Anse denuncia la extensión del mejillón cebra en el río Segura
Esta especie invasora es una de las más dañinas del mundo, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN)
LA VERDAD
Lunes, 21 de octubre 2024, 11:22
Desde el inicio del proyecto Fluviatilis, técnicos de ANSE realizan de manera periódica muestreos de macroinvertebrados acuáticos en el río Moratalla y en las juntas de este río con el Segura, en Calasparra, con el fin de evaluar la comunidad de macroinvertebrados acuáticos y comprobar la evolución de la calidad del agua en función de estos bioindicadores.
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Gracias a estos muestreos se pudo constatar en mayo de 2023 el regreso del pez fraile ('Salaria fluviatilis') al río Segura y, lamentablemente, en junio de 2024 la colonización del mejillón cebra ('Dreissena polymorpha') de este ecosistema. Este molusco bivalvo, cuya concha tiene forma triangular, representa una gran amenaza para el ecosistema de ribera, siendo un peligroso competidor con la fauna acuática autóctona.
Los primeros hallazgos de larvas de mejillón cebra en la cuenca del río Segura se remontan a 2019. Pero no fue hasta 2022 que la Confederación Hidrográfica del Segura dio la voz de alarma cuando aparecieron los primeros individuos adultos en los embalses de Talave y Camarillas, inicialmente, y más tarde en el embalse del Cenajo, confirmando su expansión en la cuenca. Por lo tanto, era cuestión de tiempo que esta especie exótica invasora comenzara a colonizar el río Segura, avanzando aguas abajo.
El mejillón cebra está considerado como una de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Los principales impactos que genera sobre el ecosistema y los recursos económicos se deben a su alta tasa de crecimiento, formando colonias, y llegando incluso a taponar conductos o tuberías. Sobre el ecosistema, al ser un gran consumidor de fitoplancton, altera la calidad del agua y desplaza a otras especies autóctonas. Además, puede afectar negativamente al turismo y a otras actividades recreativas, al cubrir casi por completo los taludes u orillas de las masas de agua donde prolifera.
La especie, originaria de las cuencas del mar Negro y mar Caspio, se expandió por Europa a finales del siglo XVIII y mediados del siglo XIX, debido al desarrollo de las rutas comerciales y de navegación, donde las larvas o los adultos viajaban adheridos a las embarcaciones.
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Sin embargo, en España no llegó hasta el año 2001, observándose por primera vez en el embalse de Flix, en la cuenca del Ebro. Desde entonces, el mejillón cebra se expandió rápidamente debido a diversos factores como su capacidad de adherirse formando colonias a embarcaciones y equipos de pesca, lo que facilita su transporte; su alta tasa reproductiva, pudiendo producir un millón de huevos al año; y la ausencia de depredadores naturales en la Península Ibérica.
En conclusión, el mejillón cebra representa una amenaza seria al equilibrio de los ecosistemas de ribera, no solo por su impacto en la biodiversidad autóctona, sino también por los problemas que genera en infraestructuras y la economía regional.
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