Las empresas de la Región dejan sin cubrir miles de puestos ante la escasez de técnicos

Para un porcentaje importante de parados, las carencias formativas son un lastre que pesa mucho a la hora de afrontar un proceso de reciclaje laboral hacia otro tipo de tareas y actividades con más potencial. Esta es una circunstancia que se extiende por el conjunto de sectores productivos, empezando por los que a priori podrían parecer menos complejos para incorporar mano de obra. Es el caso de la agroalimentación, la hostelería y la construcción.

Así que, en conjunto, la realidad es que se computa miles de puestos sin cubrir entre todas las ramas de actividad por la falta de perfiles adecuados. Algo sobre lo que vienen advirtiendo los empresarios murcianos desde hace tiempo. De hecho, la patronal Croem ha puesto en muchas ocasiones este asunto sobre la mesa a la hora de buscar soluciones con la Administración.

El Instituto Nacional de Estadística (INE), en su última Encuesta de Coste Laboral, correspondiente al segundo trimestre de este año y publicada el pasado 15 de septiembre, cifraba en 1.705 las vacantes sin cubrir. Mayoritariamente se justifican por no necesitar trabajadores adicionales. Sin embargo, en la trastienda lo que se refleja es que esa cifra es mucho mayor.

No obstante, la dificultad es mayor en ramas industriales y de innovación en la búsqueda de denominados perfiles STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) o muy técnicos, tal como muestra la confederación nacional Cepyme en su informe 'El reto de las vacantes en España', presentado el pasado lunes. Más aún, en un contexto de cambio en muchos sectores, que antes eran más intensivos en mano de obra, pero que cada vez más precisan trabajadores mejor formados en tecnologías.

El ejemplo del sector del metal es ilustrativo. El secretario general de la patronal Fremm, Andrés Sánchez, deja claro que «ahora mismo nosotros seguimos necesitando 3.000 personas en la Región de Murcia formadas para ponerlas a disposición de las empresas para cubrir el déficit existente». Porque «las necesidades actuales de nuestros cuatro subsectores –automoción, industrial, instalaciones de obra y acabado y de comercio– requieren de una preparación, de trabajadores que ya estén cualificados», añade.

Es significativo también que mientras la construcción lidera la creación de empresas en la Comunidad, se enfrentan al hecho de que, al mismo tiempo, «cada vez hay más obras que se ven comprometidas por no encontrar trabajadores cualificados», resalta José Hernández, presidente de la Federación Regional de Empresarios de la Construcción de Murcia (Frecom). Y es que esta actividad económica tiene ahora mismo un déficit de mano de obra en toda la cadena de producción. Eso abarca desde pintores a albañiles, fontaneros, operadores de grúas, mecánicos-instaladores de climatización e, incluso, jefes y encargados de obra, con salarios entre los 40.000 y 50.000 euros anuales. Así se recoge en los datos obtenidos por esta patronal a partir de la la bolsa de empleo del SEPE.

Hay que entender como vacante, según Cepyme, aquel puesto de trabajo de reciente creación, o que no esté ocupado, o que esté a punto de quedar libre, para el cual el empleador adopta ya medidas de cara a encontrar un candidato idóneo ajeno a la propia empresa. Por ello, a partir de su encuesta se constata la evidencia de que el problema alcanza a numerosas ramas de diferentes sectores económicos, como ocurre con la industria y la construcción. Aunque con mayor intensidad se observa la carencia de trabajadores en los puestos profesionales más técnicos.

Desde Frecom se estima que el sector va a necesitar unos 25.000 empleos en los próximos cuatro años, y para dar respuesta a esta necesidad se ha solicitado un Plan de Empleo nacional que favorezca el acceso de los jóvenes a la construcción. «Debemos captar talento joven y hacer llegar a la sociedad un mensaje importante: el sector de la construcción ofrece empleo estable y de calidad, con salarios superiores al SMI», indica Hernández. Aparte, concluye que «podemos ofrecer carreras profesionales con futuro»; por ello, «queremos que este mensaje llegue en un país como España y en la Región de Murcia, con un paro juvenil superior el 30%».

Además, la transformación digital y los cambios que ha originado en las empresas extiende el problema igualmente a la mayor parte de ramas de actividad desde el sector primario hasta el terciario. Sin obviar tampoco que la concentración estacional de actividad en sectores como el turístico y la despoblación territorial son factores que acentúan esta problemática.

En España, según los datos del INE, están registradas casi 150.000 vacantes laborales, ofertas de empleo sin cubrir. No obstante, para la confederación que representa a las pymes, la cifra se vislumbra notablemente superior, debido a la complejidad de poder medir dicha problemática especialmente entre las pequeñas y medianas empresas. De hecho, advierte de que es imprescindible observar que, en una empresa de menor tamaño, en la que no existe un departamento de Recursos Humanos propio, la limitación de los medios empleados en la búsqueda de un trabajador provoca que esta acción decaiga al poco tiempo y tan solo se concentre en los puestos imprescindibles de cubrir.

Por otra parte, se advierte de que las empresas tratan de buscar otras soluciones, como puede ser el cambio de procesos para no necesitar cubrir las vacantes, la automatización, la paralización de dicha actividad, la subcontratación de la tarea o la no realización de dicha tarea. El resultado es que una vacante puede llegar a desaparecer, aun sin haberse cubierto. Por tanto, la necesidad de trabajadores que puede tener una empresa no coincide en muchos casos con sus propias acciones de búsqueda activa de trabajadores, lo que lastra directamente a la capacidad de desarrollo y de crecimiento. Eso conlleva, además, un importante freno a su expansión.