Investigadores de la UPCT alargan la vida útil del guacamole de untar con residuos del tomate
Transforman subproductos en ingredientes de alto valor para este producto y bebidas de pepino
LA VERDAD
Miércoles, 24 de septiembre 2025, 13:52
«Oro rojo». Un equipo de investigadores de la escuela de ingenieros agrónonos de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) llama así a los compuestos bioactivos de alto valor que concentra el tomate. Estos especialistas han demostrado su eficacia para alargar la vida útil de productos como un untable de aguacate y la bebida de pepino, lo que abre la puerta a un nuevo avance en la industria agroalimentaria.
Acreditar estos beneficios del tomate ha sido posible gracias a una tesis elaborada por Laleh Mozafari, dentro el programa de doctorado en Técnicas Avanzadas en Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario de la UPCT. Esta científica, de origen iraní, empleó ultrasonidos para conseguir una extracción más eficiente de los compuestos bioactivos licopeno (2.600 miligramos por kilo) y caroteno (161 mg/kg). En concreto, ha encapsula los extractos de una manera estable, usando maltodextrina e inulina y reteniendo hasta 775 mg/kg de licopeno.
Estas cápsulas fueron aplicadas en puré de aguacate para untar tratado con alta presión hidrostática, microbiológicamente estable durante tres semanas a 4 °C, con alto contenido en compuestos fenólicos y carotenoides. Además, en los laboratorios de la Politécnica también se elaboraron bebidas de pepino más seguras y funcionales enriquecidas con betacaroteno encapsulado, que conservaron la capacidad antioxidante, mantuvieron estable el contenido en carotenoides y garantizaron la seguridad microbiana durante 28 días.
«La investigación confirma la viabilidad de transformar subproductos del tomate en ingredientes bioactivos de alto valor, que mejoran el perfil nutricional, la vida útil y las características saludables de los nuevos alimentos», resumió Mozafari, nueva doctora por la UPCT.
UE, Ministerio y Comunidad
La investigadora recordó que cada año se procesan más de 130 millones de toneladas de tomate en el mundo y se generan unos 8 millones de toneladas de desperdicios. Su tesis fue dirigida por el catedrático Francisco Artés Hernández y las investigadoras Lorena Martínez Zamora y Marina Cano Lamadrid, del grupo especializado en Postrecolección y Refrigeración.
Este trabajo ha podido desarrollarse gracias a un proyecto financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (MICIU), la Agencia Estatal de Investigación y los fondos Feder de la Unión Europea. También es resultado del programa Agroalnext, apoyado por el Ministerio con el programa Next Generation de la UEuropea-NextGenerationEU; y por la Comunidad Autónoma, a través de la Fundación Séneca.