Lucas Jiménez: «Con este 'trasvase cero' se ha metido el miedo en el cuerpo al regadío»

-¿Se sienten como los malos de la película?

-Imagino a los regantes de Pulpí, de Calasparra o de Crevillente echándose las manos a la cabeza, incrédulos ante la hipótesis de que su actividad pueda contaminar de algún modo al Mar Menor. Es tan burda la coartada esgrimida para esconder una decisión, descaradamente política, que sonroja. Pero 'allá van leyes, do quieren reyes'. Generalizar es siempre, y ante cualquier situación, el recurso más sencillo y económico presto al vasallaje por parte de la demagogia. Si se pretendiese cercenar el riego en el Campo de Cartagena, el agua desalada tampoco se podría usar por parte del resto de las comunidades de regantes, que por el sistema de permutas reciben agua de esta procedencia al no haber conducciones salvo el canal del Postrasvase del Campo de Cartagena.

-¿El Ministerio tuvo que haberse asesorado mejor antes de tomar una decisión de este calado?

-Creo que, dando vueltas al elástico de la justificación de una decisión errónea, el Ministerio ha terminado con una lazada en el cuello. Porque no se pretenderá afirmar que solo el uso del agua del Trasvase empeora la situación del Mar Menor, pero, si por el contrario procede de la desalación, no. Y habrá que paralizar tanto la fabricación de agua como los procedimientos concesionales en marcha de la desaladora de Torrevieja y de otras plantas, que actualmente conducen agua a la comarca; amén de explicar a Europa el porqué de esa parálisis en las fábricas de desalación más grandes del continente, financiadas por cierto por la Unión Europea. Además, la tan traída y llevada entrada de agua con nutrientes en la laguna a través de la rambla del Albujón -que tantos ríos de tinta ha hecho correr para que fuera usada en regadío, obviamente en el Campo de Cartagena- irá a parar definitivamente al Mar Menor. Igual destino tendrán todos los aprovechamientos de efluentes de las depuradoras de los municipios limítrofes de la laguna. ¿Alguien me puede explicar en qué beneficia este estado de cosas a la sanación del Mar Menor?

-El Ministerio ha puesto el 'colofón' al 40 aniversario del acueducto. Ustedes lo han calificado como el mayor ataque sufrido. ¿Qué lo diferencia de los otros muchos obstáculos que han tenido?

-Yo más bien diría que ha sido el mayor ataque conceptual al Trasvase, y a la agricultura en general, en estos años. Hasta ahora habíamos enfrentado legislaciones cada vez más restrictivas; pasos atrás, para saltar al vacío, en proyectos de infraestructuras soñadas; tarifas cada vez más abusivas en la creencia de que antes que agricultores somos avicultores, regentando el gallinero de las gallinas ponedoras de huevos de oro. Pero que un Ministerio extienda el dedo acusador y culpe a regadíos de interés nacional -todos los del Trasvase lo son- de los males del Mar Menor, y que además sin juicio previo aplique la pena 'trasvase cero', es lamentablemente novedoso.

-¿Qué mensaje le mandaría al resto de España, a Europa, sobre los beneficios del Trasvase?

-A ver, en España y en Europa todas las regiones se benefician de trasvases. Se ha olvidado al parecer que un trasvase es simplemente una infraestructura, una obra, que sirve para trasladar agua. Este es su esqueleto conceptual. El problema del trasvase que nos ocupa es que atraviesa varias regiones de España en las que algunos gobiernos alientan el ánimo cainita. Además ocurre que las ventajas e inconvenientes de esta obra son exactamente los mismos que los del resto de sus homónimos. De hecho, si se hubiese logrado alguna vez vaciar un poco del odio que ha circulado por el canal del Trasvase Tajo-Segura, de haberse aplicado la dosis de empeño para denostar el trasvase en resolver los problemas de las regiones que protestan en la cuenca cedente del Tajo -restañando de este modo los conflictos políticos de las comunidades autónomas-, y para finalizar se hubiese llenado de más agua, hubiese quedado una obra normal. No digo mejor o peor, normal. Tan normal como el resto de trasvases que funcionan en toda la geografía nacional y europea.

-¿Teme que lo siguiente sea la desaparición de muchas hectáreas de riego en el Campo de Cartagena?

-Desconozco el contenido de la legislación que está preparando el Gobierno regional y el alcance de las medidas recogidas en dicha normativa. La verdad es que el problema del Mar Menor no lo conozco con la profundidad suficiente como para teorizar soluciones específicas o saber cómo afectarán hipotéticas exclusiones al perímetro de riego de las distintas comunidades de regantes que allí cohabitan. Conocer los intríngulis de un regadío de más de ciento cuarenta mil hectáreas es imposible. Y las comunidades de regantes tienen su autonomía interna. Lo que sí tengo claro es que las 42. 000 hectáreas de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena, integrada en este Sindicato, son hectáreas con pedigrí legal, declaradas de interés nacional, y parte del 'tesoro de la corona' del regadío levantino. Cualquier comunero que ha optado por ejercer uno de los más nobles oficios que existen, como es la agricultura en estos perímetros de riego, no ha hecho nada ilegal por lo que deba de ser cuestionado y mucho menos culpabilizado. Decir lo contrario, amén de demagógico resulta demencial.

-De la reivindicación de agua y de soluciones al déficit, ahora se entra en otro conflicto, como es la salvaguardia del regadío. Anunció que exigirán indemnizaciones millonarias si se recortan.

-En cualquier país de nuestro entorno, una agricultura tan altamente sostenible desde todas las perspectivas -en el ahorro de agua y en el de nutrientes- serviría para exportarla a modo de ejemplo. Así venía ocurriendo en el Campo de Cartagena y en el resto. No puede ser que la agricultura que hasta hace cuatro días servía de ejemplo a delegaciones venidas de todos los países, sea ahora objeto de múltiples dardos envenenados. No es mi competencia opinar sobre lo que una de las comunidades de regantes integrada haya de hacer o no en relación a su pregunta. Particularmente pondré todo mi empeño en que por parte de la Junta de Gobierno que presido la Comunidad de Regantes encuentre amparo de todo tipo, caso de que por alguna normativa o decisión gubernamental se viese lesionada. Espero y deseo que cualquier medida que se tome al respecto esté avalada por informes científicos refutados, puesto que amén de las impepinables indemnizaciones a particulares y empresas, que habrán de producirse, será también necesario resarcir el drama social de todos aquellos que dependen laboralmente de estas empresas o particulares empleadores. El ejecutor de las medidas ha de tener presente que cualquier afección al regadío legal comporta indefectiblemente consecuencias jurídicas, económicas y sociales de gran calado.

-¿Cree que se ha roto algo nuclear en el funcionamiento del Trasvase? ¿Que el Gobierno ha emprendido un camino sin marcha atrás?

-Se ha quebrado la lógica. Y hasta en tres ocasiones hemos asistido a lo que aparentemente son decisiones tomadas con anterioridad a la celebración de la Comisión Central de Explotación. Resultando que, tras su desarrollo, amén de tomar las propuestas de esta Comisión técnica en balde, han sido transcritas a una orden ministerial para negarles todo valor mediante la aprobación de cosa contraria a la propuesta. Todo es nuevo: la inclusión de pueblos ribereños en la Comisión, ajenos a las demandas del Tajo; la marginación de los usuarios de regadío del Sureste -que costean con el pago de precios abusivos la amortización de la obra y buena parte de los costes fijos de las Confederaciones-; y la puesta en entredicho de los criterios técnicos.

-Dijo que tienen miedo...

-La quiebra de la lógica ha metido el miedo en el cuerpo al regadío, que nunca acierta a saber qué será lo siguiente, cual es la nueva ocurrencia que alumbrará la ministra en la próxima orden. Desconozco si el camino iniciado por el Ministerio en esta ocasión es un plan diseñado sin retorno posible; si es de nuevo una salida de pata de banco aislada como aconteció en noviembre de 2018, aunque sin duda pinta muy mal. Pero es posible dar marcha atrás aprobando un trasvase en enero para regadío.

-¿Qué puede suceder en enero, febrero...? Si se aplica el mismo criterio, se quedarán sin agua del Trasvase para riego. ¿O piensa que esta es una decisión coyuntural?

-Abandonar la lógica y la técnica trae consigo inseguridad. Incertidumbre que quiebra la confianza en la bondad de las decisiones del gobernante. Con las premisas en forma de 'trasvase cero' de noviembre y diciembre y, lo que es más importante, las justificaciones injustificables usadas para vestirlas de validez, nadie a día de hoy, salvo la alta dirección del Ministerio -concretamente su libre albedrío- puede alcanzar a conocer por dónde irán las decisiones de los próximos meses. Desde luego si el criterio adoptado persiste, caerá otro 'trasvase cero' cada mes que transcurra hasta la mejora del Mar Menor. Ahí es nada, dada la celeridad administrativa demostrada en paliar la desgraciada situación de la albufera.

-Tras este 'trasvase cero', el Ministerio, el Gobierno central, han hecho oídos sordos a sus reivindicaciones y planteamientos. ¿Qué le hace pensar que cambiarán de opinión con las movilizaciones que van a realizar?

-Las movilizaciones, del tipo que sean finalmente, van acompañadas de acciones judiciales, no lo olvidemos. El recurso contencioso administrativo está ya en curso. Vamos a confeccionar un equipo jurídico de primer nivel que analice con lupa el contenido de esta orden y de las sucesivas -así como cualquier acto futuro de la Administración en relación con todo lo que tenga que ver con el Trasvase- y, desde luego, si se colige indicio de responsabilidad por actos de desviación de poder, se iniciarán las acciones que correspondan contra los responsables. También estudiaremos la posibilidad de interponer demandas de responsabilidad patrimonial si esta situación perdura. Y pretendemos de igual modo arbitrar modos de impago de la tarifa que, pese a la decisión caprichosa del Ministerio de no trasvasar, ha de ser pagada por los usuarios. Por otro lado está la movilización de voluntades políticas. Todos los partidos con representación en los parlamentos regionales de nuestras fronteras han atacado la decisión tildándola, en el más benévolo de los casos, de error. Alcaldes de las principales plazas de las tres provincias han elevado la voz para manifestar su desagrado ante esta medida. Los presidentes de la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana han puesto los servicios jurídicos de sus gobiernos a preparar recursos contra esta nueva orden capciosa del Ministerio. Animamos a nuestros representantes políticos a seguir en esta línea.

-¿Existe una operación, una hoja de ruta oculta entre el Ministerio para la Transición Ecológica y el Gobierno de Castilla-La Mancha?

-Tengo claro que Castilla-La Mancha, desde los tiempos de Bono, ha hecho patente y visible, en su pendón regionalista de reivindicaciones eternas, el fin del acueducto. Ojo, a partir de la frontera con Murcia; hasta ese punto no. Si el Gobierno de la nación tiene igualmente una hoja de ruta, y si esta se propone como parada final finiquitar la llegada de agua al sureste, a mí obviamente no se me va a comunicar a priori. Y si ambas hojas de ruta coinciden por estar diseñadas al alimón, sin duda debe de ser un asunto muy íntimo.

-Sin trasvase, ¿se rompen las reglas del juego con la desalación?

-Sin trasvase colapsa la agricultura mediterránea y deja de funcionar la maquinaria de mezcla de recursos, entre otros el proveniente de la desalación y reutilización.