Monseñor José Manuel Lorca Planes posa para LA VERDAD en una terraza del Palacio Episcopal, con el imafronte de la Catedral de Murcia al fondo. NACHO GARCÍA / AGM
Obispo de Cartagena

José Manuel Lorca Planes: «Doy gracias a Dios por la obra social de estos quince años, lo más bello que hace la Iglesia»

«Si no hubiéramos actuado, la fachada de la Catedral seguiría mal y estaríamos siempre con el alma en vilo»

Domingo, 15 de diciembre 2024, 07:33

José Manuel Lorca Planes (Espinardo, 1949) cumplió 75 años el pasado 18 de octubre y, según establece el Canon 401 de Derecho Canónico –«párrafo uno», ... precisa el prelado–, ha presentado su renuncia al Papa, que ahora iniciará los trámites para su relevo. En un Palacio Episcopal impregnado del aroma navideño, monseñor hace balance de sus quince años al frente de la Diócesis, en los que se ha acometido una obra para la historia como es la restauración de la fachada de la Catedral de Murcia, cuya majestuosidad se atisba desde el salón donde recibe a LA VERDAD para esta entrevista.

Publicidad

–¿Cuánto tiempo le queda al frente de la Diócesis? ¿Cómo es este proceso para su relevo?

–Lo que he hecho es cumplir con esta costumbre que hay en la Iglesia, que es una norma para todos los obispos. Ahora lo que queda es esperar a que se pronuncie la Santa Sede. Mientras tanto, sigo con las mismas responsabilidades hasta que llegue el momento en el que el Papa acepte la renuncia y nombre a un sucesor. Entonces me dará las gracias por mi servicio y pasaré al estado de obispo emérito. ¿Cuánto tiempo queda para eso? Podría ser inmediatamente, pero lo normal es que no sea tan drástico, que haya un itinerario con varios pasos que se irán cumpliendo, en el que el Santo Padre prevea quién es el sucesor en la Diócesis.

–¿Y qué hace un obispo jubilado? ¿A qué se va a dedicar?

–Lo que yo he visto en otros casos, como los de don Javier Azagra aquí en esta Diócesis y don Francisco Gil, obispo emérito de Burgos, es que pasas a vivir como un ciudadano más. Te vas a tu casa, algo que en mi caso no haré porque no tengo casa propia, así que iré a la Casa Sacerdotal, a un piso de la Diócesis o a la Casa de los Canónigos. No lo sé, no me he planteado todavía el futuro. Cuando llegue el momento, lo aceptaré con muchísimo gusto y con mucha alegría, y pasaré al estado de emérito, sin ninguna responsabilidad en la Diócesis. Seguiré viviendo mi experiencia de fe y ayudando donde quiera que esté, en lo que me pidan.

Jubilación

«La Santa Sede debe nombrar sucesor. Puede ser de inmediato, pero no suele ser tan drástico»

–Su episcopado ha cumplido quince años en 2024. ¿Qué balance hace de estos tres lustros?

–A nivel general, han sido años de una gran transformación social, con una serie de influencias de tipo cultural, ideológico y económico que, evidentemente, han llevado a muchos cambios. Y eso, naturalmente, afecta a las personas. Todos estos cambios nos han llevado, de alguna manera, a que nos miremos más a nosotros mismos y, evidentemente, nos situemos más lejos del mensaje evangélico. En esta situación, puedo decir que me he encontrado en esta Diócesis, que conocía bien porque yo soy de esta Diócesis y de aquí fui llamado al episcopado, mucha colaboración y participación. La tarea de los sacerdotes en estos años ha sido muy importante y determinante. El clero de la Diócesis de Cartagena es un regalo de Dios, porque son personas absolutamente eclesiales, con deseos de trabajar, de anunciar a Jesucristo, de vivir una experiencia de vida como corresponde a un creyente y a un sacerdote. Eso al obispo le facilita mucho las cosas. También es verdad que he vivido problemas muy serios. Problemas que están ahí y que evidentemente han sido como un desgarramiento profundo en el cuerpo de la Iglesia, que me han dolido y me han llevado al sufrimiento. También, afortunadamente, he encontrado a unos laicos fantásticos dentro de la Diócesis. Me impresiona la cantidad de voluntarios que hay, la respuesta que dan ante las dificultades, cómo ayudan y entregan prácticamente lo que mejor saben hacer para salir al encuentro de las necesidades. Luego, algo que me marcó profundamente fue el terremoto de Lorca, que sucedió al principio de mi estancia aquí. Fue una situación inesperada, pero creo que la Iglesia supo mantenerse de pie, animando dentro del dolor y participando en todo el proceso de reconstrucción junto con las autoridades civiles. El primer seísmo sucedió sobre las cinco de la tarde y el segundo, sobre las siete o así. Cuando pasó el segundo, yo ya estaba en Lorca. Recorrer esas calles destrozadas, ver ese dolor tan inmenso, para mí fue determinante.

Publicidad

–Su episcopado cuenta con un gran hito, que es la restauración del imafronte de la Catedral. ¿Por qué era necesaria esta intervención y qué es lo más importante que se ha logrado?

–Yo no me hubiera metido en este jaleo si no hubiera sido porque, de vez en cuando, caían a la calle no cascotes grandes, sino pequeños trozos, pero que de alguna manera generaban cierta alarma social. Eso me tocaba muy hondo, me llevaba a pensar que había que actuar porque era un peligro continuo. Y luego mirabas a la fachada de la Catedral y veías grandes imágenes, figuras, jarrones, que no sabías realmente cómo estaban pero que, vistas desde abajo, eran moles enormes con una base muy pequeña que, a mi modo de entender, suponían un gran peligro. Eso fue lo que más empujó para que nos tomáramos en serio la posibilidad de la restauración. Luego los arquitectos hicieron sus inspecciones, determinaron las necesidades reales que había y nos echamos hacia delante. Si no hubiéramos actuado, si hubiera cerrado los ojos, la fachada de la Catedral seguiría mal y estaríamos siempre con el alma en vilo. Pero ahora, uno tiene la sensación del deber cumplido. Luego está, indudablemente, la parte patrimonial. Tener la fachada tan cerca y verla así, tan envejecida y tan mal, me causaba una cierta tristeza. Cuando la contemplo ahora, sin todos estos pesos y esa historia de envejecimiento que tenía, siento una alegría muy grande.

Papa Francisco

«Me encanta su figura. Con su estilo, ayuda a muchísima gente a encontrarse con Cristo»

–Una crítica recurrente a la Iglesia suele ser que se gasta dinero en actuaciones como esta de la Catedral cuando hay tantos pobres a los que ayudar.

–Es que la obra social es lo que más peso tiene en la Iglesia, sin duda. En la Carta Pastoral de este año, doy gracias a Dios por toda la obra social que hemos realizado en estos quince años en la Diócesis. Se han hecho cosas impresionantes. Aunque puedan pasar desapercibidas, en mi memoria quedan grabadas. La obra social es lo más bello que hace la Iglesia. La Epístola a los Gálatas cuenta cómo Pablo y Bernabé, después de la conversión, deciden ir a Jerusalén y presentarse a los apóstoles para explicarles qué estaban haciendo y obtener así el reconocimiento de las columnas de la Iglesia. Los apóstoles les escuchan y les piden dos cosas. Primero, que sean testigos de la verdad y defiendan siempre la verdad. Y segundo, que no se olviden de los pobres. Yo creo que nuestra misión de predicar el Evangelio está a la misma altura de responsabilidad que cuidar de las necesidades de los pobres.

Publicidad

«Enseñar a pescar»

–¿Y qué destacaría de esa obra social en esta Diócesis?

–Pues todo lo que hace Cáritas, que no es solo repartir comida, sino algo todavía más difícil: enseñar a pescar. Hay una escuela de hostelería, una escuela de conductores de autobuses y de camiones, una escuela de albañilería, de textiles, de lavandería... En fin, de cosas para que la gente se gane la vida. Se les ofrece una vía de enseñanza y, en la mayoría de los casos, cerca del 70 o 80%, salen con trabajo. La escuela de hostelería es una de las cosas más bellas que se está haciendo. Jesús Abandonado hace también una obra impresionante, así como Proyecto Hombre, que nació de las limosnas que daban los fieles con las visitas de la Virgen de la Fuensanta a las pedanías. Siempre habrá críticas, Jesús y los apóstoles también las recibieron. En el caso de la Catedral, nos hubieran criticado también si no hacemos la restauración.

–¿Qué ayuda han destinado a las víctimas de la dana de Valencia?

–Al principio, antes de que nadie dijera nada, nosotros pusimos una cuenta para ayudar a Valencia a través de Cáritas. Luego la Conferencia Episcopal propuso realizar una colecta extraordinaria de todas las iglesias de España y nos sumamos inmediatamente a esta iniciativa. Me da igual que la ayuda vaya a través de Cáritas o de la Conferencia Episcopal, el caso es que llegue a esas personas que viven un sufrimiento tan grande. Calculo que lo que hasta ahora llevamos recogido de las parroquias puede estar en torno a los 400.000 euros. Ojalá pueda ser más.

Publicidad

Lucha contra los abusos

«Es doloroso, pero hemos hecho lo que teníamos que hacer. Si no, no se termina nunca con esto»

–También será recordado por su contundencia a la hora de afrontar los casos de abusos a menores, con 9 casos puestos en conocimiento de la Fiscalía directamente por usted. ¿Cómo se convenció de que había que actuar tan tajantemente?

–A esos dolores me refería yo al inicio de la entrevista. Desde el principio estuve convencido de que había que actuar como hemos actuado. Me he tragado muchos sapos en primera persona. Al principio, cuando llegaba alguna acusación en ese sentido, era yo directamente el que hablaba tanto con el victimario como con los familiares de las víctimas. No tengo palabras para describir el sufrimiento que eso supone. Luego con el tiempo creamos la Oficina de Protección de Menores y Adultos Vulnerables, que nos ofrece más posibilidades para poder escuchar, para poder atender, para facilitarle a la gente las cosas, con profesionales y personas que los acogen. Cuando acudes a la Fiscalía, que es cuando ya tienes ciertas certezas, vives un momento muy doloroso. Pero hemos hecho lo que teníamos que hacer. Si no, no se termina nunca con esto.

Publicidad

–El Papa Francisco tiene un estilo distinto y a veces dice o hace cosas que causan malestar en ciertos sectores católicos. ¿Cómo valora su pontificado?

–El Papa Francisco está haciendo un bien enorme a la Iglesia. Estoy verdaderamente admirado y me encanta su figura, su sencillez y su modo de hacer las cosas. Me gusta, no lo puedo negar. Él tiene una opción, que es estar más cerca de los más alejados y, con su estilo, está ayudando a muchísima gente a encontrarse con Cristo. Cuando dicen que no ha venido a España, bueno, pues la verdad es que a mí me gustaría que viniera, pero su opción ha sido ir a países que jamás hubieran pensado que recibirían la visita del Papa. Además, está dando un gran ejemplo, pues en medio de sus debilidades y de su fragilidad, a sus 87 años, sigue dando testimonio, no se queda atrás, va el primero a los sitios, sale al encuentro de la gente, con una sencillez y un lenguaje que llega mucho y que me gusta mucho.

«Intereses de lobbies»

–El Papa muestra una gran sensibilidad con los migrantes. ¿Cómo ve que algunos políticos criminalicen a estas personas, incluso a los menores de edad?

–Bueno, yo creo que detrás de todas las palabras, hay intereses personales, de grupo, de lobbies... Lamentablemente, la realidad es que hay gente que viene porque tienen dificultades en sus países, bien por la guerra, por la situación económica o Dios sabe qué. Que haya gente con esas dificultades, causadas por la guerra o el hambre, nos obliga a dejar a un lado nuestros intereses y hacer todo lo posible para que eso no suceda, para ayudarles. Al final, quien está de alguna manera atendiendo esta realidad, dándoles de comer y cuidándolos, es la Iglesia. También las instituciones del Estado están haciendo cosas, claro, y otros muchos otros grupos, asociaciones, movimientos, etc... Pero yo creo que la labor de Cáritas debe ser reconocida, y no siempre se reconoce ni se le ayuda lo suficiente en esta tarea de recoger, acoger y proteger a las personas que vienen en esas condiciones.

Noticia Patrocinada

Inmigración

«Que haya gente con esas dificultades nos obliga a dejar de lado nuestros intereses y ayudarles»

–Durante la pandemia, usted recibió duras críticas por su vacunación, por la que pidió perdón. ¿Se arrepiente de ello?

–Pedí perdón porque quise, pero no considero que cometiera ningún error. Yo recibí una citación de la Consejería para que fuera a vacunarme y acudí. Todavía guardo esa citación. No le quité la vacuna a nadie, no tengo cargo de conciencia en absoluto. Me dolió mucho el relato que hicieron de aquello, la mofa, me costó superarlo. Porque yo he querido siempre hacer lo posible para que las cosas salgan bien y esto, pues salió mal. Pero bueno, al final dices: 'Señor, más sufriste tú'.

  1. «Con la UCAM, quité el fuego que había en la leña seca»

-Este 2024 ha sido Año Jubilar en Caravaca. ¿Qué balance hace? ¿Qué se puede mejorar?

-Ha sido un éxito, como todos los años jubilares, ha ido muchísima gente. Caravaca tiene que ser un centro de peregrinación por lo que supone esa aventura de peregrinar hacia la Cruz de Cristo, para encontrarse con Dios y con uno mismo, saliendo lleno de esperanza. ¿Qué mejoraría? Quizás la accesibilidad al Castillo, que he visto a gente mayor hacer un sacrificio enorme para subir esa cuesta, y alguna cuestión como propiciar que los peregrinos puedan permanecer algunos días más en Caravaca.

Publicidad

-Cuando llegó a la Diócesis, había un conflicto con la UCAM. ¿Cómo es ahora la relación?

-No solo no hay problemas, sino que doy gloria a Dios por el papel social que hace la UCAM, avalado por los resultados. Cuando llegué había dificultades serias y lo que hice fue quitar el fuego que había en la leña seca. Dejar que las cosas se calmaran y ayudar en todo lo que he podido a José Luis, cuando estaba de presidente, y a su esposa ahora.

-El Papa también se muestra muy interesado en el medio ambiente y aquí en la Región tenemos un problema ambiental con el Mar Menor. ¿Por qué nunca se ha pronunciado sobre esto?

-No es algo que me sea ajeno. Me duele en el alma. Pero no tengo datos sobre qué pasa verdaderamente. Lo que puedo decir es que es obligatorio, no necesario sino obligatorio, hacer todo lo posible por recuperarlo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis

Publicidad