Juan Manuel Eguiagaray en Cabo de Palos.

Juan Manuel Eguiagaray, un político de otro nivel

Jueves, 29 de mayo 2025, 12:25

Uno de los políticos de mayor nivel que ha pasado por la Región de Murcia fue el vasco Juan Manuel Eguiagaray Ucelay, quien acaba ... de fallecer a los 79 años de edad. En septiembre de 1988 fue nombrado delegado del Gobierno en esta Comunidad Autónoma, un cargo en el que permaneció hasta diciembre de 1989. Al poco tiempo de llegar, Eguiagaray me concedió una entrevista en su despacho oficial, que publiqué en el diario ABC, del que era corresponsal. Lógicamente hablamos de ETA. El titular de aquella charla en el diario madrileño fue concluyente: «Alentar la negociación con ETA es darle alas a sus seguidores».

Publicidad

A comienzos del año 1989, se trasladó a Argel con el entonces secretario de Estado de Seguridad, Rafael Vera, para participar en las conversaciones con la banda terrorista. El 14 de enero de ese año, Vera y Eguiagaray se sentaron en una mesa frente a Eugenio Etxebeste 'Antxon', Ignacio Arakama y Belén González. Tras seis reuniones, aquellas negociaciones no llegaron a fructificar. Años después, Eguiagaray declararía que igual «algunos pensaron que estábamos dejando allí las esencias de la patria«. Eguiagaray fue nombrado, después, delegado del Gobierno en el País Vasco. Y en 1991, por el presidente Felipe González, ministro de Administraciones Públicas para, en 1993, serlo de Industria y Energía.

Visto en la distancia, Juan Manuel Eguiagaray fue un político de raza que pasó por la Región de Murcia dejando su impronta con un estilo muy alejado de lo que hoy se estila. Educado, moderado y buen conversador, fumador de pipa, tenía el encanto propio de las personas cultas que, sin embargo, no hacen ostentación de ello. Estudió Económicas en la Universidad de Deusto y amplió sus conocimientos en Francia. Fue diputado del PSOE en el Congreso por la Región en las elecciones generales de 1996 y volvió a ocupar el escaño en la Cámara Baja en las de 2000, gobernando José María Aznar y con los socialistas en la oposición. Tras abandonar la política, colaboró con diversas oenegés, dejando patente que, además de un buen gobernante, fue también un hombre solidario.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis

Publicidad