Liberan a dos secuestrados en la A-7 entre Murcia y Alicante

Sentados en una silla, con una capucha cubriéndole la cabeza, inmovilizados, sin apenas alimento, golpeados, bajo amenazas de muerte y obligados a hacerse sus necesidades encima.

De esta manera estuvieron durante cuatro días encerrados en una casa del municipio malagueño de Fuengirola, dos hombres de nacionalidad marroquí a la espera de que su familia pagara el rescate de 300.000 euros solicitado por los cuatro secuestradores, también marroquíes y de entre 25 y 35 años.

Sin embargo, los planes de los raptores se truncaron a principios de octubre cuando agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil los detuvieron, tras una operación relámpago. El secuestro de las víctimas se produjo en la noche del 30 de septiembre, cuando fueron asaltadas e introducidas en un vehículo en una estación de servicio de la autovía A-7 entre Murcia y Alicante, y pusieron rumbo a Málaga.

La voz de alarma la dieron la hermana y la madre de uno de los secuestrados, que acudieron a la Guardia Civil de Alicante tras conocer que tenían a su allegado encerrado en algún lugar desconocido y que, a cambio de su liberación, les exigían el pago de una exorbitante cantidad de dinero, bajo amenaza de muerte.

Ante la gravedad de los hechos, se activó un amplio dispositivo policial en la que participaron guardias civiles de Alicante, Málaga, Murcia, la Unidad Central Operativa (UCO), de Madrid, así como el Grupo de Acción Rápida (GAR) y la Unidad Especial de Intervención (UEI). La investigación permitió ubicar a los captores en una vivienda de Fuengirola, donde finalmente fueron liberados los secuestrados. A los cuatro arrestados se les atribuyen los supuestos delitos de secuestro y pertenencia a organización criminal.