Habría que expropiar decenas de casas en Alcantarilla si no se corta el tráfico ferroviario

El tramo entre Nonduermas y Sangonera, con Alcantarilla de por medio, también tiene complejidad técnica, según Adif. Es otro punto caliente de la línea, junto al soterramiento de Murcia y la futura estación de Lorca.

Los 8,9 kilómetros entre Nonduermas y Sangonera incluyen la estación logística de Murcia-Mercancías, que seguirá conectada a la red ferroviaria de interés general (Cartagena-Chinchilla). Este tramo dispondrá de un viaducto, dos túneles y 996 metros de integración urbana en Alcantarilla, con estación en el apeadero de Los Romanos. Contará, asimismo, con una pasarela peatonal y un paso subterráneo antes y después de la base militar.

El soterramiento de Alcantarilla tendrá 420 metros, cuyas obras justifican, a juicio de Adif, que se corte el tráfico de la línea de Cercanías Murcia-Águilas durante más de tres años. Según la empresa estatal, el mantenimiento del tráfico ferroviario durante la ejecución de las obras en este tramo «precisaría de un desvío provisional que estaría muy próximo a las edificaciones e imposibilitará el acceso de 74 viviendas». También afectaría a los garajes de otros 14 inmuebles, así como a una promoción de viviendas, actualmente con las obras paradas. «Sería necesaria la privación de derechos de uso», apostilla Adif.

El tramo siguiente, Sangonera-Totana, tiene ejecutados 10 kilómetros de los 24,7 totales. Incluye las estaciones de Librilla y Totana. La principal dificultad estriba en que hay que realizar cuatro desvíos ferroviarios que cruzan la nueva plataforma de alta velocidad, lo cual requiere cortes en el tráfico de trenes.

El tramo Totana-Totana, el más retrasado junto a la estación de Lorca, prevé siete viaductos, tres de ellos de más de 750 metros. Dos cruzan las ramblas de Totana y de Los Arcos.