Un fisioterapeuta acusado de estafa engañó a la UCAM con un convenio

Solo ahora, después de que la autoridad judicial haya concluido formalmente las diligencias penales contra Santiago Alexis Santana, que era el gerente del centro, y contra su mujer, Florencia, y les haya procesado como presuntos autores de delitos de estafa e intrusismo, han comenzado a trascender estas informaciones. Y entre ellas destaca sobremanera que, tras salir de prisión preventiva, siguiera desarrollando actividades relacionadas con la neuro-rehabilitación pero esta vez en tierras peninsulares y, mucho más concretamente, en Murcia.

El matrimonio estuvo en prisión provisional durante menos de un año y, posteriormente, el juez les dejó en libertad con cargos, imponiéndole unas medidas cautelares consistentes en comparecer los días 1 y 15 de cada mes en el juzgado más cercano para firmar. Además les fueron retirados los pasaportes para evitar así cualquier intento de salir del país y limitar al máximo un posible riesgo de fuga.

Santiago Alexis Santana no salió de España, pero sí abandonó Gran Canaria para establecerse en tierras peninsulares, primero en Murcia y luego en León. En estas tierras levantinas intentó colegiarse en el Ilustre Colegio Oficial de Fisioterapeutas de la Región de Murcia, lo que logró, obteniendo el número 1843. Sin embargo, antes de darle de alta, la directiva de este órgano elevó una consulta al Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Canarias, puesto que tenían conocimiento de que este profesional estaba siendo investigado por la Justicia. Un acto de elemental prudencia que sirvió para que desde las islas les trasladaran sus colegas murcianos que el acusado estaba ciertamente siendo objeto de un procedimiento judicial, aunque no existía sobre él ninguna medida legal que le impidiera ejercer su profesión. De ahí que finalmente tuvieran que darle de alta, pese a que en la actualidad consta como «no ejerciente».

Lo que más sorprende de su trayectoria profesional es que, a pesar de que, según el auto judicial, se hacía pasar por representante de la empresa americana Bioscitex Incorportaded de Minessota cuando trabajaba en Firgas, siguiera haciéndolo posteriormente cuando se marchó a la península. Prueba de ello es el convenio de colaboración que firmó con la Universidad Católica de Murcia (UCAM) en materia de investigación, representando a la mercantil Bioscitex Incorportaded. En el acuerdo, que fue difundido incluso en prensa a nivel nacional y en el que aparecía firmando los documentos junto a José Luis Mendoza, presidente de la UCAM, afirmaba que su empresa desarrollaría para esta universidad privada «programas de investigación en terapia celular somática, neuro-rehabilitación y docencia para los estudiantes y los posgraduados».

Pero esta actividad choca frontalmente con lo que aseveró el juez instructor de Arucas, Andoni Arano Sastre, quien no consideró acreditada su pertenencia a la empresa estadounidense puesto que, según consta en el sumario, solo aportó una serie de documentos con el membrete de la misma, pero ninguna certificación ni prueba indubitada que pudiera demostrar su filiación con Bioscitex Incorportaded.

El convenio con la UCAM fue suscrito en agosto de 2014, año en el que, según el currículum del presunto estafador, empezó a trabajar como gerente de la empresa Pamax Biotech, que tiene su domicilio social en la avenida Touroperador Tui de Maspalomas, y en la que figura como gerente.

Fuentes de la institución docente precisaron que, si bien se firmó un acuerdo con Santiago Alexis Santana, se trataba únicamente de un convenio marco que la UCAM nunca llegó a activar. Por ello, los acuerdos específicos posteriores, necesarios para la ejecución del mismo, no llegaron a producirse.

Allí, siempre según la propia información aportada por el sospechoso en su página web, se dedica a «desarrollar varias lineas de actuación referentes a las áreas de las ciencias biomédicas», detallando, seguidamente, que están especializados en la gestión de los tratamientos de robótica y neurociencias aplicadas para pacientes neurológicos. Y cita expresamente las lesiones medulares, el daño cerebral adquirido y la parálisis cerebral, además de hacer referencia a un programa de neurociencias aplicadas, actividades estas en las que el principal investigado aseguraba a los denunciantes de Firgas que era especialista. Y ello a pesar de que en su currículum no apareciera que estuviera colegiado como fisioterapeuta ni que fuera médico.