Retrato familiar del pueblo de Mazarrón

Los recuerdos personales a veces se amontonan desorganizados en una vieja lata de galletas, congelados en ajadas fotografías. Pero estas colecciones familiares tienen el poder de armar un relato coral del pasado de todo un pueblo. En esa laboriosa tarea se ha embarcado el Archivo Municipal de Mazarrón, que impulsa la conservación de tan particular patrimonio documental. La iniciativa anima a los vecinos a ceder las fotos que guardan en casa con el fin de digitalizarlas y evitar que algún día se pierdan. Los originales, una vez tratados, son devueltos a sus dueños, con una copia digital de cada una de las instantáneas, sin coste alguno.

Se trata de que la memoria colectiva del municipio perdure en el tiempo. Los retratos entrañan en muchas ocasiones un interés que excede el ámbito familiar, «porque recogen las costumbres de cada época, oficios ya desaparecidos o cómo era la vida social», explica la responsable del Archivo Municipal, Magdalena Campillo. Desde que la experiencia arrancó hace cuatro meses, más de 1.500 fotografías ya forman parte de este fondo documental único. La experta invita a los mazarroneros a que sigan aportando material, para lo que pueden contactar a través del teléfono 968339319. Eso sí, no tienen cabida fotografías ya digitalizadas, debido a que para su conservación «deben estar escaneadas con unos requisitos específicos».

'Álbum familiar', como se ha bautizado la iniciativa, reúne imágenes desde mediados del siglo XIX hasta la década de los 80 del XX. De esta colección forman parte instantáneas de los profesionales que tuvieron estudio en la localidad, como Zamora, Ayala, Rodríguez y Paco García. Entre las piezas guardadas para la posteridad llama la atención una foto 'post mortem' en la que aparecen cuatro niños dentro de un ataúd.

Con la ayuda de Alba Guerrero, experta en conservación de fotografías, el material aporta una información valiosa sobre la evolución de Mazarrón. Recoge, por ejemplo, la radical transformación urbana experimentada por el pueblo y el Puerto. También permite un repaso por la actividad laboral desempeñada por los vecinos a lo largo del tiempo y acerca de cómo ha evolucionado el tejido comercial.

El fondo se ha enriquecido con las aportaciones del investigador Mateo García (que ha aportado recortes de prensa, fotos y una colección de diapositivas) y con una donación de la familia Yúfera compuesta por nueve volúmenes en los que se relata una crónica escrita y en imágenes de Puerto de Mazarrón desde finales del siglo XIX hasta el año 1983. Entre los próximos objetivos figura digitalizar los archivos de Cruz Roja y de la banda de la Asociación Musical Maestro Eugenio Calderón. Pero la falta de recursos humanos en el Archivo Municipal hace peligrar la continuidad del proyecto.

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