8M en Murcia, juntas pero no revueltas
El feminismo murciano compartirá manifestación a pesar de las divergencias por la 'ley trans' y la reforma de la ley de libertad sexual
El feminismo murciano no escenificará este 8M su disensión en diversas sensibilidades y posicionamientos políticos, y compartirá manifestación, al contrario que en otras comunidades, en ... su defensa común por la igualdad total entre hombres y mujeres. Juntas, pero no revueltas, las dos agrupaciones mayoritarias en la Región, Asamblea Feminista -el grupo más oficialista, en el que se integran partidos y sindicatos- y Movimiento Feminista -situado más a la izquierda y aglutinador de colectivos diversos- se han citado el 8M a las siete de la tarde en la plaza de La Fuensanta de Murcia. Sí se ha desmarcado de la manifestación oficial el colectivo RadFem, que como otros años saldrá a las siete y media de El Malecón.
Partirán a la par, pero no fusionadas ni compartiendo pancarta. Ni siquiera participan de la misma convocatoria, ya que ambas agrupaciones por separado han solicitado su permiso a la Delegación del Gobierno. Mismo sitio, misma hora, una voz común por la reivindicación de la igualdad de la mujer, y una demanda unánime que este año las acerca más: la petición de absolución para Sandra, una joven que se enfrenta a juicio por los altercados ocurridos en las vías del tren de Santiago el Mayor al término de la manifestación del 8M de 2018, cuando las feministas de la Región sí marcharon en total comunión.
El principal punto de fricción entre las dos corrientes se asienta en la recién publicada 'ley Trans', que reconoce la autodeterminación de género para los mayores de 16 años. La Asamblea Feminista, en la que se integran los colectivos más ortodoxos (y cercanos al PSOE) rechaza de forma mayoritaria el derecho a la autodeterminación de género porque, consideran, pone en riesgo «todo lo conseguido en la lucha contra la discriminación; puede suponer un 'borrado de mujeres', y torpedea el desarrollo de políticas públicas en defensa de la mujer», argumenta Gloria Alarcón, cabeza visible de la Asamblea Feminista y diputada del PSOE.
Las agrupaciones integradas en Movimiento Feminista, más cercanas a Podemos, defienden la ley (aunque hayan echado de menos una participación más activa de los colectivos 'trans' en su redacción) con el argumento que siempre han esgrimido: «La decisión sobre el cuerpo de una persona es solo de esa persona, y no de los médicos ni de nadie más. No estamos hablando de una enfermedad», reivindica Olvido Garrido, activista destacada de movimientos como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y Anti Represión, y cabeza visible del Movimiento Feminista.
El argumentario de la disensión es el mismo que provocó el pasado año -y reeditará este 8M- la escisión de las manifestaciones en Madrid, donde las feministas sí caminarán por separado escenificando un cisma que reproduce las tensiones del Gobierno de coalición PSOE-Podemos sobre las dos leyes. Al desacuerdo sobre la 'ley Trans', se añade este año el malestar por las consecuencias que ha tenido la 'ley del solo sí es sí' de Irene Montero, que ha supuesto la rebaja de penas a encarcelados por delitos sexuales.
Otras diferencias ideológicas entre las dos principales agrupaciones de la Región -la Asamblea defiende la abolición de la prostitución, mientras Movimiento lleva décadas demandando su regulación-, han quedado aparcadas este año por la voluntad de apostar por los amplios consensos que sustentan las relaciones de las dos organizaciones feministas, como la brecha salarial y la lucha contra la violencia machista. La manifestación terminará con un concierto compartido organizado por el Ayuntamiento de Murcia en que las dos entidades participarán.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión