Esperando el bono social térmico desde 2022: «No podemos pagar las facturas; es un dolor lo que estamos pasando»

Es el caso de Ana Díaz, una madre de familia de Fuente Álamo, de 55 años, que cuenta con una minusvalía del 75% por problemas de visión. Ella se encarga del cuidado de su marido, que sufre otra minusvalía del 72% por enfermedad psiquiátrica y demencia, y de su hijo, que tiene 21 y ha vuelto a estudiar después de un tiempo con los libros aparcados con el fin de ayudar económicamente a los suyos porque no pueden más. «Llevamos todo el año retrasando facturas, pagándolas a plazos y las tres últimas las tenemos sin abonar», confiesa Ana. Esta familia lleva desde 2018 solicitando el bono social térmico, una ayuda que debe abonarse en el primer trimestre del año siguiente, y que en su caso asciende a 419 euros, «205 como importe ordinario y 205 como incremento por su dependencia severa», aseguran. Los primeros años recibieron el pago dentro del plazo, pero a partir de 2021, «cuando la responsabilidad del pago de la ayuda pasó a ser de las comunidades en vez del Ministerio», según Ana, llegaron los primeros retrasos.

Una demora que se convirtió en auténtica pesadilla al año siguiente. «Estamos en febrero de 2024 y no hemos recibido nada de 2022. Llevan engañándonos desde octubre. Llamamos para reclamar lo que es nuestro y siempre nos dicen que antes de final de mes, solo nos dan largas, y mira a qué fecha hemos llegado. Hay gente que lo ha cobrado y a otros muchos los recursos ya no nos dan ni para hacer cuentas», desvela Ana.

Facturas devueltas, deudas sin pagar, incógnitas sin respuesta y una salud resquebrajada. A Ana Díaz ya no solo no le salen las cuentas. El invierno entró con fuerza en un hogar ya de por sí frío y en el que la calefacción se ha vuelto un lujo que no se pueden permitir. Su voz, rota por una peligrosa tos, lo dice todo: «Estoy enferma con una infección pulmonar desde hace unas semanas después de los días más fríos del invierno. Tenemos que conformarnos con echarnos una manta por encima. Es una vergüenza y un dolor pasar lo que estamos pasando», revela.

El día a día de esta familia de Fuente Álamo es similar al que vive Francisco Álvarez desde hace muchos meses. Este vecino de la pequeña pedanía de Valentín, ubicada en Cehegín, vive solo, tiene 59 años y no tiene hijos. Lleva solicitando la ayuda desde que existe, en 2018, pero lleva varios sin cobrarla y se le adeuda una cantidad que para él es un mundo. «Me llegó una carta en la que me confirmaron que me deben 660 euros. He tenido que llevar a la trabajadora social del Ayuntamiento dos facturas de luz y otras tantas de agua porque no puedo hacerles frente», señala.

La Comunidad, por su parte, defiende que «de los 50.995 beneficiarios del bono social térmico correspondiente a 2022, se ha abonado el ingreso a un total de 48.521 personas por un importe total de 13.2000.582 euros». Desde la Consejería de Política Social, Familias e Igualdad aseguran que solo quedan «1.000 destinatarios que lo recibirán en las próximas semanas y los 1.474 restantes están pendientes de subsanación». Una corrección, la de todas las solicitudes recibidas, que se ha demorado en el tiempo «por un importante volumen de datos erróneos en los ficheros, relativos a los nombres de los titulares y sus domicilios, cuentas corrientes canceladas por fusiones bancarias, personas fallecidas o renuncias», argumentan desde la Consejería para explicar el retraso, además de dispararse el número de peticiones: «5.260 más que el ejercicio anterior», concluyen.