La otra autovía del bancal

La realidad es que la segunda fase de la autovía del Reguerón, el tramo entre Beniaján y El Palmar, duerme el sueño de los justos desde el año 2009, sin que se conozcan los planes del Ministerio para concluir la circunvalación sur de Murcia. En septiembre de 2021 se abrió al tráfico el primer tramo, pero el segundo está a la espera de que haya dinero. La autovía del Reguerón se adjudicó en su totalidad a un grupo de empresas en el verano de 2009, en la etapa de Rodríguez Zapatero, por 208 millones de euros. Debían ejecutar un tronco de 16,3 kilómetros, a los que había que añadir los 2,7 kilómetros de la avenida de Levante, en Beniaján, y otros 1,6 kilómetros de los ramales de conexión con el eje Zeneta-San Javier. La crisis económica y los recortes presupuestarios del año 2010 dejaron el proyecto estancado, y luego solo se reactivó una parte. Dado que el primer tramo costó 216 millones de euros, dada la complejidad del trazado, es de suponer que el precio final se disparará. El resto del trazado no está entre las prioridades del Ministerio. Como tampoco el Arco Norte de Murcia y el tercer carril de la A-7 en territorio murciano.

La Región no fue la única que sufrió el hachazo presupuestario, pero sí lo notó con intensidad debido a las muchas inversiones que estaban comprometidas. El Gobierno central reactivó algunos proyectos en la red estatal y esta semana asistiremos a la conclusión de la autovía del Altiplano, y probablemente a final de año se abra también el Arco Noroeste de Murcia.

Volviendo a las autovías hermanadas con la huerta, el asunto principal es que Murcia aún no dispone de una circunvalación pese a ser la séptima ciudad española. No solo eso, el hecho de que el tráfico de larga distancia norte-sur y este-oeste tenga que pasar mayoritariamente por la Ronda Oeste de Murcia y el nudo de Espinardo, provoca embotellamientos y caos circulatorios casi a diario.

La Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena tiene un pie puesto en las medidas para regenerar el Mar Menor, y otro pie en la doctrina que imparte la Fundación Ingenio, con ciertos postulados negacionistas. Dicha comunidad recibirá 1,7 millones de euros del Ministerio para un programa de renaturalización de balsas de riego, lo cual ha puesto en guardia a Podemos, que exige explicaciones a Teresa Ribera. Siendo como es un agente muy activo en la zona, tiene su lógica que dicha entidad –y otras organizaciones del sector agro– vea subvencionado su programa de mejora ambiental, ya que los regantes son los primeros que tienen que implicarse decididamente en la solución del problema. Dicho esto, convendría que esta comunidad aclare algunas ideas, ya que aprobó dotar con 2,4 millones de euros propios a la Fundación Ingenio para sufragar actividades de comunicación. Es como estar en misa y repicando.