Un joven interpone una demanda para reclamar la custodia compartida de su perro 'Indie'
Un juzgado de Murcia celebra hoy la vista, en la que se ha reclamado la presencia del animal
No será una persona humana, que dicen algunos, pero tampoco hay dudas de que sus dueños lo quieren como a un verdadero hijo. 'Indie' será hoy el inconsciente protagonista de un juicio, realmente insólito en los tribunales murcianos, que se celebrará en el Juzgado de Primera Instancia número 4 de Murcia y que debe servir para determinar si el animal debe ser objeto de una custodia compartida y, de ocurrir de tal manera, si su vida futura deberá transcurrir en periodos alternos de tres meses entre los brazos de 'mamá' y 'papá'.
El pleito tiene su origen en la demanda que presentó en Murcia el pasado septiembre un vecino de Granada, quien exponía que en julio de 2016 se había roto la convivencia que, a lo largo de algo más de dos años, había mantenido con una mujer. En el tiempo que ambos compartieron tomaron la decisión, derivada «de la admiración y pasión mutua por los animales», de adoptar un perro, lo que hicieron a través de la Asociación Amigos de los Animales de Granada. Antes de estar en posesión del can, tuvieron que rellenar un formulario de preadopción, en el que especificaban las buenas condiciones de vida de que iba a disfrutar el perro. Y finalmente debieron suscribir un contrato de adopción, en el que aparecen las rúbricas de los dos integrantes de la pareja.
En la demanda se hace constar que cuando inscribieron al animal en el Registro Andaluz de Identificación Animal (RAIA) se hizo a nombre de la mujer, ya que solo podía figurar un nombre, pero en cambio los gastos de veterinario se acometían desde la cuenta del varón, tal y como consta en la documentación aportada para demostrar que el animal es propiedad y responsabilidad por igual de los antiguos novios.
«Perros y gatos deben ser considerados seres sintientes», advierten los letrados del demandante
Aunque con la separación acordaron en apariencia seguir compartiendo al can por periodos de una semana, cosa que habrían hecho durante unos ocho meses, «la demandada, de manera totalmente sorpresiva y sin ningún tipo de aviso ni explicación, se llevó a 'Indie' con ella a Murcia, siendo la Semana Santa de 2017 la última vez que el demandante pudo disfrutar de su compañía», tal y como se establece en el escrito dirigido al juzgado.
Una relación «imposible»
El joven señala en su demanda que en estos momentos la relación con quien fue su compañera «ha devenido en imposible», hasta el punto de que ella llegó a bloquear su teléfono, por lo que no le ha quedado otro remedio que acudir a los tribunales en defensa de sus derechos sobre 'Indie'.
En concreto, reclama que se acuerde un régimen de custodia compartida, toda vez que «existe un condominio o copropiedad respecto del animal». Y una vez reconocida esta situación, solicita que fije un régimen de visitas que, en virtud de la distancia existente entre Murcia y Granada, debería ser por periodos de tres meses. Para empezar, y teniendo en cuenta que el varón llevaría privado de 'Indie' desde hace dos años, pide poder disfrutar de su mascota de manera inmediata, por lo que existe la posibilidad de que salga ya del juzgado con el animal, camino de Granada.
Por si acaso, el juez ha instado a que esté presente el perro, aunque -eso sí- resulta bastante improbable que sea llamado a pronunciarse en favor de uno u otro dueño.
«Son miembros de la familia»
La llamativa demanda ha sido interpuesta por los letrados Mari Carmen Carralcázar y David Sánchez Chaves, de la asociación Agmada ( Abogados Granadinos por el Medio Ambiente y los Derechos de los Animales). Estos especialistas explicaron ayer a 'La Verdad' que «los animales de compañía, en especial perros y gatos, son auténticos miembros de una concreta familia, que llegado un día y como consecuencia de una ruptura, no pueden ser considerados meros objetos para adjudicar a uno u otro miembro de la pareja. Deben ser considerados como seres sintientes con vínculos afectivos hacia ambos miembros de la pareja, vínculos que deben mantenerse no solo en beneficio de los dueños humanos, sino también en atención a las necesidades del animal».
De ahí que sostengan que, a día de hoy, «desde el punto de vista jurídico, haya que hacer un esfuerzo para encauzar estos asuntos, dado que el Código Civil todavía no ha sido reformado y los animales no humanos siguen considerándose como bienes».