvo relaciones sexuales con ellos y les dio 50 euros a cada uno. Esa era la cantidad de dinero que solían recibir los menores por el encuentro sexual. Además, compensaba a Miguel cada vez que le presentaba a algún amigo con el que Nacho conseguía mantener relaciones sexuales.
De este modo, Miguel se convirtió en el 'conseguidor' de posibles víctimas. Para ello, pedía el perfil de Instagram o el teléfono de los chicos que Nacho le indicaba. Durante la investigación, los agentes identificaron a la tercera víctima, un menor de 16 años que aparecía en las imágenes de las cámaras de seguridad del hotel Nelva.

Fue captado junto a Nacho en abril entrando por el parking. Manifestó que el supuesto conde contactó con él por Instagram y que quería quedar con para salir de fiesta por las discotecas de la zona Atalayas. Afirmó que estuvo dos veces en el hotel Nelva con Nacho, consumiendo bebidas alcohólicas. Una de las veces que estuvo con él en la habitación del hotel afirma que le preguntó: «Te gustan los hombres o los has probado … Qué pena, no sabes lo que te pierdes, porque es una experiencia nueva».
La denuncia del tío de un joven fue el origen de la investigación
La investigación de los agentes del Grume comenzó casi dos años antes de la primera detención a raíz de una llamada que hizo a finales de 2020 un hombre, residente en Alicante.
El confidente manifestó que su sobrino de 17 años estaba teniendo encuentros sexuales con un adulto en el hotel Nelva de Murcia y tuvo conocimiento de ello por las grandes cantidades de dinero que manejaba el menor. Añadió que sabía que su sobrino no era el único menor que acudía a esos encuentros sexuales, ya que el adulto citaba a otros menores en el mismo hotel. Concluyó dando el nombre del supuesto pederasta.
«Se llama Nacho Jacob, y se presenta como asesor de imagen y relaciones públicas». El denunciante entregó a los agentes una conversación grabada con su sobrino en la que le contaba que Jacob le había llevado a él y unos amigos de fiesta a La Manga y que habían estado en una habitación Vip del hotel Nelva con el conde, donde «hicimos una fiesta con payas y 'tó'».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.