La espada de Damocles de la 'perpetua' sobre el acusado de violar y matar a su tía abuela
Joaquín G. V., el acusado de violar y matar a su tía abuela en Abarán, afronta, a partir del 11 de mayo, la primera prisión perpetua revisable de la Región
David Oubel, el 'monstruo' de Moraña, se convirtió en julio de 2017 en el primer español en ser condenado a una prisión perpetua revisable. La ... cárcel se tornó su único horizonte después de que un jurado considerase probado que mató con una radial a sus dos hijas, Amaia, de cuatro años, y Candela, de nueve. Casi un lustro después de esta sentencia pionera, que abrió el camino a la hora de aplicar el mayor castigo que contempla el Código Penal español, Joaquín G. V. se asomará en la Región al abismo de la 'cadena perpetua'. Se convertirá, a partir del próximo 11 de mayo, en el primer acusado en la Comunidad en sentarse en el banquillo con la espada de Damocles de una prisión perpetua revisable sobre su cabeza. Un jurado popular se encargará de determinar si este vecino de Abarán, de 41 años, asesinó a su tía abuela, de 82 años, cuando esta trató de resistirse a un intento de violación.
En la primavera de 2019, la muerte de María Velandrino sacudió Abarán. El cuerpo de Maruja, como la conocían sus allegados, fue encontrado en su habitación por unos amigos que acudieron a su casa porque hacía varios días que no sabían nada de ella. Después de llamar a la puerta sin obtener respuesta, avisaron a la Policía, que entró y descubrió el cadáver. En un primer examen, se apuntó que la muerte podría haberse producido de forma natural, pero la autopsia acabó confirmando la peor de las noticias: la anciana había sido asesinada.
Unas llaves prestadas
El fiscal, en su escrito de conclusiones provisionales, sostiene que la noche del 22 de abril, la octogenaria recibió la visita de Joaquín, su sobrino nieto. Este presuntamente acudió a la casa con la intención de «satisfacer sus libidinosos deseos». Para adentrarse en la vivienda, según relata el Ministerio Público, utilizó una copia de las llaves de Maruja que esta había confiado a su madre.
Una vez dentro, esgrimiendo una navaja que le colocó en el cuello a su familiar, presuntamente la obligó a trasladarse al dormitorio para mantener relaciones sexuales. Una petición a la que la anciana se negó, advirtiéndole de que lo iba a denunciar. Ante esta situación, Joaquín supuestamente le asestó a su tía abuela tres cuchilladas en el cuello que le causaron la muerte. El fiscal hace hincapié en que Maruja no tuvo opción de defenderse, dada su avanzada edad.
Supuestamente, le asestó a su tía abuela, de 82 años, tres cuchilladas en el cuello que le causaron la muerte
Tras la muerte, conforme a la versión que el fiscal pone encima de la mesa, Joaquín manipuló tanto el cuerpo como el escenario del crimen. Presuntamente, limpió el cadáver de su familiar, poniéndole un pañuelo alrededor del cuello para ocultar las cuchilladas. Además, quitó la colcha de arriba de la cama, que estaba manchada de sangre, y colocó otra en su lugar, dejando la habitación ordenada.
Delitos separados
Estos son los hechos que el fiscal pondrá finalmente encima de la mesa en un juicio que arrancará el próximo 11 de mayo en la Audiencia Provincial. Una vista que está previsto que se prolongue durante varias semanas, concluyendo en torno al 2 de junio. El Ministerio Público acusa a Joaquín de un presunto delito de asesinato y reclama, por primera vez en la Región, una pena de prisión perpetua revisable. Además, solicita que se le impida vivir o acercarse a Abarán durante un cuarto de siglo. Le imputa, asimismo, un supuesto delito de allanamiento de morada en concurso con uno de tentativa de violación por el que reclama nueve años de cárcel.
El fiscal sostiene que, tras el crimen, puso a la víctima un pañuelo alrededor del cuello para ocultar las heridas
El Ministerio Público, sin embargo, no se quedó ahí e incluyó inicialmente en su escrito unas acusaciones que finalmente deberán ser juzgadas de forma separada. El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) acabó aceptando la petición del abogado de la defensa, Pablo Martínez, y esos supuestos delitos no serán examinados por el jurado popular en la vista que se iniciará en las próximas semanas en la Audiencia Provincial.
Familiares de la víctima creen que es una pena «elevada, pero justa»
«Creemos que es una pena muy elevada, pero justa». Los familiares de la vecina de Abarán supuestamente muerta a manos de su sobrino nieto aguardan con nerviosismo el inicio del juicio. «Esperamos que la ley caiga con todo su peso», relata uno de sus allegados a LA VERDAD. «No nos cabe ninguna duda de que ha sido él». En el momento de su muerte, la perjudicada tenía dos hermanas, una hijastra y siete sobrinos a los que la Fiscalía reclama que se indemnice por el pesar de su pérdida.Algunos de estos familiares explican que Maruja les había confiado la situación de temor en la que vivía. «Ella me había contado que la estaba acosando», explica una allegada. «Venía menos a visitarme, siempre de día y, cuando estaba sola en casa, echaba la cerradura». Estos familiares lamentan que tengan que cruzarse habitualmente con el sospechoso, que se encuentra en libertad provisional a la espera de juicio.
El fiscal sostenía en su escrito que no era la primera vez que Joaquín se presentaba en la casa de Maruja. Ya lo hizo, según esta parte, en la noche del 16 de enero de ese año, tres meses antes, cuando supuestamente se adentró en la vivienda y agredió sexualmente a la mujer. El fiscal explica que Maruja no denunció estos hechos por vergüenza y por evitar un conflicto familiar, pero no le permitió más la entrada al joven en su casa. Pese a ello, sostiene el Ministerio Público, el procesado siguió merodeando la casa, tocándole en algunas ocasiones al telefonillo. Unas circunstancias que, al parecer, sumieron a la octogenaria en un estado de temor, desasosiego y miedo que la llevó a alterar sus rutinas y horarios.
Con estos hechos en la mano, el fiscal le imputa, además, a Joaquín un delito de violación y otro de acoso de los que deberá defenderse en otro momento. Una de las acusaciones, que representa a familiares de la difunta, sostiene en su escrito que Joaquín ya había visitado un año y medio antes a otra familiar, de edad avanzada, mostrándole los genitales y masturbándose en su presencia.
Todos estos hechos, aunque previsiblemente saldrán a colación, no serán juzgados a partir del próximo 11 de mayo. El jurado popular, que tendrá entre sus manos la primera posible condena a prisión perpetua revisable de la Región, se centrará en determinar si Maruja murió a manos de su sobrino nieto al tratar de negarse a un ataque sexual.
«En este caso quiero ir más allá y demostrar que es inocente»
l abogado Pablo Martínez, que asume el reto de defender al acusado de este crimen, sostiene que «a la acusación es a quien le corresponde demostrar la culpabilidad, pero en este caso quiero ir más allá y demostrar que es inocente». El letrado remarca que, «en este caso, las pruebas solo llevan a un camino, el de la absolución».
En su escrito, esta parte niega todos los hechos que se le imputan a Joaquín, incluido el allanamiento de morada y la agresión sexual supuestamente ocurrida tres meses antes del crimen. «Hechos que ni fueron denunciados en vida, ni ocurrieron», sostiene.
La defensa hace hincapié, además, en que la víctima «no tiene muestras de haber sufrido agresión sexual». Asegura que «no hay conexión más allá de una especulación para justificar una acusación huérfana de pruebas y cargada de especulaciones». Esta parte subraya, por último, que se analizaron múltiples cámaras y no se obtuvo ninguna imagen del procesado.
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