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Jueves, 20 de septiembre 2018, 03:30
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Con la mano izquierda se aferraba con fuerza a su marido mientras la derecha se la llevaba contra el pecho. Una y otra vez. Con tanta ira que no sentía el dolor de las palmadas que ella misma se asestaba. «¡Ay, mi 'gordita'!», clamaba Dolores. ...
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