Los exportadores aprovechan la llegada de Biden para ganar mercado en EE UU

EE UU es un mercado importante, ya que se trata del sexto destino de los productos murcianos. Pese a las represalias de Trump, las ventas globales de las empresas de la Región crecieron un 2,3% entre enero y noviembre del año pasado, hasta alcanzar los 402,1 millones de euros. Este incremento, en plena pandemia, confirma que se trata de un mercado con grandes expectativas para la industria agroalimentaria regional. Lo demuestra el hecho de que hay productos murcianos que crecen como la espuma, como las golosinas y las hortalizas congeladas. Es la otra cara de la moneda.

«Estamos pagando el desaguisado de una guerra comercial que no tiene nada que ver con nosotros», indica José García Gómez, presidente de la Agrupación de Empresas de Alimentación de Murcia, Alicante y Albacete (Agrupal), quien muestra su confianza en que se pueda corregir la situación, y para ello existe una plataforma en defensa del comercio con Estados Unidos.

El primer objetivo es recuperar la cuota de mercado que tenía uno de los productos estrella hasta hace unos años: la alcachofa en conserva, que por culpa de unos aranceles del 13% ha perdido mucho terreno frente a otros países competidores, como Perú y Chile, que entran en Estados Unidos sin aranceles. Las exportaciones mundiales de este producto alcanzan una media anual de 70 millones de euros, de los que 20 correspondían a EE UU, donde dicho volumen ha bajado a la mitad, explica el dirigente de Agrupal.

En los últimos cinco años, la exportación de productos en conserva –alcachofa, pimiento, aceitunas y mermelada, principalmente– ha caído un 20% en el mercado estadounidense. La previsión para este ejercicio es de 32 millones de euros, un 10% menos que en el anterior. Al margen de estas partidas, el volumen total que mueven las empresas de alimentación de la Región es considerablemente superior.

Juan Marín, presidente de Proexport y de Ucofel, señala que los mensajes que llegan de la Comisión Europea van en la dirección de restablecer las relaciones comerciales con Estados Unidos y eliminar la subida de aranceles que impuso Trump a una lista de productos. «Trabajaremos con un 'lobby' para la alcachofa y el pimiento, a ver si encontramos un mercado más aperturista. La nueva Administración no nos va a perjudicar. Biden está recién llegado y vamos a tratar de volver a la situación arancelaria anterior porque ese mercado es muy importante. La música suena más positiva que hace cuatro años. Ahora toca realizar el trabajo diplomático para ver si consolidamos ese mercado», señala Marín.

El presidente de Apoexpa indica que apenas se exporta fruta fresca. La excepción es la uva de mesa, que se envía a la Costa Este a razón de 50 contenedores por año, señala Joaquín Gómez.

La Consejería de Agricultura, por su parte, intenta que la Región de Murcia pueda exportar pimiento aprovechando el cambio de Administración. El titular del departamento, Antonio Luengo, ha dirigido una carta al ministro Luis Planas para que acelere las gestiones, ya que Murcia se encuentra actualmente en desventaja respecto a otras regiones que sí estaban exportando a dicho país.

El sector del limón, uno de los más perjudicados por los aranceles de Trump, observa también una oportunidad de recuperación. El director general de Ailimpo, José Antonio García, propone la eliminación del actual arancel del 25% a la importación de limones frescos. «El potencial de exportación es de 25.000 toneladas al año, por importe de 25 a 30 millones de dólares. Actualmente estamos a cero, debido a la pérdida de competitividad del arancel frente al limón mexicano o el producido en California», señala.

También reclama la modificación de las condiciones de acceso del limón verna, para no hacer tratamiento en frío en los contenedores, lo cual supone un mayor coste y merma de calidad. «Esta cuestión estaba muy avanzada con la administración de Obama y el Departamento de Agricultura, y tenía un informe técnico favorable. Solo faltaba la decisión política, que quedó en 'stand by' con Trump», dice García.

«Nos alegramos de que se ponga fin a una postura hostil entre la Administración de Trump y la Unión Europea. Al mismo tiempo, hay que ser realistas, ya que Biden va a poner toda la energía en las cuestiones domésticas y menos en el comercio internacional. El cambio más importante que veremos será la cooperación multilateral de la lucha contra el cambio climático, y este punto ayudará a mejorar las relaciones con la UE», apunta.