La Audiencia concede la libertad a la acusada de matar a su compañera de piso en Mazarrón

El tribunal estima en esta resolución un recurso presentado por su letrado defensor, Eduardo Romera, en el que reclamaba la salida de la cárcel de la mujer después de una declaración del marido de la víctima y amante de Cristina A. M., que, reconoce el propio tribunal, estuvo plagada de «contradicciones«. Este hombre, que apareció recientemente tras encontrarse «en paradero desconocido», es el principal testigo del crimen perpetrado en una vivienda ocupada que compartían los tres en Puerto de Mazarrón el pasado junio.

El crimen se produjo en una maltrecha vivienda de dos plantas en la avenida José Palacios de Puerto de Mazarrón, en la que vivían de ocupas Diana, de 60 años, junto a su novio, Alfonso, y la que se acabaría convirtiendo en su presunta homicida, Cristina, de 52 años, que se encontraba hasta la fecha en prisión provisional.

En el interrogatorio de este testigo aprecia la Sala diversas contradicciones, como el hecho de que, por primera vez, aludiese a que la sospechosa les atacó con un cuchillo, un arma que no había sacado a colación hasta la fecha. El tribunal remarca que su declaración entra en «clara contradicción» con el contenido del atestado inicial, esencialmente respecto al arma empleada en el ataque. «Las lesiones que este presentaba eran golpes y arañazos», explica la Sala, «y en el atestado consta que manifestó que Cristina agredió a Diana con las manos y con diferentes objetos, sin hacer mención a cuchillo alguno».

Ante esta declaración, la Audiencia considera que se han producido un cambio en las circunstancias. «Al día de la fecha no hay manera de poder determinar cuáles habrían sido los objetos contundentes con los que la investigada habría agredido a la fallecida hasta causarle la muerte, ni hay claridad en el relato de la agresión».

La jueza ha accedido recientemente a la petición de la defensa para que Cristina A.M. preste una tercera declaración con la intención de tratar de arrojar luz sobre lo que ocurrió en esa casa ocupa de Mazarrón.