Antonio Guirao: «Existe un riesgo alto y real de que se produzca un rebrote»

–¿En qué fase de su estudio se encuentran ahora?

–Como ahora la epidemia, en prácticamente toda España, está en fase de estabilización, estamos haciendo el seguimiento de que esa estabilización es sostenida. Hasta el momento ha sido con las tasas de contagio que se habían logrado reducir aplicando las medidas estrictas de confinamiento. Ahora estamos haciendo las simulaciones de cómo a partir de ahora, al cambiar las condiciones, podrían producirse rebrotes. El control absoluto de la epidemia no existe a no ser que se erradicase 100%.

–¿Hasta que llegue la vacuna?

–Hasta que llegase una vacuna o hasta su erradicación. La peste, por ejemplo, se erradicó. Si se diese solo en un pueblo, como en la Edad Media, se aísla y cuando el último paciente se ha curado el virus se ha erradicado. Hoy en día eso es imposible porque es una pandemia a nivel global. Esto va para años, a no ser que llegue la vacuna. Entramos por lo tanto en un fase que, como no hay control total, no vamos a llegar a cero casos. Es una fase de estar súper atentos.

–¿Es la fase más importante?

–Bueno la otra fase fue crítica. Fue el despiste total porque aquí no se aprendió de la experiencia del pasado. Que esto es un fenómeno de avalancha exponencial, que crece muy rápido, no es nuevo. Ya es algo conocido en la Ciencia. Este es un estudio teórico que el valor añadido que aporta es que haciendo el seguimiento a cómo los contagios van evolucionando día a día, va haciendo una predicción a futuro de por dónde la curva se podría mover en dos o tres semanas para poder anticiparnos. Esto no hace una predicción segura, pero te advierte de hacia dónde puede ir la epidemia.

–Atendiendo a los datos que maneja, ¿se inició la desescalada demasiado pronto?

–Eso es muy delicado porque está el asunto económico de por medio y hay que ponerlo todo en la balanza. Quizás un pelín pronto sí. No hubiera estado de más una o dos semanas más, pero lo voy a matizar. Las medidas de distanciamiento social son las únicas o las más importantes que hemos tenido en España. Esa es una estrategia, pero hay otra. En Corea, por ejemplo, tenían un sistema superefectivo de rastreo de enfermos, pero esa estrategia en España prácticamente no se ha usado. Si que podemos pasar a esta fase de desescalada si vamos compensando con medidas de localización rápida de enfermos. En la Región, los nuevos contagios están bastante bien localizados, que se están dando en entornos ya familiares. En Murcia quizás sí, más o menos en tiempo, pero en otras regiones creo que era un poquito pronto porque la escala es mayor. En Murcia estamos hablando de unos 2.000 casos. Creo que llegaremos a unos 2.800 o 3.000. Pero es que en Madrid o en Cataluña estamos hablando de 60.000. En otras comunidades donde los números son más altos, los contagios que se pueden dar todavía son muchos.

–¿Cree que podemos confiar en la estacionalidad del virus?

–Ahora mismo en Latinoamérica, en países con mucho calor, esto está creciendo más o menos al mismo ritmo. Es una hipótesis, porque a otros virus el calor los ha hecho menos activos, pero no está demostrado.

–¿Hay que dar por hecho una segunda ola de Covid?

–Dar por hecho no se puede decir, porque esto no es una bola de cristal, pero puedo decir que hay un riesgo alto y real de que haya un rebrote porque en España sobre todo hemos actuado en distanciamiento social y no lo hemos combinado con otro tipo de estrategia. Una relajación muy pequeña nos hace correr un riesgo muy alto. Ese riesgo es muy alto y real y empezaría a notarse aproximadamente en dos semanas o tres. Ahora bien, oleada es una palabra fuerte. Oleada implica que otra vez nos pondríamos con las UCI saturadas y las cifras que hubo. Yo creo que eso no volvería a pasar porque, como ya hemos aprendido, en el momento que se detectase podríamos actuar muy rápidamente y volver a frenar la epidemia. Ahora tenemos ventaja. No es lo mismo frenarla ahora, que tenemos cien casos, que la otra vez, que cuando nos pusimos a frenarla ya teníamos 7.000. Según las simulaciones, de haber actuado una semana antes, cuando se declaró el estado de alarma, tendríamos la cuarta parte de casos. Actuar antes es crítico.

–¿No nos queda otra que volver atrás en las fases?

–Sí, claro. Eso habría que hacerlo. A no ser que se pongan en práctica paralelamente, que espero que así sea, medidas compensatorias que permitan una mayor capacidad de detección de las personas infectadas. Si aumentamos la capacidad de hacer test y sumamos el rastreo, también podremos bajar lo estricto del distanciamiento. Si solo nos quedamos con las medidas de distanciamiento, estamos en la cuerda floja».