La Fiscalía señala a la Región de Murcia como una de las principales productoras de 'maría' del país

La Fiscalía General del Estado, en su última memoria anual, asegura que la Región es una de las provincias -junto con Andalucía y Cataluña, aunque también despuntan provincias de interior, como Toledo o Ciudad Real- más utilizadas por estas redes para ocultar sus grandes invernaderos de 'maría'. Su actividad ya se deja notar en la cifra de aprehensiones de drogas de los últimos años y en el incremento de las causas penales ligadas a este 'negocio'.

Los datos de incautaciones de los últimos años, marcados por el desmantelamiento de algunos de estos macrocultivos, dan muestra efectivamente de este fenómeno. Si en 2015 la cifra de marihuana (procesada) decomisada en la Región era de 497 kilos, en 2021 -último ejercicio del que Interior facilita datos-, ésta casi se había cuadruplicado hasta los 1.905. Más evidente es aún el incremento en las aprehensiones de plantas de marihuana. En 2021 se incautaron en la Región 77.920 matas de cannabis, un 122% más que solo un año antes. La cifra está a años luz, por ejemplo, de los 17.702 ejemplares que se decomisaron en 2016. Cerca de 200.000 matas de cannabis han acabado en manos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en el último lustro.

El inspector Jorge Pérez, responsable de la Unidad contra la droga y el crimen organizado (Udyco) de la Policía Nacional, confirma el importante repunte de las incautaciones de marihuana que ha experimentado la comunidad en los tres últimos años. «Desmantelamos dos o tres plantaciones a la semana», explica, «pero podríamos dedicarnos solo a eso con tiempo y colaboración».

La producción a mediana y gran escala de esta droga gana cada vez más peso, principalmente en el campo y la huerta murciana. A las viviendas abandonadas y naves industriales se suman los inmuebles de algunas zonas marginales que prácticamente dedican todas sus estancias a este lucrativo negocio. «Hay edificios con diez pisos donde seis o siete están destinados únicamente a tener plantaciones», explica el jefe de la Udyco, que incide, asimismo, en el riesgo que generan en estos casos los 'enganches' ilegales a la red eléctrica. Son necesarios para ocultar y soportar el elevado consumo que estos cultivos requieren.

España se ha perfilado en los últimos años como uno de las principales productores de marihuana y la Región destaca entre las comunidades más activas. La Policía Nacional achaca a la climatología y a la calidad del suelo parte de este 'éxito'.

El inspector Jorge Pérez vincula, además, este repunte con el «escaso reproche penal» que acarrea el cultivo de esta droga -al no ser considerada de las que causan grave daño a la salud. Este especialista de la Policía Nacional advierte de que las personas que se dedican al cultivo de esta droga «son conscientes de que las penas judiciales a las que se enfrentan, en el caso de ser detenidos, son significativamente menores que si se dedicaran al tráfico de otras sustancias estupefacientes». Remarca que, «dado que al cabo del año se pueden llegar a obtener hasta cuatro 'cosechas', consideran que les es rentable el beneficio económico frente al peligro de llegar a ser detenidos e ingresar en prisión».

El inspector incide, asimismo, en la facilidad con la que cuentan a día de hoy los cultivadores -«entras en internet y te lo explican todo»- y el rendimiento económico que saben que comporta, principalmente si, como suele ser habitual, el destino de la 'maría' es el extranjero. «Un kilo aquí puede costar 2.000 euros, pero en Reino Unido se multiplica por tres», incide. «Cuanto más al Norte de Europa, más sube el precio. En Polonia, por ejemplo, el precio se puede multiplicar por cinco».

De esa forma, son muchas las organizaciones que compran el cannabis a cultivadores de la Región y lo exportan más allá de las fronteras bien sea en camiones -oculto en la carga legal o en 'caletas'-, en coche, escondido en maletas, a través de paquetería... La organización internacional que desmantelada en la 'Operación Pirata' hacía llegar a Reino Unido la droga cultivada en la Región a través de 'mulas', personas dispuestas a realizar el transporte. Las opciones son variadas.

La Fiscalía advierte de que la enorme producción de marihuana en comunidades como la murciana generan un problema añadido y es el de la conservación y los costes derivados de la destrucción de la misma, una vez que ha sido incautada. Un conflicto, explica al Ministerio Público, al que se le trata de buscar solución.

El Ministerio Público advierte, asimismo, de que estas organizaciones son cada vez «más violentas», dando pie a una mayor incautación de armas y al repunte de los 'vuelcos', los robos de droga entre bandas que, en ocasiones, han derivado, incluso, en sonados crímenes. El jefe de la Udyco remarca que hubo «una primera oleada de 'vuelcos' en la Región a la que le conseguimos dar freno». Incide, no obstante, en que se trata de una práctica habitual para este tipo de organizaciones, que ven en los 'vuelcos' una oportunidad de obtener un alto rendimiento económico sin soportar gastos.