El Gobierno intensifica las medidas contra el desabastecimiento y prohíbe las caravanas
Los camioneros mantienen la huelga, aunque rebajan la tensión y se normaliza el tránsito de vehículos en Escombreras y en los polígonos
La movilización de los transportistas en su novena jornada de paro estuvo caracterizada ayer en la Región de Murcia por un tono más calmado. Aunque eso no significa que rebajen un ápice en sus reivindicaciones. Así que mantienen la huelga, tal y como ha dejado claro la Plataforma Nacional en Defensa del Sector Transporte –organización convocante–, que exige al Gobierno de España que les reciba y atienda sus peticiones para la reducción del precio del combustible y la mejora de la situación de los profesionales.
La Delegación del Gobierno intensificó, en cualquier caso, las medidas para mantener a raya a los manifestantes, por lo que denegó también el permiso solicitado por la Plataforma Nacional en Defensa del Sector del Transporte para el desarrollo de nuevas caravanas de protesta en Murcia con cabezas tractoras y camiones a lo largo de esta semana. Al no contar con autorización, lo que podría acarrear importantes sanciones económicas, y también con la voluntad de abrir nuevas vías de diálogo, los participantes optaron finalmente por no dirigirse hacia el centro de la ciudad, a pesar de haberse concentrado para la marcha en Nueva Condomina.
Y es que la tensión vivida a lo largo de la pasada semana se rebajó de forma muy significativa. Hasta el punto de que la presencia de piquetes en puntos estratégicos, como el puerto de Escombreras y en los polígonos industriales, fue mínima. Por tanto, los convoyes pudieron entrar y salir con total normalidad, con lo que los camioneros que quisieron trabajar «circularon sin problemas».
Las estaciones de servicio dicen tener garantizado el abastecimiento, mientras en Mercamurcia se eleva la entrada de mercancías
Afectación a servicios públicos
Los informes de Guardia Civil y Policía Nacional eran desfavorables a la marcha, al no estar garantizada la seguridad vial. Entre los argumentos que han manejado los servicios jurídicos de la Delegación para denegar el permiso, se señala que en las manifestaciones anteriores «se han producido múltiples incidencias en el normal funcionamiento de las actividades de la ciudad, con afectaciones a los servicios de urgencia y hospitalarios, a los transportes públicos y un colapso circulatorio total en la ciudad que ha dificultado los accesos a la misma y los desplazamientos dentro de ella, tanto en sentido norte-sur como este-oeste». Por tanto, consideran desde la Delegación que si se autorizaran las caravanas, «habría cortes de tráfico en las vías principales que impedirían o dificultarían el tránsito de todo tipo de vehículos, incluso de los servicios de emergencia».
Asimismo, puntualizan que «las caravanas de camiones llevadas a cabo la semana pasada han ocasionado incidentes directos entre ciudadanos y manifestantes, como demuestran las numerosas llamadas realizadas a los servicios de emergencias (092 y 112), por lo que pudiera considerarse que la reiteración de las molestias y dificultades ocasionadas a los ciudadanos, podrían llegar a plantear situaciones de conflicto que afectasen a la seguridad ciudadana e incluso derivasen en alguna alteración de orden público».
En la ciudad de Cartagena, sin embargo, volvieron a echarse a las calles decenas de camioneros, que volvieron a colapsar el tráfico en las principales avenidas a primera hora de la mañana.
Pero, más allá de la visibilización de la protesta ante la ciudadanía, la realidad es que se ha constatado una importante rebaja de la conflictividad, dado que se ha aminorado el bloqueo. Ahora está por ver qué sucederá estos días ante el descontento latente.
En Mercamurcia, la situación estuvo ayer muy normalizada y se elevó hasta un 3% la afluencia de vehículos. Incluso, llegó pescado y marisco de Galicia tras varios días sin hacerlo, y se recuperó la entrada de hortalizas de Andalucía. Por su parte, las grandes superficies de distribución «trabajan para adaptar su surtido», tal como informa su patronal Anged, que exige «una solución urgente».
El presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de la Región, José Baños, declaró a Europa Press que, con el convoy que entró el lunes a cargar combustible de «forma normalizada», se constata que el «abastecimiento está asegurado», aunque advirtió de que «el precio se encarecerá», ya que en los pasados días «hemos tenido que cargar en Alicante y Tarragona, por lo que estos desplazamientos repercutirán en el coste del producto». Y cifró la caída de ventas «entre el 20% y el 50%», sobre todo en zonas agrícolas e industriales.
El secretario general de la Federación Regional de Organizaciones y Empresas de Transporte (Froet), Manuel Pérezcarro, que integra a la mayoría de mercantiles, señaló que la oferta del Ejecutivo central «es absolutamente insuficiente», con unas soluciones «llenas de inconcreciones» y que «llegan tarde». Además, considera que la «gestión del Gobierno en esta crisis no resulta la más adecuada». Y es que «dicen que van a facilitar 500 millones de euros», pero «la verdad es que no sabemos cómo se traduce eso».
«No nos fiamos de la gestión, por lo que entendemos la desesperación de nuestra gente, que quería soluciones», añade Pérezcarro. Por ello, concluye que la negociación desarrollada han sido un «fracaso total».