La Federación de Regantes denuncia el «agujero» en obras contra inundaciones

En el listado de infraestructuras pendientes incluye las presas de laminación contras la inundaciones en las ramblas de Béjar, Tabala, Torrecilla y Nogalte, en la demarcación del Segura, con unas capacidades que oscilan entre los 0,5 y 0,8 hectómetros cúbicos. Murcia es junto con Cádiz la provincia con más presas aún sin construir, según esta federación.

Fenacore, que representa a más de 700.000 agricultores de toda España, presentó ayer el 'Plan de acción frente a DANAS', en el que señala que «el agujero que existe en la inversión en obras de regulación en los anteriores planes hidrológicos asciende hasta los 3.000 millones de euros, lo que agrava el riesgo que suponen los fenómenos climatológicos más extremos», principalmente las inundaciones.

Estima que la DANA dejó más de 70.000 hectáreas inundadas, fundamentalmente en la Comunidad Valenciana, Andalucía y Castilla-La Mancha, con más de 250 millones de euros de daños en infraestructuras de riego.

Fenacore reclama que se acometan las 27 infraestructuras hidráulicas de interés general aprobadas en los anteriores planes, cuatro en la cuenca del Segura. Asimismo, entre las actuaciones prioritarias para mitigar las consecuencias de futuras DANA, destaca la limpieza de cauces, y la eliminación de obstrucciones, sedimentos y vegetación excesiva que altere el flujo natural del agua o aumente el riesgo de desbordamientos. Remarca la importancia del encauzamiento de ríos y barrancos para modificar el cauce natural y así poder controlar y dirigir el flujo del agua. En este sentido, aconseja no construir ni rehabilitar viviendas dañadas en zonas inundables.

Expresa su «preocupación» de que en el nuevo ciclo de planificación «siga primando el ecologismo y la biodiversidad, la restitución de los ríos a su régimen natural, sin evaluar los efectos». Pide a la nueva CE y a los Ministerios con competencias «que eviten las corrientes ecologistas más radicales e impulsen medidas para armonizar la sostenibilidad medioambiental con la seguridad y el bienestar social y económico». A su juicio, solo así podrán mitigarse las consecuencias climatológicas más adversas.